¿Puedo tomarte una foto?

Capitulo 51

Marina observo todo  por la mirilla de su puerta estaba tan acostumbrada a tener miedo que aunque el rubio español le dijera que él hacia guardia, ella de todas formas cuidaba, a la espera de Ricardo con el revólver en mano.  Por eso fue que pudo ver claramente a Ariana salir de su habitación, llorosa,  y tras esperar unos minutos se dio cuenta que el español no salía, algo le dio mala espina. Así que,
Salió de la habitación tras Ariana dispuesta a seguirla, con un nombre en mente. 

—Ricardo—escupió venenosa y apretó más fuerte el arma que ahora era como parte de ella misma. 

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Lejos de ahí, Aitor entraba a casa de Ángela; la anciana mujer de cabello platinado le había llamado. En cuanto entró sus ojos se abrieron sorprendidos;  un hombre castaño lo miraba con los mismos ojos de Ariana. Parpadeó sin entender ante la sonrisa divertida de Ángela. 

—Aitor te presento a Harry el padre de Ariana, él sería como tú suegro— bromeó al presentarle al desconocido que lo evaluaba con los ojos grises tan idénticos a los que él adoraba. 

—Yo no sé qué decir— musitó nervioso luego carraspeó y se aclaró la garganta extendió una mano para presentarse al hombre que lo miraba muy serio— soy Aitor Daniel Sabido, el novio de Ariana— Harry sonrió ante el formalismo de el muchacho de acento extraño y finalmente le dio la mano. 

—Te he llamado más que para presentarte a Harry, si no para que Harry te de información que creo te ayudará. 

Un gesto de impaciencia  y sorpresa reino el rostro de Aitor, se obligó a sentarse  justo frente a el hombre que empezó a relatarke  lo sucedido, le hablo de los engaños de Ricardo,  Aitor permaneció atento más por cortesía que por interés algo dentro de él no dejaba de gritarle que Ariana lo necesitaba. 

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Marina miro con terror verdadero el sendero que tomaba Ariana, iba a su casa, iba a Ricardo. 
Por un momento sintio rabia, su mente le jugo una mala pasada pensó en Ariana disfrutando aquello… Y al darse cuenta de sus pensamientos deseo ser perdonada había pasado por alto el dolor de su hija tanto tiempo dándole la espalda. Pero ya era tarde, así que tomo aire y siguió caminando tras ella, «está vez Ariana no estará sola»pensó. sus pulgares acariciaron la pistola escondida bajo la cinturilla de su falda. 

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En el hotel un fuerte golpe rompió por fin el cristal que mantenía preso a Andrés, se había dislocado el hombro pero no prestó atención al dolor, caminó fatigado y sin aliento  buscando el teléfono y llamo a Aitor. 

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El ojiazul se levantó furioso ante la mirada atónita de Harry y Ángela, los miro con el cejo fruncido. —Pudieron empezar por ahí ¡Coño! Pudieron decirme que Catalina esta con Ricardo, ¡carajo!— gruñó furioso dando pasos apresurados a la puerta. 

Ángela se sintió un tanto culpable, Aitor tenía razón, se emocionó ante la idea de darle información útil que lo había hecho perder tiempo.  Apu yo de salir Aitor tomó aire tratando de tranquilizarse— Lamento exaltarme, de verdad lo siento— se disculpó y salió a prisa, rumbo a casa de Ariana en busca de Catalina. 

Iba corriendo cuando sonó su celular, se detuvo un poco al ver que era Andrés. 

—¿que pasa hermano?—descolgó y siguió caminando.

—Ariana , el gilipollas de Ricardo tiene a Cata, Ariana  a salido a buscarla.

—¿pero que cojones está pensando Ariana?— gruñó desesperado Aitor corto la llamada dejando a Andrés más preocupado.  comenzó a correr rogando que nada le pasara a Ariana y Cata. 
Corrio tan fuerte que sus piernas se quejaban y sus pulmones fallaban al respirar pero no podía parar, algo malo sucedería, lgo malo venía y la angustia en su pecho se lo anunciaba. 

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Nada más entrar a la casa la desesperación volvió a Ariana, todo lo vivido la golpeó de frente, había vuelto al infierno y justo frente a ella el demonio sostenía a su hermana. 

—Aquí estoy, suelta a catalina— pidió y se sorprendió de que su voz sonara firme. 

Ricardo la miro recorriendo su cuerpo lentamente, ahí estaba delante de él su niña, su Ariana. 
—Mi Ariana — siseo  sin soltar a Catalina tomándola por el cuello con el brazo, extendió una mano a Ariana invitándola a acercarse a el. 

Ella  sintió tanto asco que no pudo evitar las arcadas. Gesto que molesto a Ricardo.

—Acostúmbrate Ariana, porque seré yo el único hombre que te tenga— dijo al momento que soltaba a Catalina empujándola.

La niña cayó de rodillas y lloriqueo. Mientras su padre se acercó a Ariana y la halo del cabello, el miedo en los ojos  de Ariana le anunciaron a Ricardo que había ganado, era suya de vuelta la tenía como él quería. 

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Marina escuchó  todo desde fuera quería ayudar, de verdad quería, pero su cuerpo no respondía le temía a Ricardo más allá de el amor que sentía por sus hijas. 

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Cuando Ricardo tomo la cara de Ariana sosteniendola para besarla, ella trato de defenderse pero como tantas veces un golpe de él la dejaba fuera de jugada ,esta vez le dio un puñetazo directo en el estómago sacándole todo el aire haciéndola llorar más de dolor. 

—¡Suéltala!— grito con voz temblorosa Marina, entrando al fin.

Ricardo sonrió al verla, pero no soltó a Ariana por el contrario la abrazo, aquello hizo aún más burbujear la rabia en Marina, que  lejos de pensar en salvar a Ariana tenía sed de venganza. Saco el revólver apuntando  a Ricardo, solo entonces la sonrisa de él desapareció,  aventó a Ariana al suelo justo al lado de Catalina. Al instante la chiquilla se acercó a su hermana, entre lágrimas y dolor Ariana la abrazo. Catalina se repego lo más que pudo a su hermana, escondiendo su rostro en el pecho de Ariana, aliviada de estar por fin con ella, sabía que no era justo que está vez tenía que protegerla ella, pero estaba demasiado asustada. 

—¡Perra!— maldijo Ricardo que se enfrentaba a Marina.

—Se lo que hiciste— acuso con todo el odio del que era capaz—se que me mentiste sobre Harry— lo confronto sin dejar de apuntarle.

Al oírla él sonrio—Marina, supéralo, ya paso— fue la respuesta que obtuvo y eso la enloqueció. 

Los labios de Marina temblaron de rabia las imágenes de todo lo vivido y sufrido le golpearon... y disparo. 

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Aitor estaba por llegar a casa de Ariana cuando lo escuchó: un disparo, el alma se le fue a los pies y su corazón se desboco más de lo que ya estaba, un nudo en la garganta se le formo y pensó en Ariana. 

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