—sigo pensando que Ariana debería quedarse, ir solo tú y yo hermano— insistió Andrés.
Aitor permanecía sentado con los codos apoyados en sus piernas mientras golpeteaba nervioso el suelo de mármol con un pie. Sin ver a su hermano negó con la cabeza.
—No pienso dejarla, necesito tenerla cerca saber que está a salvó, con el cabron de Antonio por ahí no puedo dejar España sin llevar a Ariana conmigo.— explicó por segunda vez a su hermano.
—Lo entiendo solo digo que no estoy de acuerdo, no dejo de pensar cómo va a afectarla volver a México.— Andrés se recargo pensativo contra el marco de la puerta de la sala, donde su hermano y el aguardaban por Ariana.
-—Además yo no estaría dispuesta a quedarme—la voz de Ariana los sobresalto un poco, ambos hermanos se giraron para verla entrar.
Andrés sonrió cuando ella paso por su lado.
—Se que no te quedarías, eres igual de cabezota que mi hermano— admitió, cuando Ariana lo miro de reojo el rubio le guiño un ojo.
—No pienso negarlo— respondió Ariana caminando hacia Aitor, quien permanecía serio aún ante las bromas de su hermano.
Dentro de él la angustia de llevarla consigo lo carcomía, sentía que era como escoltarla al infierno, pero no era capaz de dejarla en España. Cuando Ariana se sentó a su lado, él buscó su mano entrelazando los dedos con los de ella.
Se giró para verla sentados de frente con las rodillas rozándose.—Ariana irás porque sé que yo no podría permanecer lejos de mi hermano si lo supiera en peligro— se apresuró a decir mirándola a los ojos.
Andrés abrió los ojos sorprendido, un tanto conmovido por el comentario de su hermano.
—pero prometeras, que dejaras todo en mis manos, no puedes volver a hacer algo como lo que hiciste el día que dejaste la tienda de Ángela y te expusiste al peligro—prosiguió hablando sin dejar de mirar a los ojos grises que reflejaban dolor al recordar lo sucedido aquel día.—permanecerás en el hotel, y juro por dios, que si te veo un poco de intensión de salir a ponerte en peligro, te atare a una cama— advirtió sin dejar de verla.
Ella frunció el ceño en respuesta.
—no pienso hacer nada estúpido Aitor, por dios, no exageres—respondió indignada por ser tratada como una chiquilla.El se inclinó apoyando su frente en la frente de ella.
Suspiro cerrando los ojos.
—te amo, Ariana si algo te pasa yo ..—no terminó de hablar Ariana lo calló con un beso.Andrés carraspeó incómodo y agradeció al cielo cuando sonó su teléfono, Aitor y Ariana lo miraron atentos cuando el contesto.
Expectantes aguardaron a que finalizara la llamada.
—Bien, debemos irnos nos esperan. -- anuncio, al tiempo que Ariana y Aitor se levantaban para seguirlo.
Tras despedirse de Elena, y asegurarle que Ariana estaría a salvó y volverían con Catalina, los tres emprendieron el camino .
Aún acompañada de Autor y Andrés, Ariana no podía dejar de estar nerviosa, no solo volvería a México, regresaría a su pueblo, a su infierno, pero también volvería su mar. Así que se aferró a lo último.
Basto solo el roce de las manos de Aitor trazando círculos en la palma de la mano para relajarla haciéndola dormir el resto de el vuelo.
Andrés había sido vencido por el sueño dormía al igual que Ariana , solo Aitor por permanecía despierto, centrado en lo que haría, Catalina solo les llevaba unas horas de ventaja no estaría en peligro mucho tiempo antes de que ellos llegarán a ella.
+++
Más tarde en México en un pueblito cerca de isla del Carmen , Marina caminaba orgullosa llevando del brazo a su hija, nadie podía decir que era mala madre, nadie podría juzgarla por que ahí estaba Catalina a su lado, como debía ser, los hijos deben estar con sus madres, pensó.
Catalina iba con la cabeza agachada, triste, extrañaba a su hermana y caminaba rezando en silencio porque ella no llorara mucho por echarla de menos. Nada más entrar a su casa, sintió arcadas, y l lugar apestaba a alcohol, a orina, a suciedad y algo muerto, pensó la niña.
—¿Dónde esta Ariana?— preguntó Ricardo desparramado desde el sofá frente al televisor.
Solo escucharlo Catalina se tenso, no teniendo más donde protegerse se escondió tras su madre.
—Ariana, se quedó con el español— respondió Marina mirando con asco su casa, estaba sucia llena de botellas vacías tiradas por aquí y por allá, platos con comida rancia en los muebles y ropa sucia por el suelo. Tenía mucho trabajo por hacer.
—¿Cómo que se quedó?— gritó furioso, levantándose de el sofá.
Catalina se encogió asustada y rezo por volverse invisible, que su padre no la mirara.
Los ojos de Ricardo se fijaron en su hija que parecía asustada.
—Ve a tu cuarto, Catalina—ordenó.
la niña obedeció de prisa y sin rechistar.
entró a su habitación cerró con llave, al escuchar el primer golpe y el grito ahogado de su madre, Catalina abrió el armario se metió en el cerro y se acomodó en una esquinita, haciéndose bolita tratando de desaparecer.
Lloró hasta quedarse dormida, trató de consolarse a si misma pensando en su hermana, en lo feliz que Ariana era en España, que su padre no volvería a lastimarla porque ya no debía protegerla.+++
Mucho más tarde Marina caminaba por el pueblo; nerviosa y dolorida por los golpes que había recibido, tenía que conseguir la cerveza de Ricardo y comida para Catalina, estaba tan adentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta que era observada. Unos ojos la seguían, con asombro , el hombre que la miraba se acercó a hablarle pero cuando la tuvo a su alcance finalmente desistió, le faltó Valor.
Solo Angela fue testigo de aquel suceso.
sonrió al reconocer de quién se trataba, se acercó a él tomándolo por sorpresa y lo invito a tomar un café en su tienda.
El hombre asintió, antes de seguir a Ángela, dio una última mirada a Marina que se perdía en la distancia caminando de prisa.
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¿Puedo tomarte una foto?
RomanceAriana ha crecido rodeada de la belleza de las playas cálidas de su pueblo natal y, del miedo, la rabia, el dolor y, la violencia a manos de su propio padre. Desde sus escasos diez años ha vivido sumergida en su propio infierno personal sin poder...