The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

25

—Mierda, sí... —Frank le dio otra calada a su cigarrillo. Con la mano que tenía apoyada en esa antigua mesa de madera, agarró el cabello rojo de Gerard, avisando que ya se venía.

Frank se corrió en su boca causando que Gerard lo escupiera.

—¡Avisa!

—Qué sensible, ¿eh?

—No quiero tu cosa esa en mi boca, gracias.

—"Cosa esa" —se rió Frank haciendo que Gerard se levantara para agarrarle el culo—. Debería gustarte.

—Y tú quién eres para decirme que chucha me gusta o no.

Frank se volvió a reír.

—¿Quieres saber quién soy?

—¿Una puta?

—No de tu esquina.

—Dime quien eres.

—No hoy.

Frank lo apretó contra él soltando el ultimo humo de su cigarrillo en su cara.

Gerard le dio un beso algo exagerado. Ya era demasiado tarde para decir "basta, no seguiré involucrándome". El "basta" ya no existía.

Ambos sintieron vibrar algo muy cerca de su entrepierna.

—Vaya, ¿quieres jugar un poco? —dijo Frank.

—No hoy. —se burló Gerard.

—Touché.

El pelirrojo sacó de su bolsillo el teléfono que había vibrado y vio la notificación de Instagram.

—No ahora por favor.

Gerard desbloqueó el teléfono y lo que ambos vieron les revolvió el estómago.

«Queridos Frank y Gerard:

Si uno se la va a chupar al otro en el instituto (y esta vez no hablamos de solo sentido figurado, Gerard, eso va para ti), verifiquen antes que efectivamente estén solos. ¡Gracias! XO»

Y la foto era de la acción anteriormente dicha desde una perspectiva no tan lejana.

—Menos mal que de nosotros no han hablado. —dijo Tyler algo aliviado.

—Tenemos suerte —dijo Josh subiendo el cierre de sus pantalones—. Es mejor ser más discretos y no hacerlo en cualquier sitio.

—Nadie viene a los camarines.

—Cierto.

Josh acorraló a Tyler contra los casilleros y le dio el último beso, ya que debía irse a clases.

—¿Qué haces después del instituto?

—Entrenamiento. Recuerda, son lunes, miércoles y jueves.

—Te veo mañana entonces.

A los dos les llegó una notificación de Instagram.

Esta vez era un video.

«—Es mejor ser más discretos y no hacerlo en cualquier sitio.

—Nadie viene a los camarines.

—Cierto.

Y desde atrás de una fila de lockers, se pudo ver el beso»

«Hoy se revelarán todo tipo de secretos.

Bueno chicos, nada personal»

—¡Já! Miren, chicas. Todos se están degradando. Qué horror, ¿no? —se rió Meagan.