Zona de guerra

Diecisiete

Tres días después

Oscuridad es lo único que ve y hace frío, parece estar acostado en una cama ya que siente las almohadas en la espalda y sus muñecas están sujetadas sobre la cabeza.

Liam ésta aturdido. Miedo es lo único que siente y la humedad de las paredes provocan un olor asqueroso. El omega lloriquea al no tener el aroma de su alfa en el aíre, no siente el tacto cálido del hombre, ni los labios que le hacen perder la mente.

Chilla cuando la luz del pasillo le golpea en el rostro, la puerta rechina y una sombra entra con rapidez. La luz de la habitación se enciende, puede darse cuenta que sus muñecas estan sujetadas con algún listón de cuero. Arde un poco al tirar de ellos en un intento por liberarse.

Una risa siniestra escapa del hombre desconocido, la escasa iluminación en el rostro del hombre provocan misterio y Liam tiembla. No hay aroma picante como Zayn.

—¿Me extrañaste?-—la ronca voz vibra en los oídos del omega.

Jack avanza un par de pasos dejándose ver, una sonrisa se desprende y no tiene ninguna expresión inofensiva. Liam grita aterrado, su omega aúlla y el aire se envuelve en miedo.

El alfa sube a la cama, mirándole con hambre. Las grandes manos se extienden sobre sus piernas y el tacto quema, las nauseas le revolcan el estómago. Jack sujeta tosco sus dedos en los muslos del castaño y los alza hasta sus caderas, se acomoda en las piernas sin apartar la mirada.

—Eres tan delicioso, Liam— la lujuria brilla en los ojos grises de Jack.

—¡No! No me toques—el omega cierra sus piernas y tira con más fuerza los cordones en su piel. Se retuerce en la cama con tal de liberarse.

El hombre carcajea, su pecho vibra y los colmillos sobresalen. Su lengua humedece los labios, intimidandolo como si fuera su deber hacerlo.

—No sabes lo que eh esperado por esto, te voy a marcar y serás mi puta— gruñó abriéndole las piernas de nuevo y se empujó, mostrándole su erección en su cuerpo.

—¡No, por favor! ¡No me hagas daño!— Liam quiebra en llanto, pataleando en el aíre. -—¡Zayn! ¡Zayn!

Una bofetada calla al omega, el dolor explota en su mejilla y la sangre brota tan pronto que le hace cosquillas. Lloriquea en silencio.

—Tranquilo, seré gentil—Jack sonríe y lame la mejilla herida, su saliva le quema.

Liam niega.

—No quiero, déjame ir, por favor.—

—¡Ya cállate de una vez! No querrás que te enseñe de nuevo a respetarme ¿o si?—

Liam se remueve, no quiere, no puede volver a caer en las manos de Jack. Grita por Zayn, que vuelva para rescatarlo, solo quiere el tacto de su alfa y los cariños que solo él le da.

El hoyo donde cayó esta a sus pies y la sonrisa de Jack se alumbra en la oscuridad.

Sigue gritando sin importarle que su garganta pique, llora sin parar y su omega chilla por su lobo.

[...]

Salta en su lugar, el sudor corre por los costados de su rostro. La respiración es tosca y las sábanas se abrazan en su cuerpo. Liam suspira aun agitado, el corazón late con rapidez y lo único que le tranquiliza es el aroma picante de Zayn.

La pesadilla había regresado.

Se levanta para sacudir el cabello de la frente, el lobo a su lado se remueve dándole la espalda. Muerde su labio y una mueca se dibuja en sus facciones al saborear las lágrimas saladas, las seca con el puño e instintivamente se frota la mejilla. Jadea al no sentir la herida aunque presiente un ligero dolor.

La mirada de Liam cae en el espejo de la habitación, no duda en salir de la cama y acercarse. El reflejo de su cuerpo aparece bajo la luz de la luna que entra por la ventana; sus mejillas toman un rubor al mirarse con ropa interior y una playera vieja.

Suspira antes de girar y alzarse la prenda superior, dejando revelar las cicatrices en su piel. Son grandes y horribles y sobresalen, las lágrimas se acumulan en sus ojos, ¿como iba a superar las pesadillas si Jack se encargó de marcarlo?

Zayn jamás le querría así, lastimado y feo. No conocía algún alfa que quisiera un omega al quien fue tocado por otro. Tal vez él no merecía estar con el lobo, no era digno.

Liam gime al ver como Zayn esta detrás suyo. Los ojos almendra miran por encima de su hombro, viendo sus cicatrices en la espalda.

—Son horribles.—Le dice Liam cuando su mirada se conecta con la del lobo en el espejo.—Soy horrible.—Susurra el omega antes de partir en llanto nuevamente.

Zayn se acerca a su Omega y poniéndose en cuclillas, hace que el chico se abrace a el.

—Tranquilo, pequeño.—Liam siguió sollozando sin consuelo en los brazos de su alfa.

Zayn cerró los ojos sintiendo el dolor de su Omega recorrer cada fibra de su cuerpo.

—¿Por que me tuvo que pasar esto, Zayn?—Liam le pregunto totalmente desconsolado y Zayn sintió como su alfa aullaba en su interior, desgarrando lo más profundo de su ser.

—No lo sé, cariño.—Murmuro Zayn sintiendo como el nudo en su garganta lo ahogaba.—De verdad que no lo sé.—Liam volvió a sollozar y Zayn beso repetidas veces su cabellera en un intento de calmarlo.

Ambos se quedaron ahí, abrazados. Liam tan solo lloraba, dejando salir todo el dolor que desgarraba su corazón minuto a minuto, tratando de olvidar y dejar ir aquellos sentimientos que tan solo lo lastimaban. Tratando de encontrar nuevamente el equilibrio en su vida.

—Vamos a la cama, Liam.—Zayn le susurró luego de un rato en que vio que el chico se había calmado, al no recibir respuesta miro el rostro de este y suspiro.

Estaba dormido.

Con complicados movimientos el moreno se puso de pie y cargo el delgado cuerpo de Liam, lo recostó nuevamente en la cama y abrazándolo a su cuerpo, se quedó observando al chico.

Su sueño se había disipado al no sentir a su Omega a su lado y verlo ahí, tirado en el suelo viendo con asco su cuerpo hizo que su alfa se alertara y fuera al rescate del chico.

Cerró sus ojos al sentir nuevamente el dolor recorrer su cuerpo cuando recordó la tristeza que cubría el rostro de su omega al verse al espejo.

¿Como haría para cambiar eso? ¿Como lograría que Liam volviera a ser el mismo?

Y con esas preguntas rondando en su cabeza, el alfa de quedó despierto el resto de la noche, vigilando el sueño de su omega.

Hxrry & Jaz