The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

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—Quien chucha lo envenenó.

—Cuando yo entré esa cosa ya estaba ahí. —dijo Brendon.

—No lo envenenaron... Patrick ya está mejor.

—Yo creo que fue Frank... ¿quien más?

—Le voy a sacar la rechucha, Patrick casi se muere. —dijo Pete.

—Pero que sea por eso y no por otra cosa. —le dijo Alex.

—¿A qué te refieres?

—Que si le dices algo que sea por el pastel, no porque estás celoso.

—Ya sé —Pete se dio media vuelta y comenzó a caminar—. Pero no te prometo nada... —susurró.

Por cada paso que daba, más emperrado estaba.

—Por qué lo hiciste. —dijo llegando al casillero de Frank cerrándolo de golpe.

Frank se rió.

—Las pastillas que te tomas están un poco fuertes, porque no sé de qué me hablas.

—Le diste un pay de manzana a Patrick.

—Ah, sí. ¿Celosito?

—¡Imbécil! ¡Patrick es alérgico a las manzanas, casi lo matas!

—¿Qué?

Pete lo empujó hasta el baño.

—¡Casi lo matas!

—¡Yo no sabía que era alérgico! ¿Quién verga es alérgico a las manzanas? —Frank se zafó de Pete, pero él lo volvió a agarrar del brazo.

—¡Además, quién te crees que eres! Patrick tiene novio, ¡y soy yo! ¡Tú no tienes nada que hacer aquí!

—¿No? ¿Entonces por qué me lo cogí?

Pete lo empujó contra la pared y le dio un puñetazo en la boca.

—Creo que te estaba usando. Tal vez fue por despecho.

—O solo tienes celos de que una vez conmigo no se comparan ni con mil veces contigo.

Pete lo golpeó otra vez descargando toda su ira.

—¡No quiero que te acerques a Patrick! Lo único qué haces es daño, le haces daño a Patrick. Tú vete con tu gorda, yo me quedo con la mía.

—Ah, qué curioso. Amor que se descuida, siempre muere. Si sigues descuidando a Patrick, yo me voy a encargar de que se sienta como el rey del mundo.

Pete lo metió a uno de los cubículos de un empujón y metió su cabeza en el inodoro. Le recordaba a esos viejos tiempos, esos a los que no quería volver. El recordar que había sido un idiota lo lastimaba. Era todo lo que Patrick odia. A pesar de que sabía que había cambiado justo a tiempo.

Cuando dejaron de salir burbujas, Pete sacó la cabeza de Frank.

—Vuelve a tocarlo y a la otra dejo que te ahogues en caca.

Pete salió del baño aún hecho una furia. Sabía que no podía concentrarse en clases, así que tomó su mochila y se fue y ya. Le dio igual todo. Fue a tomarse un café para calmarse un poco y deshacerse de las ganas de matar.

Sabía que debía actuar cuanto antes. Pidió unos nuggets con unas papas con cheddar y tocino para llevar y las guardó en su mochila. Se fue en bus al hospital en el que estaba Patrick. Tenía suerte de que su madre trabajara ahí y lo dejara entrar.

Intentó poner su mejor cara y entró a su habitación.

—¿Qué haces aquí? —dijo Patrick a penas.