28. Finalmente: el chisme completo

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Halloween es un mierda. El peor día del año, justo después del de los inocentes.

No asusta en absoluto, todos se gastan medio sueldo en decoraciones y disfraces, y yo sufro.

Estoy de broma. Amo Haloween. Me encanta disfrazarme.

Pero ¿Saben qué sí da miedo? Despertar al día siguiente en el cuarto de Mason, en la cama de Mason. Junto a Mason. Con uno de sus asquerosos y tóxicos calzones en la cara. Y recordar todo.

31 de octubre. 9.30 p.m.

El hecho de estarme maquillando tuvo que haber sido un indicio de lo mal que iba a salir todo. Era la primera vez en más o menos un año que me delineaba los ojos y estaba teniendo muchos problemas.

Delante del espejo del dormitorio, con Amanda observándome desde su cama con un libro en la mano, intentaba emparejar el desastre que había hecho en mi cara.

—¿Estás segura que no quieres ayuda? —preguntó la morena preocupada.

La observé desde el reflejo del espejo y negué. Ella estaba bonita, como siempre, disfrazada de una catrina.

Su corona redonda, cubierta de flores, era tan gruesa como un budín de pan. Su rostro estaba blanco por el maquillaje, y sus ojos tan negros, que a veces la vista me fallaba y creía que allí sólo habían cuencas vacías. Era muy creepy. Pero seguía estando bonita.

Yo me disfracé de Hermione Granger.

Era un poco obvio que iba a hacerlo. Tuvieron que haberla visto venir todos.

Pero tuve que reemplazar la túnica por una chaqueta de cuero negra, porque le quité la motocicleta a papá. Después de todo, él no volvería a sus oficinas hasta navidad. Y esto de usar una motocicleta me gustaba cada vez más.

—¿Por qué mierda me queda disparejo el maquillaje?

Amanda volvió a levantar la vista de su libro y miró mi reflejo. Llevaba mas de media hora intentando avanzar de la misma página, sin éxito, porque yo llevaba más de media hora soltando gruñidos de frustración.

—Eso pasa siempre. Descuida. Nadie lo notará. —Se resignó y cerró el libro—. Si tanto ibas a sufrir ¿Para qué te maquillas?

Me alcé de hombros. No quería decirle que iba a salir con Zack, porque...

—¿Vas a salir con Zack?

《Mierda》.

No es que tuviera segundas intenciones con él ni nada. Es sólo que ahora no sólo estaba evitando a Wes, a Amanda y a Serena. Sino también a Anton. Aún no sabía cómo responderle  su confesión. Sabía que él no esperaba nada, que ya se había hecho a la idea de que no podíamos estar juntos.

Y yo también sabía que en el fondo él me gustaba un poco. Pero no podía decirle eso. Aún no me recuperaba del rechazo de Wes y sabía que si me metía con Anton tendría que pasar por cosas diez veces peores. Todo el acoso, los contratos, el estar expuestos... no estaba preparada.

Y Zack era el único "amigo" que me quedaba.

—Pues, sí. —Dejé el delineador sobre mi mesa de noche y tomé la chaqueta—. Pero por lo que entendía, Wes y tú no se llevaban bien con él. Así que quise ahorrarme momentos incómodos. Pero al parecer hice algo mal, porque ahora estás incómoda y tal vez debería callarme.

Todo por el clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora