Hola!!!
Este capitulo se lo quiero dedicar a Alma (Fundadora del Team Marcos xD) Muchas gracias por seguir mi historia, por tus votos, por cada uno de tus comentarios que me animan a seguir escribiendo... Gracias :D Quiero aprovechar para decirles que pasen por su historia llamada "Brilliance", es realmente muy recomendable y entretenida. Su forma de escribir es increíble así que espero que la lean :)
Sin mas, los dejo con el capitulo de hoy. Espero que les guste y, si me hacen saber su opinión, estaré muy agradecida!
★★★★★★★★
"Las palabras bonitas que me decías se las llevo el viento y los recuerdos quedaron en mí."
Escuché el sonido de los pájaros cantando, esa melodía que rara vez escuchaba desde mi habitación. Abrí los ojos y sonreí al ver el paisaje que me regalaba la ventana, la cual estaba abierta provocando que el viento se infiltrase e hiciese volar las cortinas. A lo lejos, entre las hojas de unas palmeras, se observaba la playa e instantáneamente me dieron ganas de ir hacia allí. Entonces me di cuenta de que no estaba en una habitación cualquiera, era la que usaban mis papás cuando veníamos acá.
—Buen día —me sobresaltó.
Me di la vuelta y vi que estaba acostado del otro lado de la cama, pero estaba sobre las sabanas y el cubrecama. Al ver mi cara de sorpresa comenzó a reírse.
—¿Qué haces acá? —inquirí al ver que no parecía dispuesto a darme una explicación.
—Leyendo —dijo tratando de ponerse serio, lo cual fue imposible porque una sonrisa pícara se dibujó en su rostro. Aun así volvió la vista al libro, simulando que leía.
—Marcos...
Sin recibir respuesta alguna, suspiré frustrada y me levanté para dirigirme al baño.
—Te preparé el desayuno —me avisó levantando la vista—. En la heladera, jugo exprimido —recalcó al ver que seguía observándolo.
—Gracias —susurré, lo que fue apenas audible. Finalmente me dirigí al baño para cepillarme los dientes y lavarme la cara.
Ya un poco más despabilada, volví a la pieza. Marcos seguía allí y trató de ignorarme cuando crucé la puerta. Puse los ojos en blanco y me acerqué a la silla para buscar la mochila y sacar la ropa para cambiarme. Entonces me encontré con mi celular y recordé que le había prometido a Leila que lo iba a prender por si necesitaba hablar conmigo. Lo agarré y lo prendí mientras empezaba a sacar la ropa que iba a ponerme. Sin mirarlo, me di cuenta que Marcos había comenzado a seguir con la mirada cada uno de mis movimientos.
—Tengo que cambiarme —le dije para que se diera cuenta que debía irse.
Asintió y siguió leyendo. Esta vez presté más atención al libro y me di cuenta que era "El alquimista".
—¿Desde cuándo lees? —inquirí tratando de recordar si alguna vez había mencionado algo sobre la lectura.
—Desde que encontré este libro—se encogió de hombros sin darle importancia.
Reí dándome cuenta que era el que yo había dejado olvidado en aquella casa las vacaciones pasadas.
—¿Cuándo lo empezaste? —volví a preguntarle a ver que no había llegado ni a la mitad.
—Cuando me desperté y lo vi allá —señaló con la mano el estante que estaba en la pared opuesta a la cama.
—¿Dormiste acá? —le tiré la almohada, la cual esquivó con mucha precisión.
ESTÁS LEYENDO
La distancia no es el fin (Borrador)
RomanceHistorias de amor con terceros en discordia hay muchísimas, pero... ¿Qué pasa cuando la que se interpone en una relación es la distancia? ¿Es posible que el amor salga victorioso en la lucha contra los kilómetros? ¿O la derrota es algo predecible? ¿...