Capítulo 48

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Carolina 

El molesto ruido de mi alarma me indicó que debía levantarme para ir al Blake. Lo tiró al piso para apagarlo y me quedó acostada mientras frotó mis ojos, me levanto aún con suficiente sueño para hacerme la enferma y me dirigí al baño. 

Luego de haber cepillado mis dientes y haber tomado una refrescante ducha, me colocó el fastidio uniforme del Blake, me ató el cabello en una coleta alta, tomo mi mochila y mi celular que se encontraba encima de la mesita de noche para salir de mi habitación.

Entró a la cocina en la que solo se encuentra mi hermano desayunando avena.

-¿Y papá?- le preguntó sentándome frente a él.

-Se acaba de ir- dijo encogiéndose de hombros mientras llevaba una cucharada a su boca- Ahí está el tuyo, lo acabe de servir cuando escuche que estabas bajando. -

-Uhm, al parecer alguien se levantó con muchas energías- dije tomando el plato. 

Él solo se encogió de hombros, estaba extraño, se supone que el Gastón normal es quien taladra mi cerebro todas las mañanas porque no deja de hablar, pero el Gastón que estaba sentado aquí justo ahora solo ha dicho unas poquitas palabras y de resto está sumido en sus pensamientos. 

-¿Te pasa algo hermanito?- pregunte ya que solo miraba su desayuno

-No, ya me voy, te adoro- dijo levantándose y dándome un beso en la coronilla de la cabeza para luego salir de la cocina. 

Ok... esto fue muy extraño. Tomo mi celular y le escribo un mensaje a mi novio

Yo: Buenos días mi amor, espero que estes bien... ¿Podríamos ir juntos al Blake?

Deje su conversación abierta esperando a que respondiera mientras seguía terminando mi desayuno y a los pocos minutos llegó su contestación.

Mi morocho: No sabes cuanto soñe con levantarme con tus buenos días sin gritarme. Si mi amor, te pasó a buscar en 5 minutos, estoy desayunando

Le respondo con un "ok, te espero". Termino mi desayuno, friego los platos y me voy a la sala a ver las noticias mientras espero a Agus. Me preocupa mucho mi hermano, él no es ese tipo de persona de levantarse sin ánimos, al contrario es una persona alegre. Algo tuvo que haberle sucedido y no me ha querido decir, espero que no sea nada relacionado con la estúpida de Chiara si es que no quiere que la mate. Escuche el claxón del auto de mi novio provocando salir de mis pensamientos. 

Busco las llaves para cerrar la casa y caminó hasta el auto donde me esperaba el morocho sonriendo y sus lentes de sol, un día de estos me va a matar de lo hermosos que es. 

-Hola mi amor- dijo al llegar a mi puesto y dándome un beso en los labios.

-Hola mi vida- dije sonriéndole, es tan hermoso.

-¿No se te queda nada?

-Mis ganas de dormir- dije sarcástica, causando que ambos comenzaramos a reír- por cierto, te quedan hermosos esos lentes.

-Lo sé mi amor

-Ay pero miren quien se levantó egocéntrico en el día de hoy- dije alzando una ceja

-Actitud aprendida de la mejor profesora del mundo- dijo dándome un beso en el dorso de la mano- ¿Vamos?

-Vamos- dije y él encendió el auto para irnos directamente al Blake.

Estacionamos el auto y al bajarnos pude ver que la maldita de Malena venía llegando también. ¿Qué? Todavía no me cae bien. Agustín siguió caminando sin esperar a que bajara mi mochila del auto.

Adicta a tu manera de amar {AGUSLINA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora