Capítulo 12

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Carolina apenas entre al auto me fulminó con la mirada de arriba abajo para ver mi outfit terminando el acto con una sonrisa. 

-Pensé que ya no vendrías- me dijo dándome un beso en la mejilla

-¿Y dejarte sola? Nunca, se me hizo un poco tarde por estar hablando con tu hermano sobre videojuegos, lo siento- dije mirándola. 

No espere a que respondiera ya que rodó los ojos, salude a los chicos y comenzamos hablar de la película que veríamos. Estaba nervioso y quizás ella lo notaba un poco. Cuando llegamos, nos bajamos del auto y como todo un caballero ¡bien cliché! le abrí su puerta, la tome de la mano y nos dirigimos al cine a esperar a que Valentina llegará. 

Al llegar compramos las entradas, las palomitas y los refrescos. Los chicos quisieron ver una película de horror, al parecer para dejarme a solas con la morocha, gracias Jorgito te debo una. Carolina eligió una de romance, y no me pude negar porque sino me picaría en pedacitos y me vendería a la China. Entramos a la sala y nos sentamos en los asientos de arriba para tener mejor visión, estuvimos riendo, llorando o mejor dicho Carolina llorando por la muerte del protagonista. Cuando estábamos a la mitad de la película recibí un mensaje de Gastón 

Gastón: Agus ya estoy terminando de verificar las cosas, no te preocupes todo esta bien, avisame cuando vengan. Cuidate bro. 

Que bello es mi mejor amigo, me lo como de lo dulce que es. 

La película ya casi terminaba y mis nervios estaban cada vez más extremos, no sabía como reaccionaría, estaba demasiado nervioso, yo jamás tuve que hacer esto por nadie.

Seguimos viendo la película con mi morocha hasta que terminó y salimos del cine, cuando estábamos afuera ella necesitaba ir al baño y yo la espere afuera, mientras la esperaba le escribí a Gastón.

Yo: Casi-cuñi, gracias por ayudarme y apoyarme en esta nueva oportunidad. Ya vamos de camino

Inmediatamente llegó su respuesta

Gastón: Ok, vamos de salida. Gracias a ti bro, por darle la oportunidad a mi hermanita. Mucha suerte, cuidate.

Cuando estaba por responderle a Gastón, Carolina apareció.

-¿Y ahora que vamos a hacer? No quiero irme a casa tan temprano- me dijo ella y me facilitó el trabajo.

-Bueno... podemos subir a la terraza, me han dicho que la vista es hermosa- no sé como fluyeron las palabras porque por dentro estoy temblando del miedo. 

-Bueno, si tú lo dices... vamos- me dijo y me agarró de la mano, no sabía como explicar lo que sentía cuando Carolina me agarraba, pero era algo que jamás había sentido en mi vida. Esta chiquilla me tiene mal de lo cursi que me pone. 

Subimos a la terraza y yo estaba temblando de los nervios, ella se veía tranquila, ni se imagina lo que le espera en los próximos momentos... 

Carolina:

Íbamos subiendo a la terraza del centro comercial, jamás había subido, las pocas veces que he venido desde que vivo aquí han sido por los cumpleaños de los vecinitos, aunque nunca había venido por la noche. 

Agustín estaba un poco extraño, estaba temblando y podía notar que estaba nervioso. Él no es así. Subimos a la terraza y un guardía parado en la puerta nos habló. 

-Disculpen, la terraza está cerrada para una reservación en la noche de hoy, no pueden entrar- nos dijo el hombre vestido de negro.

Lástima que no pudimos entrar, quería observar esa maravillosa vista estrellada junto a Agus.

-Con su permiso- empezó a decir el morocho que me acompañaba- Nosotros somos los de la reservación.  

¿Qué? ¿Cómo que somos los de la reservación?  No entiendo porque Agustín dijo eso. 

El guardía de seguridad empezó a hablar con Agustín y luego sacó una carpeta oscura donde verificaba si la información que Agus había dicho era correcta. El hombre asintió y nos dejo pasar. 

-¿Qué fue eso?- pregunté apenas estuve a solas con él.

-Tranquila, nada- me dijo rápido.

Cuando entramos no lo podía creer, estaba todo lleno de mis flores favoritas y velas. Había una mesa para dos. No lo podía creer Agustín había organizado una cena romántica para nosotros. 

Estaba totalmente anonadada y sorprendida, las palabras no salían de mi boca, todo estaba detalladamente tan hermoso, romántico, en conclusión era un sueño. Mire a Agustín aún con la boca en una perfecta "O" y él me sonrió.

-¿Te gusta?- me preguntó- Lo hice con mucho cariño para ti

¿Qué si me gustaba? Me fascinaba.

-Agus esto es... es un sueño- dije honesta mientras observaba todo a mi alrededor.

-¿Nos sentamos?- me preguntó señalando las sillas. 

-Claro- dije y él me ayudó a sentar.

Nos sentamos y un señor nos sirvió nuestra comida, estuvimos hablando de muchísimas cosas sobre nosotros, la estábamos pasando fantástico hasta que él comenzó a hablar.

-Carolina yo... yo organize esta cena porque quiero pedirte algo- dijo y sus nervios se notaban desde la Luna- Desde que te conocí, no hago más que pensar en ti... y sé que al llegar al Blake no fui nada simpático contigo, y todo por el miedo a volver a darle mi confianza a una mujer, me había declarado no volverme a enamorar y luego llegas tú y me haces querer todo contigo Carolina, al llegar al instituto todos comentaba que eras una cualquiera que solo buscabas jugar con los sentimientos de todo quien se posará en tu camino, pero algo en ti cambio y me dio el valor de darnos una oportunidad en la vida. Jamás en toda mi puta vida había pensado tanto una chica y es que eres tan dulce y amargada, tan inocente y atrevida, tan sencilla y complicada que, ¿cómo no quererte? Jamás me imagine dormir con una chica abrazados sin hacer nada y contigo fue tan único y especial que podría repetirlo millones de veces y no me cansare, jamás tuve ni quise hacer esto por nadie Carolina y contigo me dan ganas de llevarte al cielo y comprobar de que existen los unicornios multicolor y muchas cosas más. Por el amor a Dios, mírame, hasta cursi me has convertido- dijo negando con su cabeza divertido- Lo que quiero decirte es...- Agustín hizo una señal hacia mi espalda, al voltearme veo caer una inmensa pancarta con "¿quieres ser mi novia?" y yo solo estaba con los ojos aguados- Que dices ¿quieres ser mi primera, única y última novia?- me agarró de las manos y me mira con sus ojos llenos de esperanzas. 

No sabía que responder, estaba demasiado sorprendida, me gustaba este hombre pero ¿ser su novia? ¿amarrarme a una relación? Carajo Carolina por el amor a Dios mira lo que hizo por ti- mi conciencia me insultaba.

Mire a Agustín que me miraba fijamente serio esperando una respuesta de mi parte. 

-Agustin yo... 

















Adicta a tu manera de amar {AGUSLINA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora