Capítulo 17

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Puede no ser el momento correcto. Puede que yo no sea el indicado, pero hay algo acerca de nosotros que quiero decir...

  

—Vez, tu novia es mas buenita que vos —había dicho Cathy y luego la pantalla quedó en negro.

Mis pensamientos repitieron esa frase como veinte veces hasta que me empezó a parecer que solo había sido una alucinación. ¿Había dicho eso o solo fue mi imaginación? ¿Por qué lo había dicho?

Suspiré tratando de entender que Cathy solo tenía cinco años, seguro era algo que suponía ella. Aunque por un momento me hubiese gustado que la camarita tardara unos segundos más en apagarse para ver que le respondía Jony.

***

Recién eran las cinco y media de la tarde, así que tenía todo el día por delante prácticamente. Pero nada importante qué hacer más que responder unas preguntas para biología. Para no estar todo el día encerrada en mi casa, agarré el cuadernillo y una birome, y me fui al patio.

Era bastante grande. El pasto estaba muy bien cuidado, ya que una vez por semana venia el jardinero. Por el medio lo atravesaba una vereda de maderas con flores a los costados, esta llevaba al fondo donde había una mesa con sillas a los costados. A su lado, estaba plantado un gran árbol que servía como techo para el pequeño espacio. En ambos lados del patio había palmeras y muchas flores, especialmente orquídeas que eran las preferidas de mi madre.

Fui hasta el fondo y me senté en una de las sillas. Empecé a responder la primera pregunta, pero no pude ni terminarla que mis pensamientos ya estaban volando hacia otro lado. Me costaba demasiado concentrarme después de la charla que había tenido con Jony y mucho más teniendo en cuenta lo que había dicho su hermanita antes de que su cámara se apagara. Había sonado demasiado bien la palabra “novia” haciendo referencia a mí.

Suspiré y me levanté a buscar un vaso de jugo así lograba despejarme un poco. Cuando volví a sentarme me obligué a dejar de pensar en todo y concentrarme para terminar de una vez las ocho preguntas que tenia de tarea.

***

Esa noche vino a cenar Bastián, como lo hacia la mayoría de los domingos. Entonces aproveché para preguntarle a donde iría de vacaciones con sus amigos.

—Todavía no nos decidimos. Estamos entre ir a Mar del plata, Paraná o Carlos Paz —me respondió encogiéndose de hombros.

—Me dijeron que Córdoba es muy lindo —le aconsejé.

—No le hagas caso, está obsesionada con ir allá —le dijo mi padre, quien ya estaba enterado, por medio de mi madre, del por qué de mi obsesión con ese lugar. Se lo había tomado demasiado bien, pero estaba algo celoso y cada vez que podía se ponía en mi contra, como ahora—. A ver si no te pide que le hagas un lugar.

—Córdoba queda descartada —confirmó Bastián con una sonrisa—. Cualquier cosa antes que tener que llevarte.

—¡Papá! —rezongué—. ¿Qué tenes contra mí? —bromeé.

Después de cenar, me despedí de todos y subí a dormir ya que eran más de las doce y al otro día tenía que levantarme a las seis. Una vez que me acosté y apagué las luces, me quedé con el celular leyendo la última conversación que había tenido por Whatsapp con Jony. Hasta que apareció “En línea”. Me quedé inmóvil observando la pantalla, esperando por un mensaje suyo, pero no llegaba nada. Aun así, seguía en línea. Era tarde, tenía que dormir… pero también deseaba hablarle.

Y así lo hice.

<Kim: Que tal la pasaste con Cathy?

La distancia no es el fin (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora