La distancia no es el fin (Borrador)

Capítulo 35

Hola!
Este capítulo esta dedicado a Karen, una lectora que me pidió que se lo dedique y, como hace mucho que está leyendo, votando y comentando, me pareció una buena forma de agradecérselo. Así que muchísimas gracias Karen :D
También quiero agradecerles a TODOS los que me están apoyando en este proceso de escritura. La verdad es un trabajo nada fácil, muchas veces entras en un bloqueo desesperante pero el hecho de que ustedes estén ahí, esperando, me dan mas fuerzas para continuar. Me dan mas ganas de buscar la inspiración en cualquier lugar y tratar de encontrarla para poder escribir el capítulo que se merecen :D MIL gracias!!!
Ultima cosa: Voy a publicar en la pagina de Facebook las canciones que se nombran en este capítulo ^^ 
Espero que lo disfruten mucho y espero sus comentarios :D

 ★★★★★★★★
"Todo es perfecto cuando te siento tan cerca aunque estés tan lejos."

A la mañana siguiente, apenas me desperté, vinieron a mí todos los recuerdos del día anterior. Desde el mensaje de "Buenos días" que había recibido en la mañana, hasta el de "Buenas noches" que me había llegado unos segundos antes de que apagase la luz para dormir. Repasé mentalmente la charla que habíamos tenido a la siesta y la felicidad creció nuevamente en mi interior... bueno, en realidad nunca se había ido.

En ese momento, al pensar realmente en todo lo que había sucedido, comencé a dudar en si en verdad había pasado o si sólo había sido un sueño. Es que era tan lindo, tan bueno, tan increíble, que me parecía imposible que no hubiera estado dormida. Pero a pesar de todas las dudas, sabía que había sido real. Tan real como cada una de las sonrisas que me había provocado, tan real como lo que yo sentía por él.

Me quedé unos minutos en la cama, tratando de dormir aunque sea una hora más porque recién eran las diez y no tenía nada para hacer. Pero aunque quise, no logré pegar un ojo ya que los pensamientos no me dejaban tranquila y la sonrisa parecía que no planeaba abandonarme en ningún momento. Rendida, alcancé mi celular para ver si tenía algún mensaje de él. Hice una mueca al ver que aún no había nada y automáticamente comencé a teclear.

<Kim: Buen día mi amor :D

Se sintió muy raro escribirlo de esa forma, demasiado. Pero aun así seguí escribiendo el resto sin preocuparme demasiado por esas palabras que aparecían de la nada, desde lo más profundo de mi corazón. Palabras que nunca antes había ocupado, pero que estaba feliz de poder usarlas con él. Muy feliz.

<Espero que hayas dormido re bien... yo me dormí sonriendo y hoy me desperté igual

<Te amo, sabías? Gracias por hacerme tan feliz

Esperé unos segundos para ver si se conectaba, pero la pantalla seguía marcando su última conexión que había sido en el momento en que le había respondido el mensaje la noche anterior. Suspiré sin dejar de sonreír y deposité el aparato en la mesita de luz. Lentamente me desperecé, me puse de pie y me acerqué a la ventana para correr las cortinas y abrir las persianas así le permitía el paso a  la luz del día. Estaba hermoso, no había una nube en el cielo y el sol resplandecía completamente, pero estaba muy caluroso. Debía aceptar que, aunque amaba el verano, estos días me superaban.

Estaba por cerrarla nuevamente para que sólo entrase la luz, cuando sopló una brisa veraniega que trajo consigo algo que cayó cerca de mi pie izquierdo. Al verla me quedé helada. Era la tercera pluma negra que llegaba a mí de forma sorpresiva. Cuando logré reaccionar, terminé de cerrar el vidrio de la ventana y me agaché para tomarla en mis manos. Era idéntica a las otras dos que aún tenía guardadas en el cajón de mi mesita de luz. Mientras la observaba me fui acercando a ella para buscar las otras dos. ¿Era una simple coincidencia? ¿O había algo más atrás de todo esto?