Adicta a tu manera de amar {AGUSLINA}

Capítulo 46

Agustín

Me desperté debido a unos ruidos provenientes de la parte inferior de la casa. Revise mi despertador sobre mi mesa de noche y eran las 11:50 de la mañana. Magnifico, sábado y yo me despierto temprano.

Entre al baño, cepille mis dientes, peine mi cabello y baje aún en pijama.

-Buenos días padre- dije entrando a la cocina

-Buenos días hijo, adivina- dijo emocionado

-¿Cayó un meteorito en el Blake y no tendré que estudiar más?

-Eso quisieran todos pero no, Victoria está aquí ¡con el pequeño Alejandro!- dijo mientras servía unas tazas con té.-Por Dios hijo, es encantador, se parece mucho a ti cuando pequeño, igual de travieso. Cuando me llamó para decirme que venía estuve nervioso porque creí que me odiaría, pero no fue así. Nos hemos llevado super bien. 

-Ya estoy celoso, estoy perdiendo a mi padre- dije jugando- Iré a ver al chiquitín.

Salí de la cocina para dirigirme a la sala donde supongo estarían Victoria y Alejandro. Al llegar ella estaba sentada en el mueble jugando con su celular y el pequeño sentado en el suelo jugando con unos carritos. Es un lindin, tiene el cabello castaño rizado como Jorge, piel blanca y al verme, pude ver sus enormes ojos marrones. Se parecía mucho a Victoria aunque fuera adoptado, se levantó del suelo y se acercó a mí. 

-¿Eres Agustín?- dijo mirándome

-Si- dije dulcemente, mientras me ponía en cuclillas para estar a su altura- Y tú debes ser Alejandro

Asintió con la cabeza y volví a hablar- Eres más guapo de lo que me había dicho tu madre- comente guiñandole un ojo.

-Tú también eres muy lindo

-Gracias pequeño campeón- dije sonriendo

-Mi mamá me dijo que tú podrías ser mi hermano pero igual debo preguntarte. ¿Quieres ser mi hermano grande?- dijo sonriendo mostrandome que le faltaba un diente, se ve tan tierno. ¿En serio tenía 4 añitos? Habla como gente grande. 

-Déjame ver...- hice mueca para parecer que estaba pensando- ¡Claro que quiero!

El pequeño pegó un grito y se lanzó a mis brazos, lo recibí gustoso y lo levanté del suelo, alzandolo. Es demasiado tierno que me ablanda el corazón. 

-¿Quieres jugar a las carreras conmigo?- dijo una vez lo deje en el piso, tomándome la mano y arrastrándome hacia donde tenía sus juguetes.

-Seguro que sí- dije y nos sentamos mientras jugábamos.

Al parecer todos los autos de juguetes tenían desperfectos mecánicos, por eso soy el mecánico de carreras. Noten mi sarcasmo por favor. Alejandro hizo que le quitara todas las llantas a los autos para verificarlas como veinte y cinco veces. Cuando estaba por volver a hacerlo, me excuse un momento para ir en busca de mi celular, debía escribirle a Carolina a no ser que la señorita controladora ya haya explotado mi bandeja de notificaciones de mensajes.

Cuando llegue a la habitación, agarro mi celular de la mesa de noche donde lo había dejado cargando y volví a bajar. En el camino iba revisando y tenía 7 mensajes de mi hermosa novia. 

Caro Kope: Buenos días, ¿Cómo amaneció el novio más hermoso del universo?

Caro Kope: ¿No te has levantado? Eres un dormilón al extremo.

Caro Kope: ¡Son las 12:10 de la tarde! Levántate mi parásito inservible

Caro Kope: ¿En serio estás durmiendo? ¡RESPÓNDEME AHORA AGUSTÍN ARIEL BERNASCONI!