The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

70

Llegó el "al fin" para muchos. El bajarse del avión al fin en su país. El viaje fue incomodo para varios ya que iban en los mismos asientos que el primer vuelo. Frank no dejó de coquetear con Patrick ni siquiera cuando llegó Pete, y era una jugada en contra para él ya que Patrick se mareaba en la ventana, así que no podía ponerse entre ellos. Pero ya hablándole todo el viaje y viendo la misma película parecía ser suficiente.

Alex no habló con nadie en todo el camino, solo se dedicó a dormir.

Pero bueno, el punto es que llegaron a eso de las nueve de la noche.

—¿Tu mamá todavía no llega?

—No... pero debe estar por llegar.

—Mi mamá dijo que estaba al lado de donde se pasan las maletas. ¿Me acompañas?

—Sí, bebé. ¿No esperas a Brendon?

—Cierto... que me siga.

Una vez todos ya tenían sus maletas, salieron para reunirse con sus papás.

Brendon siguió a Patrick, el cual iba de la mano con Pete.

—Allá está mi mamá... chucha.

—¿Qué?

—Anda con mis abuelos...

—Genial, siempre hablas de ellos. Ya los quería conocer. Saben de mí, ¿no?

—Eh... sí... pero es que... agh.

—¿Qué?

—Es como si tuviera que presentarte a mis padres dos veces.

—No me importa. ¿Tu abuelo es el jefe de la policía, no?

—Sí... pero haz como si no sabes.

Patrick saludó primero a su abuela con un abrazo. Siempre hacía eso, no podía no abrazar a su abuela. Después saludó a su abuelo y luego a su mamá, en ese mismo orden lo hizo Brendon.

—Huh... él es Pete...

—¡El famoso Pete! ¿El mismo Pete que tiene a Patrick pegado hablando por teléfono todo el día? —preguntó la abuela de Patrick.

—El mismo. —dijo Pete.

—Patrick siempre habla de ti, igual que su madre. Has sido el tema todos estos meses.

—¡Ya! —alegó Patrick.

—¿Tu mamá ya llegó? —preguntó la mamá de Patrick.

—Todavía no.

—¿Quieres que te llevemos? Nos queda de pasada.

—No, gracias... ya está por llegar.

—Está bien.

—De hecho creo que mi mamá está abajo... ya me voy. Fue un placer... —Pete se despidió de Patrick con un beso y del resto con la mano, para luego perderse entre la multitud.

—¿Como lo pasaron, chicos? Cuenten, qué hicieron, a donde fueron... —ya empezaron con el interrogatorio mientras iban a pagar el estacionamiento. 

—Mamá, ¿qué es esa sorpresa?

—En la casa van a ver.

—Pero no, dime. Estuve todo el viaje esperando...

—Y no te va a matar esperar 5 minutos más.

5 minutos eternos, por supuesto, que se convirtieron en 10 al ir a dejar a los abuelos de Patrick a su casa.