Capítulo 15

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Dave's POV:

La miré furioso, aún sin poder creer lo que acababa de suceder. Tanto el beso, como el zafiro. Estaba atónito y algo desorientado.

—No, puedo explicarlo, porfavor déjame decirte qué fue lo que sucedió...—comenzó a decir Ary.

Estaba tan furioso que podría haberla golpeado , pero apreté los puños y la mandíbula, no quería hacerlo, nunca le haría daño así.

—¡Callate!—grité furioso. Quería mantener mi autocontrol, pero mi cuerpo temblaba descontroladamente. Sentía la ira correr por mis venas, casi incendiandolas—Nos largaremos de aqui en un rato. Recoje tus cosas—dije, un poco más tranquilo, pero aún, furioso.

Entré en el cuarto y saqué mi celular, pero antes de llamar me volteé hacia ella, seguía afuera en el pequeño balcón. Sus mejillas brillaban por las lágrimas y sus ojos estaban rojos. Algo en mí se tambaleó al verla llorar, sin embargo, dejé que aquel sentimiento fuera opacado por la rabia una vez más y hablé.

—Y, lo que creas que acaba de pasar, no fue nada, no pasó nada—objeté y vi el dolor en sus ojos, sin mirarla más, me metí en la habitación y salí. Afuera hacia calor, el aire soplaba caliente sobre mis rostro, me aparté el cabello de la cara.
Me había crecido durante las últimas semanas, no solía llevarlo tan largo.
Rike contestó al tercer timbrazo.

—Hasta que vuelves a aparecer—dijo—¿Donde te metiste viejo?

—Rike, necesito que me digas si puedo regresar.—contesté, ignorando su acusación anterior.

—Hablaste hace una semana y te dije que sí. Les di lo que les debias, ya no te buscan, pudiste haber regresado hace una semana y lo sabías. ¿Por qué vuelves a llamar para preguntar lo mismo?

—Sólo quería estar seguro.

—¿Por qué no regresaste hace una semana? ¿Y por qué me pediste que no te llamara?—preguntó.

—Rike, escucha, te contaré todo en cuanto llegue. Probablemente mañana por la mañana ya estaré allá.

—De acuerdo. Mas te vale.

—Sí, sí—contesté fastidiado y colgué.

Fui a la recepción y pagué las últimas noches. Cuándo entré de nuevo al cuarto, Ary estaba terminando de recoger sus cosas.
La semana pasada había tenido que ir a buscar un centro comercial y comprar cosas para los dos, ropa, cepillos de dientes, shampoo, entre otras cosas. Ella me dijo que me lo pagaría todo, pero sinceramente el dinero no era un problema para mí.
Sin voltear a verla comencé a empacar mis cosas en la maleta que llevaba. Estaba dándole la espalda.
Aún me sentía conmocionado por todo lo que había sucedido.

—Dave—susurró una vocecilla detrás de mí. No contesté— Dave, porfavor, déjame explicarte.

—No hay nada que explicar, tienes suerte de que no haya llamado a la policía—contesté con tono seco, aún sin voltearla a ver.

—¿La policía?—dijo, algo confundida.

—Robaste, eso amerita llamar a la policía, y no lo hice, no sé de que te quejas.

—No me estoy quejando de nada. Tienes todo el derecho a estar enojado conmigo. Debí habertelo dicho, perdón. Pero...—por un momento creí que ya no seguiría hablando, luego suspiró y dijo algo más—Yo no fui la que lo robó.

—¿Que?—ahora sí me giré y la miré fijamente—¿Entonces por qué lo tienes tú?—intenté cubrir la amenaza de mi voz con curiosidad, pero por su expresión dolida, supe que no lo había logrado.

—Escucha, el día que subí a tu coche para venir hasta acá, iba de camino a dárselo a tu padre—bajó la voz, parecía nerviosa, casi asustada—Ni siquiera recordaba que lo traía, te lo iba a decir al principio pero...

—¿Pero que?

—Simplemente no pude. Eras un completo extraño para mí, y me habías tratado tan mal... Quería esperar a que regresaramos y dárselo a tu padre, pero de pronto comenzó a extenderse el tiempo aqui, y sinceramente olvidé que lo tenía.

Me sentí culpable de pronto cuando la oí mencionar como la había tratado mal. Sobretodo porque era completamente cierto.

—Si no lo robaste tú, ¿quién lo hizo?

—Fue...un amigo—contestó dudosa.

En ese momento lo supe, no tuve que pensarlo ni dos veces.

—¡El maldito pelirojo!—apreté los puños y golpeé el respaldo del sillón. Recordaba haber visto a aquél muchacho en la cárcel. Chris lo había liberado.

—Él...él no lo hizo con malas intenciones. Pero sé que estuvo mal, por eso yo iba a devolverlo.

El hecho de que lo defendiera sólo aumentó mi enojo.

—No sé porque debería creerte, pero aún si lo que estás diciendo fuera cierto, no tendrías porque dárselo a Chris. Esto me pertenece a mí.

—Yo...no lo sabía—bajó la mirada nuevamente, tratando de esconder las lágrimas.

—Te espero en el coche—dije para terminar la conversación, cerré la maleta y me encaminé a la puerta, la abrí dispuesto a salir hasta que su voz me interrumpió.

—¿Por qué es tan importante?—dijo con voz baja a mis espaldas. Me volví para mirarla pero no dije nada—Sé que eso es mas costoso de lo que yo podría llegar siquiera a imaginar. Pero hay algo más, ¿por qué es tan importante para ti?

Me detuve a pensarlo un segundo, no tenía idea de cómo, pero ella se dio cuenta de que aquel zafiro tenía un valor sentimental para mí.

—Era de mi madre—contesté secamente antes de voltearme y desaparecer por la puerta.

Espero que estén disfrutando la historia. Me gustaría saber que opinan. Muchas gracias a todos por leer :)

•Desire• (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora