Ariana se encontraba sola ya que Elena había llevado a Catalina con ella de compras y pasarían por Andrés de camino, estaba concentrada leyendo cuando miro llegar a Aitor, frunció el ceño, al notarlo triste.
—un penique por tus pensamientos— musitó levantándose de la butaca donde leía, acercándose a él con una sonrisa.
Aitor sonrió en respuesta, abrió los brazos y Ariana lo abrazo dándole un beso en la barbilla.
—¿pasa algo?— preguntó mirando a los pozos azules que reflejaban su imagen.
—Nada que importe ahora que estás en mis brazos— respondió él besándole la coronilla.
—Amo cuando me hablas asi— confesó a la vez que le besaba la boca poniéndose de puntas sobre sus pies.
—Y yo amo todo de ti— refutó él contra los labios de Ariana. abrazándola mas fuerte levantándola un poco del suelo.
—Dime algo que no sepa— bromeó Ariana.
Aitor elevó una ceja divertido y sonrió con aire travieso, lejos de toda la mierda que Ariana sufrió ella florecía, dejaba de ser la chica triste para dejar salir a una bromista, tierna y apasionada. Tentado se acercó a su oído murmurando algo entre risas. Al escucharlo ella abrió los ojos sorprendida y se sonrojo hasta las orejas.
—¡Aitor Daniel Sabido, no te atreverías!— lo reprendió, mientras trataba de sacarse de su abrazo.
La sonrisa encantadora del ojiazul apareció junto con sus dos hoyuelos.
—claro, que me atrevería— respondió frunciendo el ceño divertido por los intentos de Ariana de escapar a lo que se avecinaba.—Aitor, no, aquí no—advirtió moviéndose en sus brazos.
—si, aquí, si— insistió divertido.
Sus manos descendieron justo a la cadera de Ariana, al sentirlo ella apretó los labios ahogando la risa, sabía lo que se venia.Él se inclino buscando sus labios, dispuesto a cumplir con su amenaza, cuando la puerta se abrió y un remolino vestido de rosa entró dando un jubiloso gritó: — ¡Ariiiiiii!— dio un brinquito—¡Adivina!— soltó alegre. Aunque no pudo terminar de hablar por qué Elena quien llego junto a Cata y Andres, la interrumpió.
—empieza a preocuparme seriamente el dejarlos solos— reprendió Elena tratando de contener una sonrisa.
—¿en serio tienen que estar abrazados cada que los veo?— añadio Andrés con gesto de horror fingido, apretando los labios para no reír.
—Envidiosos— murmuró Aitor soltando a Ariana del abrazo. Ganándose unas risas de su madre y hermano.
—Ari — llamó Catalina—Su hermana mayor sonrío en respuesta.—Hemos venido a por ustedes para comer todos fuera — anuncio triunfal la niña.
—¿Y que esperamos entonces?— apremio Ariana, ganándose una hermosa sonrisa de Catalina.
Un poco más tarde, en un restaurante de comida rápida, mientras Catalina disfrutaba de los juegos en el área de niños, siendo vigilada por Andrés quien se ofreció a cuidarla. Ariana escuchaba atenta a Elena.
—solo digo que si entráis a estudiar ayudaría mucho a qué recuperes confianza, hay muchísimas escuelas en Madrid ¿Que te gustaría estudiar Ariana? ¿Leyes como André y como yo? ¿Fotografía? ¿Administración? ¿Alguna carrera en salud?— Elena bebio un sorbo de coca cola antes de apoyar los codos en la mesa, atenta a Ariana que permanecía callada.—cuentas con todo mi apoyo para emprender nuevas metas, cariño— añadió.— iré al tocador así les doy un respiro— sonrió para ponerse en pie y dirigirse a los sanitarios. Dejando a Aitor observando atento por el rabillo del ojo a Ariana que jugaba con una patata frita llenandola de catsup; callada y pensativa.
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¿Puedo tomarte una foto?
RomanceAriana ha crecido rodeada de la belleza de las playas cálidas de su pueblo natal y, del miedo, la rabia, el dolor y, la violencia a manos de su propio padre. Desde sus escasos diez años ha vivido sumergida en su propio infierno personal sin poder...