Me quedé en la tina más tiempo del que debería pero menos del que me hubiera gustado. Salí con el agua escurriendo suavemente por mi piel, miré el baño de Dave, era enorme, blanco con dorado.
Me sequé con una la esponjosa toalla que se encontraba pulcramente doblada encima del banquito junto a la tina, debajo de ella, había una pijama rosa que parecía ser de una tela muy suave. Cuando me la puse, corroboré que así era, la tela cosquilleaba mi piel. Caminé de nuevo hacia la cama, sintiéndome más limpia y relajada que nunca. Decidí que lo correcto era llamar a Dave, decirle que ya había terminado y que podía subir a dormir, pero decidí hacerlo después de acostarme unos segundos.—¡Oh Dios mio! Ary, ¿¡qué demonios estás haciendo aquí!?—la voz de Sam me despertó.
Abrí los ojos para darme cuenta que no me encontraba en mi cama, ni en mi dormitorio, tardé un poco en saber dónde estaba exactamente.—¿Sam? ¿Qué haces aquí?—pregunté preocupada y adormilada aún.
—¿Que qué hago aquí? ¿Estás de broma? ¿¡Que haces tú aquí!? ¡Te he estado buscando como loca!
—Yo... puedo explicarlo—dije cohibida.
—¡Sal de esta habitación ahora!—me gritó enfurecida.
Para no dar más problemas, hice lo que me pidió, salté de la cama y caminé por el frío suelo, descalza, una vez fuera, comenzaron los gritos.
—¡Explícate!—una vena sobresalía de la frente de Sam.
—Yo...—no tenía ni idea de por dónde debía empezar, así que dije la verdad, sin pensar en las consecuencias— Salí con Dave... él me ofreció bañarme en su habitación y yo... simplemente me quedé dormida.
—¿Qué saliste con quién?—era más bien una pregunta retórica—No puedo creerlo ¿como está eso de que saliste con él? ¿A dónde salieron? ¿Por qué?—Sam estaba atónita.
—Es una larga historia. Él y yo nos llevamos bien, salimos y nos mojamos con la lluvia, fue muy amable al ofrecerme su cuarto. Lamento haberme quedado dormida aquí, pero estuve sola toda la noche, eso te lo aseguro.
—¿Tienes una idea de la cantidad de problemas en la que estás metida?—contestó con tono amenazante.
—¿Problemas?
—¡Nos pudiste haber metido a todos en problemas! ¿A qué te refieres con que se llevan bien? ¡Ese muchacho nos odia! ¡Es un mounstruo egoísta!
—¡Él no es así!—contraataqué, enojada por como se expresó de Dave. Después de la noche anterior, me era imposible verlo como un mountruo egoísta.
Sam me miró impresionada, seguramente nadie nunca le había alzado la voz como yo acababa de hacerlo, sin embargo había algo más en sus ojos, un pensamiento que no tardó en convertir a palabras.
—Estás enamorada de él—dijo con voz baja, cómo si hubiera hecho un gran descubrimiento.
—No es cierto—negué de inmediato.
—A mi no me engañas niña, tu mirada lo dice, ahora que lo veo, todo en ti lo dice...—me señaló con su dedo índice—Sólo déjame advertirte que tu corazón quedará hecho pedazos.
—¿Por qué todo el mundo dice eso? Entiendo que no es encantador la primera vez que lo conoces, pero en el fondo es una buena persona—comenzaba a perder los estribos.
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•Desire• (TERMINADA)
Romansa"Nunca creí enamorarme de él y él nunca creyó enamorarse de mí" Tres reglas, la tercera de ellas, la más importante: Regla #3: Nunca, bajo ninguna circunstancia, te acerques a él. Pero, ¿que no las reglas están para romperse?