¿Miedo?, sí, es posible que sea lo que estoy sintiendo, tengo miedo de Bruno y de mis sentimientos hacia él.
No soy estúpida sé que es un mujeriego, mentiroso, alguien que le gusta manipular a los demás pero ahora no quiero pensar en eso, sólo quiero seguir aquí entre sus brazos.
Sentirme así de segura siempre, creo que estoy empezando a creer en el sadomasoquismo, en saber que esa persona te hace daño, que es tóxico, pero que aún así y pece a todo eso lo quieres... Lo quiero.
— vamos cara, te voy a llevar a tu casa.— Sus manos estaban en mis caderas y su aliento chocaba suavemente sobre mi cuello.
Asentí, me levante para colocarme mi ropa todo bajo su atenta mirada mientras imitaba mi acción.
Estaba terminando de arreglarme, pero el estúpido cierre de mi vestido me estaba dando problemas.
— Me ayudas aquí, por favor.— suspire.— Parace que está trabado.
Bruno se acerco a mí, sentía sus manos en mi espalda, pequeños roces, intento subirlo entonces escuche un sonido extaño.
— Dime que no es lo que estoy pensando.— Supliqué.
Cambió de posición, rodeando mi cuerpo hasta quedar frente a mi, tenía una gran sonrisa. Podría jurar que estaba conteniendo una carcajada.
— Yo... Lo siento.— Volvió a sonreír.— Se ha roto cara.
Abrí los ojos como platos. Mi mala suerte no tenía límites.
— ¿Cómo se supone que voy a salir así?.— Masculle señalando mi espalda desnuda.
Bufé algo cabreada, su risa estaba empezando a cansarme.
Idiota
Se agachó al piso para tomar su chaqueta, se acercó a mi y la colocó sobre mis hombros.
— Esto ayudará, por suerte es tarde y nadie te verá así.— Agregó mientras abría la puerta.— ¿Vamos?.— Tendió su mano indicándome para que saliera.
— Recuerda que los de seguridad están a bajo, espero me cubras la espalda.— Susurre mientras pasaba junto a él.
— Prefiero cubrirte el trasero, cara.-
— Agregó a la vez que me daba una pequeña nalgada.Durante todo él trayecto a casa Bruno no había dicho nada, yo opté por no molestarlo ya que parecía estar inmenso en la carretera.
A veces es necesario un poco de silencio, tener ese momento de privacidad, además él no parecía de ese tipo de personas que se desahogan con los demás.
Llegamos a casa lo invité a pasar y esté accedió, entramos, encendí las luces ya que todo estaba sumido en una completa oscuridad.
— Voy a cambiarme.— Dije.— Estás en tu casa, regreso en seguida.— Dicho esto subí las escaleras para cambiarme.
Me coloqué unos shorts y una ramera, bajé en seguida no quería que Bruno se aburriera de esperarme.
Baje las escaleras pero me detuve en el último peldaño, lo observé un instante, tenía una copa de vino en sus manos mientras observaba mi alcenar de fotos familiares. Parecía tan concentrado en ello que no quise molestarle.
Se giró al percatarse de mi presencia.
— Tienes una familia muy hermosa.— Masculló señalando las fotos.
Terminé de bajar las escaleras.— Sí, mis padres son demasiado amorosos, ya sabes eso de ser hija única afecta.— Masculle en tono burlón.
Todas mis fotos eran con mis padres y en todas aparecía media asfixiada por sus muestras excesivas de amor, ellos eran de esas personas que no saben contenerse de abrazos, amoríos, en realidad creo que mi lado romántico-dramático, es herencia de ellos.
Fije mi vista en todos sus gestos y en su mirada que estaba cambiada, no era la típica mirada de arrogancia esta era distinta, era más sombría, más triste.
— ¿ Estás bien?.— Pregunté acercándome a él.
— Sí.— Respondió apartándose de las fotos.— Es sólo que... Mi familia no fue como la tuya.— dijo con desdén esta última frase.
— Quieres hablar sobre eso.— Tomé su mano y entrelace nuestros dedos.
— No es algo de lo que me guste hablar, es complicado.— Agregó dándole un sorbo a su copa de vino.
— Bruno.— Levanté su rostro para que me mirara a los ojos.— No importa que tan complicado sea, puedes confiar en mi porque... Porque me importas y quiero que estés bien.— las últimas palabras salieron de mi boca sin poder evitarlo.
Sentí sus brazos rodearme, me estaba abrazando, un brazo cálido al que yo correspondí al instante.
Sus brazos me rodearon con ternura, escondí mi cabeza en su cuello y deje que nuestros cuerpos disfrutaran de ese cálido acercamiento.
Sus labios llegaron hasta mis oídos, mi cuerpo se erizó al instante creí que iba a besarme o acariciarme pero contrario a mis pensamientos no lo hizo.
— No debería de importarte cara, no soy bueno para ti... No olvides eso.— susurró en mi oído.
Quería preguntarle, saber a que se refería pero él no me dio oportunidad, me dio un cálido beso en la frente y después desapareció por la puerta, dejándome otra vez con esa Maldita sensación de que me falta algo, esa especie de vacío él cual no sabía que existía hasta que Bruno apareció en mi vida.
Sentí unas inmensas ganas de llorar, quería abrir la puerta he ir tras de él pero sabía que no debia hacerlo. Debía contenerme, acostumbrarme a que él no era mi novio, mi amado o algo parecido.
Pero quizás yo quería que si lo fuera, quizás en mi subconsciente yo pensara en la posibilidad de serlo, quizás, sólo quizás, yo pensara que sería capaz de cambiar a Bruno, aunque eso fuera sinónimo de dolor.
Hey mis amores, perdón por tardar tanto en actualizar es que he tenido ciertos problemas y como que, mi musa se oculto por unos días.
Pero os prometo actualizar más seguido, perdón si es un poco estúpido el capítulo pero quería que vieran otra faceta de Bruno, porque sé que más adelante lo van a odiar,😢😢😢.Os quiere @mirotejada.
Aaahh y no olviden pulsar la estrellita me ayuda y sus comentarios también, acepto críticas e ideas.
![](https://img.wattpad.com/cover/99653195-288-k649494.jpg)
ESTÁS LEYENDO
AMORES QUE MATAN ©
Romansa{EDITANDO} BORRADOR Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren. Escenas para (+16), sino te gusta aún estás a tiempo.