—Me acaban de informar que la ex novia de Anton se llama Jodie Morgan... —comenzó el reportero y puse los ojos en blanco—. Es la hija menor de Jenna Morgan, ex vocalista de una banda muy conocida en los años 90. Luego de su intento de suicidio...
Oí unos pasos detrás de mí y apagué el televisor. Medio segundo después, Salem, mi hermano mayor, se sentó a mi lado en el sofá de casa.
—Tú no crees eso de que mamá se quiso suicidar ¿Verdad?
Entre sus manos sostenía un cuenco de helado que se estaba devorando. Lo miré de reojo, pero no me entraron ganas de comer. En las últimas semanas estuve yendo demasiado a la casa de Anton, donde a él se le había dado por preparar platos complejos cada vez que iba a verlo para distraernos. Y eso de alguna manera había alterado mi metabolismo.
—No lo sé, Salem —confesé—. Y no me importa. A esta altura sólo quiero darle paz.
—¿Qué quieres decir?
Me rasqué la pierna, incómoda.
—Le pedí a papá que la desconectara.
No lo miré. No me atreví a hacerlo. Me daba miedo su reacción, porque sabía que él la quería tanto o más que papá.
—Ah, ¿Tú también? —preguntó.
Me senté derecha.
—¿Yo también? —pregunté. Lo miré a él, miré a su helado y luego a él también—. ¿Tú también se lo has pedido?
Salem asintió y engulló otra cucharada de helado.
—Saco el tema todos los años —me confesó—. ¿Por qué crees que me evita tanto?
No pude evitar sentir pena por Salem. Todos estos años sufriendo solo y lidiando con ese tema por su cuenta.
Me hizo pensar que, si no me llevara tan mal con él, probablemente habríamos podido hablar de esto mucho tiempo atrás. Y no habríamos que tenido que atravesarlo cada uno por su cuenta.
Mi voz hizo eco en todo el salón. La casa estaba vacía, salvo por nosotros dos, porque mamá seguía trabajando y papá se había marchado el mismo día del concierto. No volvió a llamarme desde entonces.
—Será cuestión de tiempo —continuó él, sin querer ahondar mucho el en tema—. Ahora que tú también le insistes, tarde o temprano tendrá que escuchar. —Señaló al televisor—. ¿Esa noticia no es de hace cómo un mes?
Puse los pies sobre el sofá y me abracé las piernas. Mis medias estaban rotas.
Qué gran manera de pasar mi cumpleaños.
—Sí, pero han encontrado a Anton besándose con Sienna y acaban de hacer pública la relación. —Hice una pequeña mueca—. Así que están recapitulando todas sus relaciones.
Salem no se lo tomó a chiste como esperé. Desde la vez que nos vimos en el hospital con Jenna había comenzado a molestarme menos. Y ya no se hacía el idiota cada vez que me sucedía algo. Cuando atacaron a Amanda y vandalizaron mi cuarto, él me llamó para saber cómo estaba. Y ahora se tomó un tren de cuatro horas para venir a verme por mi cumpleaños y quedarse todo el fin de semana.
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Todo por el cliché
Novela JuvenilJodie acaba de entrar a la universidad con sólo una cosa en mente: cumplir su lista de clichés para ser la mejor protagonista de wattpad. Y graduarse, claro. -.-.-.-.-. Jodie tiene una doble vida, como Hannah Montana, y de día es estudiante, pero de...