Adicta a tu manera de amar {AGUSLINA}

Capítulo 7

Luego de vestirme, baje para encontrarme a Gastón, Jorge y Agustín esperándome con los brazos cruzados por tardar más de 15 minutos. 

-Listo, lo siento por tardarme tanto- les digo mientras bajaba las escaleras.

-Aleluya, vamos que estamos atrasados- dijo mi hermano tomando las llaves del auto. 

-No te preocupes, tanta espera valió la pena, estas hermosa- me dice susurrando provocando en mí un escalofríos extranjero. 

-Ehhm, gracias- me ruborizo antes sus palabras y a él, al parecer era su objetivo. 

-Ehm, tortolitos nos tenemos que ir a buscar a Valentina- dice Jorge aclarando su garganta. 

Nos fuimos a buscar a Valentina, hoy tendríamos el auto lleno de individuos, ya que a la pobre se le reventó una llanta del auto y no tuvo tiempo de cambiarla. Gastón conducía, en el puesto de copiloto estaba Jorge, así que en la parte de atrás estaríamos Agus, Valen y yo, obviamente iría entre ellos dos. El camino al Blake estuvo silencioso y un poco pesado el ambiente, estos tres chicos estan tramando algo..

-Carolina...- me dice quitando un auricular de mi oído.

-!Ey!- le dijo haciendo puchero- estaba escuchando mi canción favorita, Agustín. 

-Lo lamento, al parecer es más importante que la sorpresa que tenía..- dice cabizbajo colocando de nuevo el auricular.

-¡¿Qué?¡ Perdón, soy una tonta, dime dime dime- dije pausando la música.

-Nada, sigue escuchando tu canción- dice tratando de controlar su risa, parecía una bebé suplicando.

-Agus, acaba y dime o me voy a molestar por siempre contigo- dije haciendo un puchero.

-Estabien, solo quiero que me escuches- le preste atencion- ¿Quieres ir a comer conmigo hoy? No sé, ¿Podemos ir al Black Coffee? 

-Ehm..- lo pensé por un momento, nunca había salido así con un chico- Claro me encantaría, pero no sé si a Gast...- me interrumpió.

-Tranquila- acomodando un mechón de cabello detrás de mi oreja- ya hable con él, ¿después de clases está bien?

-Estabien, entonces nos vemos después de clases- dije asintiendo.

Llegamos, nos estacionamos donde siempre. Nos bajamos y nos dirigimos a la entrada del Blake, los demás lo siguieron de corrido, al entrar él se despidió con un beso en la mejilla y se fue por su lado a alcanzar a mi hermano y yo por el mio a alcanzar a Valen y Jorge, aún no puedo creer que me haya invitado, pensé que nunca ocurriría pero ya Carolina no nos hagamos de ilusiones, veamos que pasa. Es una salida sumamente normal de amigos ¿o no? Me dirigí a mis clases. 

Agustín:

-¡Gastón!- le grite al chico pelinegro parado en su casillero hablando con Michael.

-Agustín, te tardes mucho- me dice despidiéndose de Michael. 

-Sí, me quede hablando con tu hermana y se me pasó el tiempo, por cierto...- le digo dudando un poco antes de decirle.

-¿Qué pasó?- me dice mientras me acompaña a mi casillero que queda a unos tres más lejos. 

-Pues, no sé si te molestes, pero...-no sabía cómo decirle, no sabía si le iba a molestar, al final iba a salir con su hermana. 

-¿Necesitas toda la vida para decirme? Habla- me dice impaciente.

-Invite a Carolina hoy a comer.- le dije rápido.

-¡¿Qué!?- me dijo Gastón con los ojos como platos. 

-Perdón, estuve mal, pude habertelo dicho antes, ella no tiene la culpa- me apresuro a decir- Si te molesta te prometo que yo lo cancelo, solo pensé que sería divertido compartir un rato con ella.  

-Agustín por Dios, es mi hermana, como me va a molestar, es genial- dijo dándome palmadas en el hombro.

-¿Qué? ¿No te vas a poner a defensiva?- le dije confundido.

-Obvio que no, escuchame Carolina podría tener fama de jugar con los sentimientos de los chicos pero nunca la había escuchado hablar tanto de un chico, en realidad jamás, por eso sé que eres un buen chico para ella. Sé que tus intenciones con ella la van a hacer cambiar Agus- dijo mirándome serio, posando su mano en mi hombro. 

-Bueno, gracias por aclararlo, no quería perder tu amistad por esto, y espero que sus intenciones conmigo sean igual de buenas- dije encogiendome de hombros. 

-Tranquilo, gracias a ti por ser sincero desde el principio, y estoy completamente seguro que sus intenciones si son buenas.- me dijo con obviedad- ¿A dónde la vas a llevar? Prometeme que me la vas a cuidar porque si no, lo mejor sera que desaparezcas antes de que te encuentre.

- ¡Ey Ey, Suave! Te lo prometo por mi vida que te la cuidare, iremos a una nueva cafetería cerca de la plaza cuando salgamos de clases- le dije para tranquilizarlo, luego no pude contener la risa. 

Al decirle eso, los dos reímos y nos dirigimos a nuestra clase.