Capitulo 50

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Ricardo camino decidido rumbo a el hotel, con un solo objetivo  «Ariana» repetía en su mente. No tenía idea de como entraría, sabía que uno de los españoles se quedaba al cuidado de ella, había investigado bien, además cabía la posibilidad de que tuviera guardaespaldas igual que como lo hicieron con la vieja Ángela, penso. Se pasó las manos por su crespo cabello y se lo jalo tan fuerte lleno de desesperación como si así pudiera pensar mejor.  Entonces sus ojos toparon con algo, algo que sin duda lo favorecía...Y entonces sonrió.

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Lejos de ahí Aitor estaba desesperado no encontraba a Catalina por ningún lado, ya había buscado por todas partes y no había rastro de la niña, incluso había puesto hombres a ayudarlo a buscar pero era como si Catalina hubiera desaparecido. 
Un mal presentimiento se alojo en su pecho y sintió la necesidad de escuchar la voz de Ariana. 

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En el hotel mientras Ariana permanecía furiosa porque Andrés hubiera instalado a Marina en una habitación cerca de la que ella ocupaba, se distrajo al escuchar su celular sonar. El rostro se le iluminó al ver quien le marcaba. 

—hola  ¿como va todo? — contestó a la vez que se dejaba caer de espaldas sobre la cama. 

Aitor sonrió al escuchar su voz. 

—Sigue todo igual, solo quería escuchar tu voz— algo dentro de él le gritaba que fuera al lado de Ariana. 

Ella por su parte miraba al techo con una boba sonrisa mientras escuchaba a Aitor. 
—Ten cuidado por favor— pidió dejando de  sonreir, preocupada por él.

—Lo hare—contesto y antes de colgar agrego. —¿ Ariana?

—¿si? ¿Que pasa?— respondió, ,un poco preocupada por el tono serio en la voz de Aitor. 

—Por favor , no salgas, por nada de el mundo dejes la habitación— pidió. una punzada de angustia se le clavó en el pecho. 

—No lo haré— prometió ella, y finalmente colgó. 

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En otro lado en ese momento los ojos grises de Harry miraban con desprecio a Ricardo que sonreía bonachón. 

—Te agradezco que la cuidaras, Marina está muy preocupada— tenía un gesto paternal fingido mientras tomaba de la mano a Catalina. 

La niña tembló pero no dijo nada, su padre le apretó la mano fuertemente a manera de advertencia. 

Harry los observo algo se le escapaba claramente, pero tentado a golpear a Ricardo, decidió alejarse no debía golpear a un hombre delante de una niña, menos si esa niña era su hija. 

Y con ese pensamiento se fue a buscar a Ángela, dejando a Catalina en manos de su padre, que sonreía triunfal y con demencia. 

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Cuando el teléfono de Ariana volvió a sonar ella seguía recostada mirando al techo rezaba por Aitor y por qué Catalina estuviera a salvó,  contestó sin verificar la pantalla, pensado que era de nuevo Aitor. 

—Hola Ariana— saludo la ronca voz de Ricardo arrastrando cada letra de su nombre. 

Ella se sentó de golpe con el rostro desencajado de rabia, ya no temía a Ricardo ya no era aquella niñita de diez años que  controlo a través del miedo. 

—Vete a el  infierno cerdo—chillo furiosa. 

Antes de colgar la voz de Ricardo la detuvo.Sonaba tranquilo calmado,  Ariana reconoció el tono, el mismo que usaba cuando sabía que ella no podría defenderse que no podría escapar y sintió un escalofrío de horror recorrerle la espalda. 

—No cuelgues aun no… si quieres ver a tu hermana. 

—Cata no está contigo— lo enfrentó tratando de controlar el miedo que quería dispararse en su cuerpo. 

—Claro que lo está, te esperamos en casa. 

Antes de  que Ariana contestará se escucho un chillido, el llanto de catalina. Entonces su viejo amigo: el miedo la abrazo.

No pudo decir ni una palabra. 

La risa de Ricardo se escuchó a través del celular.  Había ganado, no tenía que entrar a por Ariana, no si tenía a Catalina, lo sabía Ariana iría a él solo por su hermana. 

Suspiro antes de agregar. 

—Ven sola, si traes a uno de los dos putos españoles con los que te metes zorra, te aseguro que mató a Catalina... no sin antes darle una de las muestras de cariño que recibía su hermana mayor.

cuando colgó Ariana se levantó de la cama todo le daba vueltas corrió al baño y vomitó.  Abrazo la taza del baño hasta volver por completo el estómago.

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Sabia que si dejaba el hotel era su perdición, pero si no lo hacía Ricardo cumpliría su amenaza, lastimaria a Catalina y simplemente no podía permitirlo. Se levantó llorando sabía que haría sufrir a Aitor, pero no podía dejar a Catalina sola en el infierno de Ricardo, ella había sido presa de el por diez años y jamás permitiría que su hermana entrará en el también. Se armó de valor para poner en marcha su plan. llamó a Andrés tenía que evitar que la detuviera, y lamentablemente su mente ya sabía cómo hacerlo. 

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Andrés hacia guardia justo fuera de la habitación de Ariana, por la cual cuidaba también la de Marina. Golpeteaba el suelo con un pie nervioso, estaba preocupado por su hermano. 

—Andres— lo llamo Ariana .

él volteo a ver que necesitaba. 
Ariana se asomo por la puerta  le hizo una seña para que la siguiera. miro de reojo la puerta de Marina , finalmente entró a la habitación de Ariana. 

—¿ que sucede? — preguntó al entrar. 

Antes de que Ariana contestará frunció el cejo al verla.—¡Santo Dios, Ariana! te ves fatal, creo que llamaré a Aitor y  a un medico— se apresuró al teléfono, y Ariana se apresuró a actuar si llamaba a Aitor no podría salir para ayudar a Cata. 

—En realidad Andrés me parecio ver algo fuera estaba asomada en el balcón, creo que era Ricardo— mintió señalando el balcón.

Andres elevó las cejas sorprendido y preocupado si había mirado a Ricardo Ariana tenía razón suficiente para verse fatal. —Revisaré no te preocupes— sonrió amable. Se dirigió al balcón justo cuando entro, con una gran culpa Ariana cerró las puertas de cristal que daban acceso al balcón dejando a Andrés encerrado. 

El Se giró a verla totales sorprendido, sin comprender que pasaba. 

—Lo siento, tiene a Cata — murmuró ella entre lágrimas y se giró para salir de la habitación. 

Andres comprendió todo, golpeó el vidrio con los puños, con patadas pero no podía romperlo. —¡ Ariana! ¡ coño! ¡no vayas! Es una puta trampa— grito impotente de no poder detener a Ariana, rustrado de fallarle  en la única misión que le había encomendado su hermano.” No dejar salir a Ariana” .

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