Capítulo 28

347 24 1
                                    

Caminamos por el oscuro pasillo hasta llegar a la puerta de mi habitación. Cuando iba a entrar, Dave tomó mi muñeca y me detuvo.

—No tienes que dormir aquí. Puedo darte un cuarto de huéspedes, es mucho mejor—sonrió.

—Lo sé, pero tengo qué, aquí trabajo—reí por lo bajo.

—No tienes qué, más bien te gusta—rodó los ojos en broma.

—Es cierto, me gusta—miré a mi alrededor—Y Emma es muy buena compañera de cuarto.

—De acuerdo, pero sigo sin estar de acuerdo.

—No tienes que estarlo—lo empujé con mi dedo índice juguetonamente, aunque no logré que se moviera ni un milímetro.

Él sólo sonrió.

—Anda ya. Vete a dormir que mañana te levantas temprano—guiñó.

—Esta bien, buenas noches—me giré para abrir la puerta, pero él detuvo mi muñeca nuevamente y me acercó a su torso con un jalón.
Nuestros labios quedaron a centímetros que desaparecieron en un segundo.
Cuando nos separamos, volvió a guiñarme el ojo y sonrió de medio lado.

—Buenas noches Ary.

Sonrojada, y sin decir nada más, entré a mi habitación, y esa noche, fue como si durmiera en las nubes.

—Ary, despierta, Ary, ¿estás viva? Despierta—alguien susurraba en mi oído.
Sentí varios toquecitos en mi mejilla, poco a poco comencé a abrir los ojos, y lo primero que ellos encontraron, fue otro par, completamente azules y brillantes.

—¿Dave?—contesté antes de bostezar y estirarme.

—Vístete, nos vamos en media hora—contestó aún susurrando.

—¿Qué? ¿Nos vamos? ¿A dónde?—mis ojos aún no estaban del todo abiertos, distinguí el rostro de Dave en la oscuridad, muy cerca del mío.

—Es una sorpresa.

—Espera, ¿que hora es?—giré mi cuerpo y los grandes números rojos me indicaban que eran las seis de la mañana—¡Es muy temprano!—exclamé.

—Shhhh—Dave se llevó un dedo índice a los labios, acallandome con aquél gesto—La despertarás—dijo con el mismo dedo apuntando a Emma, quién yacía dormida en la otra cama.

—Pero....mi hora de trabajo empieza hasta las ocho.

—Cuando dije que hoy te despertarías temprano no me refería al trabajo, vamos, apúrate que ya es tarde para irnos.

Con esto, Dave se levantó y salió de la habitación, sin embargo, no escuché sus pasos alejarse de la puerta.

—¿Tarde?—me dije a mí misma.

Sacudí mis confundidos pensamientos por un momento. La noche anterior me había dejado con muchas dudas, algo dentro de mí decía que todo lo que pasó fue sólo un sueño, que al día siguiente, todo volvería a la normalidad y Dave seguiría odiándome como siempre lo había hecho.
Pero ahí estaba él, despertandóme a las seis de la mañana para decirme que nos íbamos. ¿Sería otro sueño?
Sin pensarlo más, me levanté y tomé una rápida ducha, me vestí, y salí de mi habitación.
Ahí seguía él, de pie, recargado en la pared y con las manos en los bolsillos de sus jeans. Sonrió al verme y luego dirigió la mirada a su reloj.

•Desire• (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora