Capítulo 14

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Agustín

Me desperté en la mañana por los rayos del sol directamente a los ojos, es domingo y tener que levantarnos temprano no la hace. Luego de varios minutos buscando energías recordé que estaba en casa de Gastón, eso significa que mi morocha también estaba por ahí.

Me levanto delicadamente para no despertar a Jorgito que está tirando en el suelo, lo más probable Gastón lo tumbó mientras dormía. Fui a revisar mi celular, tenía varias notificaciones pero no eran importantes. Baje a la cocina a prepararme un café, al llegar veo una notita en la puerta del refrigerador.

Al fin te despiertas bello durmiente, prepárame unos hot cakes y subes a mi habitación, tenemos que hablar. Te quiero💓

¿Tenemos que hablar? Esta chiquilla me esta asustando ¿qué hice mal? ¿Habré roncado demasiado fuerte que no la deje dormir? Bueno dejame hacerle los mejores hot cakes que pueda para que me perdone de lo que sea que haya hecho mal. Puse la cafetera mientras cortaba algunas frutillas. Subí a su habitación sumamente nervioso, al entrar estaba durmiendo la morsa está.

-Buen día princesita- le susurre en el oído y besando su frente.

-Heburn damie dfj...- empezó a decir incoherencias mientras luchaba con la almohada.

-Levántate nena o me como el desayuno- dije sarcástico

-Agg.. déjame tranquila estúpi...- dijo mientras abría los ojos, al verme se arrepintió de haber gritado- Ay perdón perdón, pensé que eras el imbécil de mi hermano.

-Esta bien malcriada, entre nosotros, es cierto que es medio imbécil- dije sonriendo- Aquí esta tu pedido ballena.

-Oye.. sé que como mucho pero no hay que ofender a mi familia- dijo golpeando levemente mi hombro.

-¿De qué tenemos que hablar?- digo nervioso mientras colocaba un mechón de su cabello detrás de su oreja.

-¿Estás asustado?- dice seriamente- es muy serio Sr. Bernasconi.

-No, no estoy asustado Srta. Kopelioff, solo me extraña porque no suelo hacer errores.

-Bueno... creo que te equivocas...

-¿A qué te refieres?- dije mirándola fijamente

-Cometiste un pequeño gran error- dice arrugando su frente.

-¿Podrías ir al grano señorita?

-Cometiste el error de alterar mi vida y no pude dejar de extrañarte desde ayer- dijo tratando de fingir un puchero de enojo.- Por eso, tenemos un picnic en el parque, no puedes faltar.

¿Ayy, es en serio? Me hace todo este escándalo provocando que me muera de los nervios, mi cerebro estaba maquinando todos los actos que tuvimos ayer para decirme que me extraño... es que te juro que no me cansare jamás de quererla.

-¿Un picnic? Si eso quieres, eso tendrás hermosura.- le dije abrazándola- tú también me alteraste y no ando por la vida reclamandolo.

-Deja de hablar tonto y vete a tu casa que tienes un olorcito bastante bueno..- dijo haciendo una mueca de asco.

-Bueno, pues adiós amargada- dije levantándome pero algo me detuvo.

-Mira quien habla de amargado, ¿quieres un beso para endulzarte la vida?

-Lo que se ve, no se pregunta querida- le robe un beso y salí rápido de la habitación.

Bajando las escaleras sin caerme y busco mis llaves en la sala para irme a mi casa a darme una larga ducha, y si pudiera tomaría una siesta antes de salir, pero yo soy como los koalas, si pego la cabeza en la cama no hay quien me saqué de allí. Me encuentro a Jorge y Gastón en la cocina tomando café. Me despido de ellos y me fui directamente.

Adicta a tu manera de amar {AGUSLINA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora