Ocho

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"No te vuelvas acercar a , alfa"

Las palabras de Liam retumbaban dentro de su cabeza, torturándolo a cada segundo. La impotencia de no poder encontrarlo y de pensar que cosas podría hacerle Jack, era como una daga que se enterraba segundo a segundo en su corazón.

La culpa le golpeaba dentro, le comía como fuego lento. Su lobo interior rugía cada vez que la imagen de su omega aparecía en su cabeza. Deseaba poder verle como antes, cuando llegaba del instituto y corría hacia él con una gran sonrisa, cuando lo abrazaba y el Omega se encargaba de dejar su ropa impregnada de su exquisito aroma que hacía a su alfa enloquecer.

Zayn no podía hacer otra cosa que culparse.

Y es que era verdad, no haberlo reclamado como su omega había sido peor que ocultar el secreto por tantos años. Su deber era protegerlo, amarlo y cuidarlo, ahora no podía hacerlo, porque estaba en las manos de Jack.

Zayn froto su rostro, molesto.

La fotografía del omega reposaba sobre el escritorio, las grandes letras resaltaban con honor, recordándole la consecuencia de su error, matandolo lentamente.

Jack era conocido como un alfa egocéntrico, su crueldad era su poder y la piedad no existía en su vocabulario. Liam estaba en peligro, no podía hacer nada, había sido un movimiento demasiado inteligente por parte del hombre.

Llevarse al chico a su territorio fue como una emboscada, Zayn no tenía el derecho de ingresar a las tierras del alfa sin el consentimiento del mismo. Jack no le daría permiso de entrar para rescatar a su omega, la única manera de que el alfa le permitiera entrar, sería para que entregara la manada y eso no pasaría.

Aunque ganas no le faltaban para entregarla, se negaba a fallarle así a su pequeña manada y además él sabía que Jack era un jugador de primera

Esperar era lo último que quería, pero era lo mejor que debía hacer ahora.

Desde el día anterior no había salido de su oficina, descansar no estaba en sus planes. Tampoco se había duchado, ni había ingresado a su habitación, no podía entrar a aquel lugar  donde muchas veces Liam estuvo y dejó su fragancia.

Simplemente no podía.

[...]

La habitación está oscura, las paredes humedas soltaban un olor bastante asqueroso y el calor caía pesadamente. Las gotas de sudor se deslizaban por la frente del omega, no había ventana alguna donde el aire podría correr. Liam se sentía asfixiado, las cuerdas ardían en su piel y luchar para librarse no era lo mejor que podía hacer.

La puerta de madera rechinó al abrirse, un hombre entró apestando la habitación con su aroma. Liam estaba por insultarle cuando Jack entro con las manos en la espalda.

Trago en seco, no le gustaba para nada la manera en que le miraba el alfa. La mirada de Jack se tornó oscura, el hambre brillaba en su sonrisa y Liam se sentía tan vulnerable al estar atado. Estaba expuesto a los deseos del alfa.

—Resistes bastante bien—dijo Jack con diversión.

—Vete a la mierda—gruñó el omega, se removió bruscamente en la vieja silla, queriendo patear al gran hombre.

—Uhm—Jack negó con la cabeza, se acercó al castaño, intimidandolo con su sonrisa. —¿Tan pequeño y con un mal vocabulario? Creó que tus padres no te educaron correctamente—.

—Cállate—Liam no quería llorar, no quería darle el gusto al alfa por su intención.

Jack soltó una carcajada, estremeciendo al omega cuando dejo caer su pesada mano en su hombro. Clavo sus dedos en la piel húmeda y con su otra mano acarició los cabellos sedosos.

Las comisuras de su boca se alzaron creando una sonrisa siniestra al sentir como Liam temblaban bajo su tacto, envuelto de miedo.

—No tienes porque pasar por esto, Liam—El Omega se retorció incomodo ante el tono de vez usado por el alfa.—Puedes salir de aquí cuando quieras.—Susurro al oído del chico, haciéndolo temblar del miedo.

—Prefiero este lugar a estar cerca de un puerco como tú.—Le dijo antes de escupir directamente a la cara del alfa.

—¡Maldito Omega!—Jack gruñó antes de abofetear fuertemente al castaño.

Liam chillo del dolor y retuvo las lágrimas que amenazaron con escapar de sus ojos.

—Te daré otra oportunidad, Omega.—Jack dijo secamente, acerco su rostro al de Liam—Entregate a mi pequeño y te dejaré ir.—Liam miro atentamente los ojos del alfa.

—Pu-dre-te.—Le dijo pausadamente, Jack gruñio furioso y le dio otra cachetada a Liam.

—Te di la oportunidad, ahora sufre las consecuencias de tus actos. Estúpido Omega.—Le dijo furioso antes de irse fuera de la habitación, cerrando fuertemente la puerta.

Liam espero un par de minutos, para estar seguro de que Jack no volvería e intentaría algo en su contra. Cuando paso un buen tiempo, Liam comenzó a llorar.

Tenía miedo, necesitaba salir de aquí, ver la luz del sol, sentir el viento en su rostro, pero sobre todo necesitaba a su alfa, que lo abrazara y protegiera.

Necesitaba que Zayn lo encontrará.

—Por favor, Zayn. Ven y sálvame.—Sollozo el Omega dolido y temeroso.

Tan solo había pasado un día o eso creía. El Omega no estaba seguro de si sería capaz de soportar más tiempo. Solo quería volver a casa; solo quería estar en los brazos de Zayn.

Siguió sollozando, hasta que finalmente cayó dormido sentado y amarrado en aquella silla.

[...]

Zayn miraba atentamente por la ventana, su pecho dolía a cada minuto que pasaba, a cada momento en que su omega no estaba en sus brazos.

—Señor.—Zayn tan solo hizo un sonido para demostrar que estaba escuchando—Los betas han vuelto. Nos confirman que Liam se encuentra en la casa de Jack, no sabemos exactamente en qué parte de esta precisamente. Pero esta ahí.—Zayn sintió a su alfa gruñir molesto, su cuerpo se tensó y sus manos se transformaron en puños listos para atacar.

—Manda a un nuevo equipo a que averigüen donde esta Liam y si...—Zayn se aclaró la garganta levemente cuando la voz le falló.—Y que averigüen si el Omega sigue con vida.—Termino de decir.

—Si, señor.—El beta asintió.—¿Necesita algo más?—Zayn se giró en su silla y el beta lo miro atentamente.

—Tráelo de vuelta, es lo único que necesito.—Dijo Zayn demostrando todo el dolor que sentía en esas simples palabras. El beta miro sorprendido a su alfa, nunca lo había visto tan débil y dolido como ahora.

Asintió levemente.

—Lo traeremos a casa, señor. Le doy mi palabra.—Le dijo el chico, arriesgándose al hecho de tal vez no cumplir aquella promesa.

—Sigan con la búsqueda, mañana quiero un informe.—Le dijo volviendo a su tono habitual. Frío y cortante.—Puedes retirarte.—Le dijo antes de girar su silla y volver su mirada a la ventana.

Escucho el suave sonido de su puerta al ser cerrada y volvió a mirar por la ventana. Cerro sus ojos y pensó en la sonrisa de su omega, lo hermosa que era.

—Vuelve a mi, Liam.—

Hxrry & Jaz

Zona de guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora