Veintidós

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Liam sintió como algo se removió en su interior, se sentía levemente amenazado al ver a la mujer junto a su alfa.

—¿Es Liam?—El Omega salió de sus tortuosos pensamientos al escuchar la voz de la mujer.—Pero que grande estás, parecía tan solo ayer que corrías desnudo por la casa e interrumpias nuestras citas.—Zayn río divertido ante el comentario de Maddie y Liam se sintió pasado a llevar. Varios alfa secundaron las risas del alfa.

—Un gusto verte.—Susurro con la mirada gacha, sintiendose menos.

Sintió una mano en su hombro y de inmediato salto en su lugar, un hombre lo miraba seriamente.

—Sientate allá chico, Maddie siempre suele sentarse aqui—Liam abrió y cerró la boca un tanto sorprendido. Miro a Zayn para saber que tenía que hacer pero el moreno se encontraba muy divertido charlando con la Omega.

—Si, señor.—Liam asintió y se levantó del asiento, se dirigió al asiento que se encontraba al lado de Adam.

Todos volvieron a sus lugares correspondientes y continuaron con la cena.

Liam miraba de reojo a Zayn y no podía evitar sentir un dolor agudo en su pecho. Se veía tan... feliz, radiante como nunca.

La sonrisa dibujada en sus labios no desaparecía y las carcajadas abandonaban sus labios a cada momento. Liam nunca había visto así de feliz a Zayn y le dolía.

Su mirada se desvió a Maddie, ella era simplemente hermosa, una Omega que cualquiera quisiera tener. Una personalidad y carácter fuerte pero encantador, sin contar que contaba con una belleza inigualable, facciones perfectas y su cuerpo despampanante.

Liam sintió como su Omega lloriqueaba, era horrible. Tonto, tonto e ingenuo, eso soy. El chico no pudo evitar pensar nuevamente en que el no debía ser el Omega de Zayn. Maddie era perfecta para el, no Liam.

Bromeaban y charlaban, completaban la frase del otro, sonreían sin parar. Mientras que Zayn cuando estaba con Liam, apenas sonreía y solo cuando estaban a solas, pocas veces reía, la mayoría del tiempo Zayn tenía que encargarse de cuidar de el.

—¿Que te pasa, cachorro?—Liam salto en su lugar al escuchar la voz de Adam en su oído.

—Nada-a.—El alfa alzó una ceja con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Eres un pésimo mentiroso.—Liam río levemente y negó.

Sin responder volvió a tratar de comer algo, pero su estómago se había hecho un nudo.

—Por favor, todos pasemos a la sala para charlar acerca de nuestros planes.—Liam se levantó con un semblante tímido, esperaba que Zayn viniera y lo escoltara junto a él hacia el salón.

Cuando dirigió su mirada a donde se suponía estaba su alfa, sintió un nuevo dolor golpear su pecho, el alfa iba escoltando a Maddie al salón, su fuerte brazo rodeaba la delgada cintura de la chica mientras charlaban y reían.

Liam sintió como la sangre abandonaba su rostro. Sentía unas horribles ganas de llorar, pero no lo haría, no quería avergonzar a Zayn.

Siguiendo a Adam, se dirigió al salón, se acomodo en una esquina viendo como todos comenzaban a charlar acerca de Jack. Pero lo que más divisaban los ojos del Omega, era a su alfa en compañía de Maddie.

Y eso, dolía.

[...]

¿Se podrá morir de pena? Liam se preguntaba mentalmente. Habían pasado ya dos horas desde que inicio la charla y Liam sentía que decaía cada vez más.

Zona de guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora