Ary:
¿Qué me has hecho? ¿Cuál es el sentido de todo esto? He pasado día y noche tratando de buscar una maldita explicación, pero no logro encontrarla.
¿Por qué me miras? ¿Por qué me haces sentir? No. Yo no siento. Ni tú ni nadie me pueden hacer sentir...
Soy un cobarde, lamento haberte tratado mal, no merecías que te hablara así, pero entiéndeme, estoy completamente confundido, ojalá te fueras y dejaras que mi vida regresara a la normalidad, a la asquerosa normalidad que es mi vida, deja de hacerla mejor, deja de sonreir, deja de verme, deja de hacerme sentir...
Porque yo...Y así terminaba la carta, una lágrima rodó lentamente por mi mejilla, mi corazón bombeaba al mil por hora. No podía creer lo que acababa de leer. ¿Acaso Dave lo había escrito? ¿A qué se refería con que no podía sentir?
Arrugué el papel y lo metí en el bolso de mi uniforme mientras bajaba corriendo las escaleras hasta mi habitación. Me senté al borde de mi cama y comencé a llorar aún más, sin saber por qué aquello me afectaba tanto. Tal vez, después de todo, yo sí sentía algo por Dave.Dave's POV:
Me despertó un terrible dolor de cabeza y de estómago, corrí al baño y eché todo el alcohol que aún quedaba en mi sistema. Encontré una pasta de dientes y un cepillo cerrado en el lavabo, lo cuál me indicaba que estaba en un hotel. Me lavé los dientes y salí. Pude observar bien el cuarto dónde me encontraba. La cama era matrimonial y estaba cubierta por sábanas blancas, en la cuales se encontraba enredada una chica de cabello negro.
Me acerqué a ella y le destapé la cara, su redondo rostro, sus carnosos labios y sus gruesas pestañas me indicaron quién era.—Olivia...—susurré, alejándome de la cama con paso lento.
Recogí mi ropa interior y mis pantalones y me vestí rápidamente, después de checar varias veces que nada se me olvidara me dirigí a la puerta, pero escuché su voz justo cuando cruzaba el umbral.
—¿Tan temprano te vas?—dijo desde la cama.
—Olivia...—fue lo único que pude decir.
—Ya extrañaba esto Anderson—me miró seductoramente mientras jugaba con su cabello—Excepto la parte en la que huyes de mí, por supuesto.
Se levantó de la cama, las sábanas que la cubrían se le resbalaron por el cuerpo hasta quedar en el suelo, y Olivia quedó de pie frente a mí, totalmente desnuda. Tragué saliva.
—Cierra esa puerta—amenazó con el dedo índice. Hice lo que me pedía antes de hablar.
—Escucha, no sé que pasó ayer, pero estuvo mal y...
Olivia se acercó lentamente a mí y colocó su dedo índice sobre mis labios. Luego acercó los suyos a mi oído y susurró.
—¿Enserio no te acuerdas qué pasó?—me estremecí al sentir su húmeda lengua tocar mi oreja. Eché un brinco hacia atrás con una mueca.
—¡No hagas eso!—exclamé.
—Pero si antes te encantaba—hizo un puchero fingiendo estar dolida.
—Ya no—me alejé de ella y tomé la manija de la puerta entre mis dedos—Debo irme.
—Oh, no, no—colocó su mano en mi mejilla y acarició desde mi quijada por mi pecho y hasta llegar a mi cintura se detuvo—Tú no me dejarás otra vez.
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•Desire• (TERMINADA)
Romance"Nunca creí enamorarme de él y él nunca creyó enamorarse de mí" Tres reglas, la tercera de ellas, la más importante: Regla #3: Nunca, bajo ninguna circunstancia, te acerques a él. Pero, ¿que no las reglas están para romperse?