Capítulo 38

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Hola!!
Este capítulo se lo quiero dedicar a Sofía Wagner. Muchísimas gracias por leer la historia, por tus comentarios tan peculiares que me hacen reír mucho y por todo el apoyo que me das :D
Y, por supuesto, quiero decirles MIL gracias a TODOS los que leen la historia. Ya se los dije muchas veces, pero sin ustedes esto no sería lo mismo para nada. Así que estoy sumamente agradecida con todos :D
Sin mas, los dejo con el capítulo. Espero que les guste y que disfruten leyéndolo!

★★★★★★★★
"Ya no recuerdo cómo era mi mundo antes de que formaras parte de él. No recuerdo cómo era mi vida sin tu sonrisa, tu mirada, tu voz... No recuerdo cómo eran mis días sin pensar en un nosotros. Simplemente no recuerdo un ayer sin que estés en él."

—Sí, soy yo —me dijo con obviedad—. ¿Qué pasa? —me preguntó sin entender mi reacción.

—¿Marcos, qué hacés a las doce de la noche tocando el timbre? Me asustaste —le dije sin darme cuenta que Jony seguía del otro lado del teléfono.

¿Es Marcos? —inquirió con un tono de voz desconfiado.

—Perdón que no te avisé —me dijo el morocho pasando por la puerta—. No tenía planeado venir, pero como vi que las luces estaban prendidas... —trató de justificarse—. Además tenemos una charla pendiente.

—Esperá un ratito —le pedí y él asintió mientras caminaba hacia el sofá.

Fui hasta la cocina para poder hablar tranquila con Jony que seguía esperando una respuesta.

—Sí, es Marcos —le contesté.

—¿Y qué hace a esta hora ahí?

—No sé.

—¿Qué charla pendiente tenés con él? —Al parecer había escuchado.

Suspiré. Aquella situación me estaba sacando de mis casillas.

—Mi hermano le contó que tengo novio —le dije incapaz de no sonreír con la última palabra.

—Ahh... así que tenés novio... —ironizó más tranquilo.

—Sí, algún día te lo voy a presentar —reí.

—Cuando quieras.

—Bueno, volviendo a lo de antes, sabe que tengo novio pero no que sos vos —le conté mirando para atrás para cerciorarme de que Marcos siguiera en el living—. Y quiere saber quién es.

—¿Le vas a decir? —me preguntó.

—Si vos querés le digo, yo no tengo ningún problema.

—Decíselo —aceptó rápidamente—. Que sepa que sos mía y de nadie más.

Largué una carcajada bastante fuerte.

—Está bien, le voy a decir.

—Pero ojito con lo que pasa ahí que yo no estoy para defenderte —me dijo.

—Tranquilo, no va a pasar nada —lo tranquilicé—. Quedate ahí que hablo con Marcos y enseguida subo —le dije antes de cortar.

—Bueno, no te tardes.

Sonreí y me di vuelta para volver al living, pero me quedé helada en donde estaba. Marcos estaba ahí, en la cocina.

—Marcos —mascullé—. ¿Qué hacés...?

—¿Estás con alguien? —me preguntó confundido.

Teóricamente estaba sola, pero virtualmente Jony me estaba esperando. Qué difícil que se estaba tornando la situación.

La distancia no es el fin (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora