Marina miro con cierto brillo de suficiencia a Ricardo.
—¡Puta zorra de mierda!— gruñó él, al verse el brazo, la bala le había rozado, Marina no tenía buena puntería.
—Voy a matarte cabron— chillo ella con toque histérico.
Ricardo se lanzó sobre ella y ambos forcejeaban con la pistola.
Ariana miro desesperada como sacar a su hermana de ahí, sin exponerla a el arma. Pero le era imposible.Ricardo y marina peleaban justo en la entrada, y ella y Catalina tendrían que cruzarlos para salir, hacerlo con ellos peleando con un arma era simplemente impensable, no podía arriesgar a Catalina, quién tenía aún la cabeza escondida en el pecho de Ariana. De pronto la esperanza la lleno, al ver a Aitor llegar.
Antes de que hisiera algo. Un nuevo disparo resonó. Los ojos de Aitor se abrieron de horror. Entre forcejeos habían vuelto a disparar, está vez la bala dio de lleno donde Ariana y Catalina estaban.
Ariana escucho el grito de dolor de Aitor.
Sintió claramente el dolor de la bala atravesando, sin embargo aquello no dolió tanto, como el sentir el cuerpo de su hermana desfallecer, sentir las manos de su hermana dejando de abrazarla, la arrastró a un dolor nuevo, uno que la hizo gritar.La carita morena de Catalina seguía escondida en el pecho de su hermana, pero su abrazo había desaparecido sus manitas colgaron a sus lados cual muñeca de trapo ante los gritos de dolor de Ariana.
—¡ Cata! — llamó a su hermana, sacudiendo en sus brazos el cuerpo de la niña. su mirada se torno borrosa por las lágrimas y la pérdida de sangre de su herida. Aquello debía ser una pesadilla.
—¡ Cata!— insistió pero la respuesta era la misma: su hermana menor había perdido la vida.—¡Abrázame por favor, por favor, Catita!— suplicó.Aprovechando que Ricardo y Marina dejaron de pelear al ver lo que habían hecho, Aitor corrio al lado de las hermanas entre lágrimas abrazo a Ariana quien no podía soltar a Catalina.
—Ariana vas a estar bien, las dos van a estar bien— murmuro l tratando de auxiliar a ambas.
Ella trato de enfocarlo, mirarlo pero las lágrimas le nublaban la vista y su cuerpo se sentía demasiado pesado.
—todo va estar bien , todo va estar bien— repitio Aitor llorando.
Trato de buscar las heridas de ambas para poder ayudarlas, su rostro se desencajó de dolor e impotencia, la bala que dio en la espalda de Ariana había atravesado saliendo por el pecho. Justo por donde la carita de Catalina se ocultaba. No había nada que hacer por ella.
Aitor ahogo un grito sumergiéndose en la impotencia. Se froto desesperado la cara, abrazando con fuerza a Ariana.—Ariana no te atrevas a dejarme, Ariana por favor, Ariana por favor resiste—rogo mientras besaba la cara de la mujer que amaba, notando como el brillo en sus ojos grises se apagaba. —Ariana te amo por favor, resiste porfavor no me dejes— insistío preso deel dolor. Aunque Ariana no lo escuchaba, la perdía.
—¡quítale tus putas manos de encima! — gruñó Ricardo.
Aitor levanto el rostro fijando sus ojos azules en él, lleno de rabia. Ricardo había ganado la batalla a Marina que aún estaba de rodillas en el suelo llorando aterrada al darse cuenta que el disparo que ella había dado forcejeando con Ricardo, había herido a sus dos hijas.
—vaig a matar-te tros de merda gilipolles fill de puta— siseo furioso Aitor dejando a Ariana , se abalanzó sobre Ricardo.
La respiración de Ariana se tornó pesada no supo si porque moría o por el dolor de haber perdido a Catalina, ambas cosas dolían igual. mientras caía en la oscuridad fue consiente de Aitor que peleaba con Ricardo y de Marina que las miraba a ambas horrorizada halandose el pelo y gritando entre lágrimas por ver a sus dos hijas heridas por una bala, una bala del arma que ella había llevado a pesar de la advertencia de Aitor.
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¿Puedo tomarte una foto?
RomansaAriana ha crecido rodeada de la belleza de las playas cálidas de su pueblo natal y, del miedo, la rabia, el dolor y, la violencia a manos de su propio padre. Desde sus escasos diez años ha vivido sumergida en su propio infierno personal sin poder...