Adicta a tu manera de amar {AGUSLINA}

Capítulo 17

-Chica ¡al fin nos vemos!, desde que estás de novia no me has visitado y no me he podido desahogar de mis cosas de chicas- me dijo Valen cuando entre a su casa- aunque este tiempo me he dado cuenta de lo tontas que somos cuando se nos agotan los maquillajes. 

Jorge ya estaba ahí, ignorando los comentarios absolutamente tontos de Valentina, respondiendole con un simple cabeceo como si la estuviera escuchando, lo salude dandole un abrazo y un beso en la mejilla.

-¿Qué haremos hoy?- dije

-A ver Kope, ¿por qué no estás con el Bernasconi?- dijo Jorgito

-Él estaba agotado de los juegos de ayer y hoy está haciendo no sé que diablos con su padre- dije encogiendome de hombros.

-Osea, ¿por eso viniste a pasar la tarde con nosotros? Eso está mal chiquita- dijo Valentina tratando de parecer ofendida. 

-Algo así- contesté riéndome y los dos se miraron poniendo la boca en forma de "O" si tuviera una cámara les tomaría una buena fotografía por lo idiota que se veían.

Pasamos toda la tarde viendo películas de acción gracias a Jorge, me sentía una completa vegetal de lo aburrida que estaba, pero todo por ver a Jorgito feliz. 

Luego de que el marremoto de rulos oscuros-osea Jorgito- se fuera decidimos hablar de nuestras conversaciones de chicas y continuar nuestra serie de mejores amigas, sin presumir siempre tengo la habilidad de saber los finales. Estuvimos discutiendo sobre que chico era más guapo. 

Cuando empezó a anochecer decidí irme a mi casa, no sin antes recordarle a Valentina que tenía que ir preparada para las presentaciones de Oratoria del colegio. Ella es la mejor en Literatura y por eso le han becado, pero la chica salió humilde y no quiere abusar según ella. 

Llegue a mi casa y mi padre estaba sentado en el sofa. 

-Hola papá, creí que tenías guardia- le dije y me senté junto a él. 

-No, hoy no- dijo con su mirada aún en el periódico.

-Bueno, iré a darme una ducha- dije levantandome del sofá. 

-Está bien hijita, que descanses bien mi vida- dijo lanzándome un beso volador.  

Odio que me diga hijita, me hace sentir más pequeña de lo que soy, pero a la vez busca la manera de subirme los ánimos con el "mi vida" así es su manera de demostrarme que me quiere.

Subí a mi habitación sin decirle más nada a mi padre, era triste que a pesar de que teníamos todo lo que todos pudieran desear, no teníamos ese amor ni unión familiar, si bastante melancólico. 

Luego de ducharme, me puse mi pijama de conejito y me acosté. Decidí mandarle un mensaje a Agustín avisando que ya había llegado, ya que si no le avisaba nada se volvería un loco maniático. 

Yo: Amorcito, llegue. Te quiero, buenas noches.♡

No espere su respuesta y puse mi celular a cargar, me acomode mejor en la cama encontrando la comodidad, estaba tan cansada que de inmediato quedé profundamente dormida como palo. 

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Me levante debido a los rayitos del sol que se colaban a través de la pequeña ventana de mi habitación, cómo odiaba las mañanas, no saben el placer que me da dormir hasta tarde, pero si no fuera por el encantador hombre que me espera en la puerta de mi casa podría seguir durmiendo cuatro décadas y más.  

Me levante, tome una ducha rápida, me vestí y baje corriendo, ya sé, estoy tardísimo. Agustín me va a matar con la tentadora mirada. 

-Buenos días papá, buenos días Gastoncito- dije tomando una naranja y corriendo fuera de la casa, no me daría tiempo de desayunar.