Adicta a tu manera de amar {AGUSLINA}

Capítulo 18

Agustín: 

Me fui directamente a mi casa hecho una mierda, no podía creer que Carolina me haya hecho esto, la mayoría de las veces los hombres son lo más comunes en hacerlo, pero una mujer y dejarlo saber frente a todo el estudiantado, duele mucho. Creí que todo iba bien, creí que ella por fin había cambiado, creí que tenía la posibilidad de volver a confiar en una mujer y que todo entre nosotros era tan importante para ella como para mi, pero no fue así, ella solo jugo conmigo como con todos... 

La entrada de Gastón en mi habitación me sacó de mis pensamientos, aunque no quería hablar con nadie, agradecía que Gastón estuviera aquí.

-Agus, lamento tanto lo que pasó... yo, yo no sabía nada- me dice sentándose junto a mi en la cama.

-Tranquilo Gas, el daño ya está realizado. 

-Carolina está destrozada, ella no quería...- lo interrumpi antes de que termine de hablar, lo menos que quiero es que venga y me diga que lo menos que quería hacer su hermana era hacerme daño

-Mira Gastón, eres mi mejor amigo, de verdad apreció tu amistad y te agradezco que estés aquí en vez de estar apoyando a tu hermana, pero lo menos que quiero en este preciso momento es que me hables de ella porque... porque me duele demasiado- no puedo evitar romper en llanto mientras Gastón me abraza. 

-Lo sé campeón, lo siento. Solo quiero que sepas que ella está igual de triste como tú en este momento, ella no quería Agus, pero ese no es el caso. Ahora el que importa eres tú.

-No entiendo porque si todo estaba perfecto entre nosotros ella viene y lo jode de esa manera y más con el cabrón de Ruggero.

-No te puedo decir que así son las mujeres, porque mi hermana siempre hace las cosas al revés, pero ahora lo importante es que tú descanses, pienso que deberían hablar Agustín, ustedes deberían aclarar las cosas. 

-No tengo nada de qué hablar con ella, me quedo clarísimo todo.

-No, no esta nada de claro Agustín, trágate el maldito orgullo de macho alfa, tienen que hablar y aclarar si van a arreglar las cosas o terminar con todo. 

Aunque no quería aceptarlo, Gastón tenía razón, tenía que hablar con Carolina y terminar con esto de una sola vez, quería que me explicará porque fue tan ingenua al destruir lo que estábamos construyendo con tanto esmero. 

-Si, tienes toda la razón solo... solo que no estoy seguro de querer hablar con ella ahora.

-Tienes que hacerlo compa, no esperes mucho tiempo. Debo irme, mi padre debe estar por llegar y prometí estar en casa para la cena, llamame cualquier cosa y ya no llores más, te vez terriblemente fatal- logra que me sonría débilmente- Todo estará bien, ya verás. Nos vemos

-Ojalá todo fuera tan fácil como se escucha, nos vemos mañana

Nos despedimos y él se fue, hoy no era mi mejor día, definitivamente todo me había salido mal, estaba decepcionado y triste por las acciones de Carolina, estaba realmente afectado y aún no creía como lo que te hace feliz puede acabarse en tan solo un abrir y cerrar de ojos. En el fondo lo único que quiero en este preciso momento es tener una máquina del tiempo y retroceder hasta llegar al momento donde mi relación solo existía la felicidad.  

Luego de tantos análisis y llorar por fin me quedé completamente dormido. 

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A la mañana siguiente, ir al Blake fue la peor de las torturas, lo menos que quería era ver a Carolina, pero mis pensamientos me traicionaron y ahí estaba ella, como todas las mañanas con su llamada de "buenos días" para recogerla. 

-Hola- dijo al responderle la llamada.

-¿Qué haces llamando Carolina?

-Necesitamos hablar Agustín, por favor déjame explicarte las cosas

-¿Qué me vas a explicar? ¿Qué no lograste estar con un solo chico ni un mes y elegiste tu antigua vida? No sé a ti, pero a mi me quedo sumamente claro que preferiste a la Carolina llena de hombres que a la Carolina que era feliz junto a mi. 

-Eso no es cierto y te estoy llamando ¿no? Si lo hago es porque sigo eligiendo a la Carolina que es feliz junto a ti, mi rey por el amor a Dios, perdóname, sé que me deje besar por Ruggero pero fue un error, yo solo quiero estar contigo.- en su voz era notable que se le estaba formando un nudo en la garganta. 

No pude aguantar las ganas de llorar al escucharla desanimada explicando detalle por detalle... AY DIOS, mi pequeña está llorando... Pero me cuesta creer... Basta Agustín, que no se te olvide la razón de tu tristeza interna.

-¿Por qué? Aún no lo entiendo, porque tuviste que destrozar en miles de pedazos lo que veniamos construyendo con tanto esmero, yo... yo te estaba dando lo mejor de mi, ¿lo sabías? Te di mi confianza para arriesgarme por nuestro amor. Trate de ser lo que necesitabas pero ya me pude dar cuenta que no fue suficiente

-Agustín yo...

-Tú nada, tú nada Carolina, sobra decir que entre nosotros no queda absolutamente nada, nada más que recuerdos, adiós.- iba a colgar la llamada pero su voz me detuvo. 

-No Agus... por favor, dame una oportunidad, por favor

-No- dije lo más cortante posible

-Te estoy suplicando Agustín Bernasconi... por favor no me dejes

-Hagamos algo ¿si? Yo.. yo necesito pensarlo y analizarlo con mayor detenimiento ¿ok? Si decido ir hacia ti el sábado al finalizar mi juego, es porque te daré una oportunidad y si no voy, prometeme que vas a respetar mi decisión y cada uno seguirá con su vida. 

-Ok, lo prometo, espero verte frente a mi... y no te preocupes, iré por mi cuenta al Blake. 

Dicho esto, colgué la llamada y me subí a mi auto a buscar desayuno por alguna panadería cercana, conduje hasta el Blake sintiéndome jodidamente solo, estaba seguro que esta semana sería sumamente difícil y una tremenda mierda, sin Carolina, nada sería como yo lo quisiera...