Dave's POV:
—¡Qué es lo que te sucede!—le grité a Chris sin importarme que todo el que se encontraba a mi alrededor pudiera verme y escucharme—¡No puedes retirar los cargos!
—Dave, hablaremos de esto en casa.—intentó tranquilizarme poniendo una mano en mi hombro, pero eso sólo avivó la llamas que me consumían.
—NO.—grité, aún más fuerte, y sin pensarlo dos veces me abalancé sobre él.
Me aseguré, a pesar de que la furia nublaba mis sentidos, de que mi puño encajara en su mandíbula, y cuando ésta tronó bajo mis nudillos, sentí una reconfortante sensación de alivio.El chico pelirrojo yacía en el suelo, sangraba. Lo golpeé muy fuerte. Y los ojos verdes que tanto me atormentaban lo veían con demasiada preocupación, que sólo consiguió hacerme enojar más.
En ese momento varios hombres me agarraron por detrás, evitando así, que me echara nuevamente sobre él.
Y entonces, cuando estuve más calmado, me soltaron.
Lo policías hablaban con mi padre, como si lo estuvieran regañando por mi comportamiento, él sólo asentía con la cabeza.Mientras todo a mi alrededor daba vueltas y sentía el bajón de después de un ataque de ira, contemplaba como ella lloraba, mientras los paramédicos lo atendían a él.
Debieron de haber llegado mientras los policías me controlaban, porque no recordaba haberlos visto entrar.
La herida del muchacho parecía grave, un charco de sangre brotaba de su boca y parecía estar inconsciente.
Pero el verla a ella llorar fue lo que me sorprendió, me sorprendió cómo me sentí mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas.
Mi corazón comenzó a latir más rápido de lo habitual y sentí un leve dolor en el pecho.
Totalmente desconcertado y desubicado, salí corriendo de ahí.
Pedí un taxi, pero no sabía a donde ir. Terminó dejándome frente a un bar. Entré y pude sentir como el sonido retumbaba en mis oídos, y las luces cegaban mi mente.
Me digirí a la barra y comencé a tomar, uno tras otro.Desperté al día siguiente sobre una cama desconocida. A un lado, había una chica morena tumbada de espladas, al otro, una rubia. Ambas desnudas.
Sólo tenía leves recuerdos de la noche anterior. Una de las chicas contoneándose sobre mí, y de repente unos ojos verdes empapados en lágrimas que no podían salir de mi mente, la otra chica susurrando en mi oído, y luego los mismos ojos que me atormentaban volvían a distraerme.Estaba seguro que ninguna de las dos mujeres a mi lado había cumplido su propósito. Hacerme olvidarla, hacerme olvidar su llanto.
Me levanté y me vestí. No tenía ni idea de cómo había llegado hasta ahí, y tampoco tenía idea de cómo salir.
Sin embargo, no me costó mucho llegar hasta la puerta de entrada. Procuré no hacer mucho ruido al salir, y antes de si quiera poder imaginarlo ya estaba de nuevo en mi casa.Subí a mi habitación y me tiré en la cama a pensar, a intentar olvidar. Pero no lo logré.
Ary's POV:
Continuaba sentanda en la clínica que se encontraba junto a la comisaría, Kit estaba bien. O al menos iba a estarlo pronto.
Los paramédicos sólo querían revisar que no hubiera sufrido un daño grave en la cabeza.
En cuanto salió no pude evitar el nudo que se formó en mi garganta.
Presionaba una bolsa de hielo en su quijada mientras caminaba hacia a mí, tambaleante por los medicamentos que le habían dado.
Corrí hacia él y lo abracé, cuidadosa de no lastimarlo.—¿Cómo te sientes?—pregunté.
—Estoy bien, ya puedo irme.
—Kit, lo siento tanto.
—Tú no tienes porque disculparte preciosa, nada de esto fue tu culpa.—su voz era suave, tranquilizadora.
—Siento que así fue.
—No lo fue, todo estará bien.—me dio un beso en la frente y salimos de ahí.
Kit estaría bien, no sufrió ningún daño grave y eso me tenía, hasta cierto punto, tranquila.
Pero algo más reinaba en mi mente, algo que hizo que la tranquilidad se esfumara. Dave.
Cada día lo odiaba más. Cada día me hacía sentir peor. Y cada día pensaba más en él, sin poder dejar de hacerlo, y sin saber por qué.
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•Desire• (TERMINADA)
Romansa"Nunca creí enamorarme de él y él nunca creyó enamorarse de mí" Tres reglas, la tercera de ellas, la más importante: Regla #3: Nunca, bajo ninguna circunstancia, te acerques a él. Pero, ¿que no las reglas están para romperse?