Capítulo 27

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Ya creo que saben quienes son los culpables de despertarme... -exacto los molestos rayos- No sé porque no comprar unas buenas cortinas para impedirles la entrada, pero yo no soy responsable de esos asuntos.. A lo que vinimos 

Me levanté y me fui directo al baño a tomar una ducha y cepillar mis dientes, solo que quedaba este día por soportar a la mujercita esa porque ya mañana volvería con mi padre y mi novia. Luego de vestirme con unos jeans gastados, camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra. Baje a desayunar.

-Buenos días a todos- dije dándole una especial sonrisa falsa a Claudia quien me la devolvió de la misma forma. 

-Buenos días mi morocho despeinado, tu desayuno está servido ya, siéntate antes de que se te enfríe- me dijo Shari acercándose a mí y dándome un abrazo- ¡Que rápido paso el tiempo! No quiero que te vayas, esto me pone muy triste. 

-Tranquila tía, tenemos un día entero juntos- le dije dandole un abrazo consolandola, esto también me ponía triste, no quería dejarla. 

-Buenos días mi pequeño saltamontes, toma asiento para que comas con tu madre y con nosotras. 

-Si, me fascina la emocionante idea de comer junto a mi "madre"- dije con sarcasmo. 

-Agus... no empecemos con lo mismo de nuevo- dijo mi abuela regañandome

-¿Qué no empiece qué, abuela? Estoy diciendo que me fascina la grandiosa idea de comer junto a la mujer que me dio la vida- dije de nuevo en sarcasmo y mi abuela me miró desaprobatoriamente.

-Oh Kinka, dejalo. Me hubiera encantado llevarme bien con mi hijo, pero al parecer él no quiere cooperar, así que tendré que entenderlo- dijo tomándole la mano a mi abuela, con cara triste muy mal disimulada, posó su mirada en mi- Yo siempre te voy a querer Agustín, siempre lo he hecho. 

-No puedo con tantas mentiras e hipocresía, lo lamento mucho abuela, nos vemos después- dije saliendo de la casa. 

Camine sin rumbo alguno, no tenía ánimo de ir a ningún sitio en específico, solo tenia ganas de despejar la mente y olvidarme de todo la mierda que me rodea. Casi no sabía de Carolina ni de mi padre, no quería dejar a mi tía aquí, me dolía no poder tener una buena relación con mi abuela, y no es su culpa pero definitivamente con la presencia de la malparida de Claudia, no controlaba nada de mis pensamientos. 

Llegue a un parque y me senté en un banco cerca de la fuente, hacia frío y no había tantas personas, era extraño. Saqué mi celular y tenía tres mensajes en Whatsapp: De Carolina, de Karol y de mi abuela Kinka. 

Leí los primeros dos y deje el de mi princesa para lo último para responderlo con más tranquilidad. 

Abu Kinka: ¿Dónde estas? Estoy cansada de todo tu escándalo Agustín, desde que llegaste no le has dado ni una sola oportunidad a tu madre, ella en serio quiere llevarse bien contigo y recuperar el tiempo perdido. 

¿De todo mi escándalo? Por Dios, si ella entendiera todo el dolor que me ha causado todo lo que escuche el día anterior y de la peor forma me enteré del motivo por la cual nos abandonó. Si ella lo supiera...

Yo: Dejame ver cómo te puedo explicar y llegues a entender lo que pienso... La mujer a la cual tu dices que es mi madre es la que no colabora al parecer, jamás podría llevarme bien con una mujer a la cual no le importo pensar dejarme en un orfanato cuando nací, la mujer que no le importo un carajo que tenía una familia esperándola con los brazos abiertos, que mi padre sufriera o las consecuencias que yo pagaría por eso. La odio y eso nunca va a cambiar... Por cierto, tranquila que todo mi escándalo se acabará mañana. 

Era mi abuela, pero la rabia y el coraje que recorría mi cuerpo fue quienes escribieron ese mensaje por mi. No soportaba esto, menos que mi abuela me culpará a mí de todo. 

Sin pensar más, lei los otros mensajes que tenía.

Karol Sevilla: Hola Tin, ¿Salimos hoy? Si no me equivoco te vas mañana. Quiero hablar contigo, déjame saber cualquier cosa. 

Yo: Estoy en el parque a dos cuadras de la casa de mi abuela ¿Llegas?

Antes de que pudiera revisar el mensaje de mi novia, Karol ya había respondido.

Karol Sevilla: en 15 minutos estoy allí.

Sonreí. Ella siempre fue así, a pesar de todo, siempre atenta y puntual conmigo.

Revise el mensaje de Carolina y mi sonrisa creció en instantes. 

Mi princesa: Te extraño demasiado hermoso, estoy deseando que este día pase en un abrir y cerrar de ojos y ya sea mañana para ver esa hermosa sonrisa que tienes ahora mismo. Te estaré esperando en el aeropuerto con Gastón. Te quiero muchísimo mi rey.♡

Yo: Te extraño muchísimo más hermosura tropical, no sabes cuanto te he necesitado en estos días grises tan horribles que he pasado. Esa mujercita que se llama ser mi madre es... UNA MALDITA MALPARIDA. Te quiero mucho, ya te quiero ver pequeña.♡

A los pocos minutos respondió

Mi princesa: Paciencia mi rey, ya mañana terminará esa pesadilla, ya me contarás todo con detalles. Nos vemos que tengo que ir a mis clases de boxeo.♡

No respondí, ya quería ver a mi enana. También quisiera saber que hizo durante todo el fin de semana que no estuve...

A los pocos minutos llego Karol, estaba bella, no podía negarlo. Al parecer este tiempo la hizo recapacitar sobre sus errores, pero ya no la veía de la misma manera que siempre, ahora solo quería a mi novia, mi Carolina. 





















Adicta a tu manera de amar {AGUSLINA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora