Capítulo 39

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Agustín

Luego del almuerzo me dirigí a mi próxima clase. Me tocaba Música, camine por los pasillos solos y con uno de mis mejores amigos pensando en Carolina. 

Hablando de la reina de Roma, venía caminando en dirección opuesta a mi, con una sonrisa. Al verme, se sorprendió pero rápidamente lo disimuló con un guiño. ¡Dios! ¿Por qué me pongo nervioso? Comencé a caminar más lento de lo usual, no sabia si debia acercarme. Ella lo hizo, se paró frente a mi, es tan gracioso porque se ve bien pequeña. 

-Hola- dijo sonriendo, parecía nerviosa

-Hola- dije de vuelta

-Tienes... ehm.. digo... ¿vas a clases?- preguntó colocándose un mechón detrás de la oreja.

-Ehm.. si, tengo Música- dije mirándola a los ojos sonriendo, se veía tan tierna nerviosa. 

-Ah.. esta bien, nos vemos por ahi. Te veo luego morocho-dijo parándose en puntillas para darme un beso en la mejilla y caminando de nuevo en dirección opuesta.

La verdad estaba un poco decepcionado, quería hablar más con ella y tal vez tenía la esperanza de que me invitará a salir o algo. Debo admitir que fue totalmente incómodo, ambos estábamos bastante nerviosos y eso no nos ayuda en nada. 

Sigo caminando a mi clase, entró y busco uno de los asientos de la última fila. Nunca me ha gustado ir de primero. A medida que voy caminando por el salón, veo encima de una de las mesas, una cajita y una notita. Supe que era para mi porque afuera de la carta estaba escrito mi nombre en letra cursiva, obviamente no era de Carolina. Probablemente de Jorge, aunque no lo crean... él escribe como nena. 

Me acerque rápidamente y abrí la caja. Era un reloj color negro con detalle en oro. Por la parte de atrás tenía grabado en una letra delicada y cursiva "Solo tuya CK". Definitivamente si esta mujer seguía con estos regalos, me mataría de un patatus. Con razón venía de aquí y al verme se puso bien nerviosa. 

Abrí la carta y definitivamente esta si era su letra

"Este reloj es un símbolo de que mi corazón te pertenece, también que siempre que me necesites, no importa la hora estaré para ti. Hoy, mañana y siempre. Eres todo para mi, te quiero mi morocho, dame una oportunidad y acepta una cita conmigo. Carolina."

¿Cómo no darle una oportunidad? Si la quiero tanto. Emocionado me colocó el reloj y guardo lo demás en mi mochila, otra fotografía y otra nota para la colección.

Quería esperar y decirle a Carolina que acepto ir a la cita en persona, pero la ansiedad me consume y el tiempo esta pasando demasiado lento. Tomo mi celular y tecleo un mensaje a ella.

Yo: Ahora mismo no tengo un regalo que deje en claro que mi corazón te pertenece, pero espero que con yo decirtelo, lo tengas claro. MI TUCU TUCU TE PERTENECE. Y por supuesto que acepto ir a una cita contigo.

Estoy muy feliz por como las cosas se han ido desarrollando y arreglando entre Carolina y yo. A los pocos minutos, mi celular suena indicando un mensaje.

Caro Kope: No sabes lo malditamente feliz que me hace leer eso. Creo que mandare a imprimir y enmarcar este mensaje para colocarlo en mi habitación. Se vería extremadamente brutal. ¿Te paso a buscar o tú me buscas? Decide tú. 

Yo: Eres tan escandalosa y exagerada pero así te quiero. No te preocupes, yo te paso a buscar a las 8 ¿Te parece bien?

Caro Kope: Me parece excelente esa hora.

Guarde mi celular al ver que no tenía que responderle, decidí concentrarme en lo que quedaba de clase. Estaba tan feliz por tener mi salida con Carolina que... ¡mierda! Tengo que ir a comprarme algo para usar hoy, no tengo nada. Tengo que ir al centro comercial urgentemente. 

Adicta a tu manera de amar {AGUSLINA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora