¿Que le siguiera el juego a Manuel? ¿Que información debía buscar? Joder. Esto no pintaba nada bien y estaba comenzando a asustarme. A eso se le juntaba que Manuel actuaba realmente extraño. Llegó a casa con un enorme ramo de rosas y una invitación a cenar en mi restaurante favorito. Me besó mientras me decía lo mucho que me había extrañado y como si eso fuera poco, se acercó a Manu, lo cargó y lo llenó de besos. Esto estaba extraño.
—Cariño —Manuel salió del baño atándose la corbata y apresuradamente borré la conversación con Poncho, dejé el celular a un lado justo cuando entró a la sala de estar— ¿el bebé ya se durmió?
—Así es.
Justo en ese momento el timbre sonó.
—Debe ser Fabi, iré a abrir yo. Estoy ansioso de esta cena contigo —me besó.
Luego de dejar a mi bebé con Fabiola, una prima de Manuel de mi confianza y darle muchísimas instrucciones, partimos. La chica adoraba al bebé y era la única, fuera de mi familia, en quién confiaba para dejarle a Manu.
Llegamos al lugar rato después. Nos sentamos y Manuel pidió por los dos, como siempre. La comida llego 15 silenciosos minutos después junto con una botella de vino y nos sirvió dos copas.
—Y cuéntame cariño, ¿que hiciste en CDMX?
Di un trago de vino, tomándome mi tiempo para responder.
—Pues, pasar tiempo con mi familia y disfrutar de mis vacaciones, ¿tú que hiciste?
—Trabajar arduamente. Ya sabes que la labor de un gobernador no para nunca.
—Ya.. —lo miré con ojos entornados, esa respuesta me había sonado muy forzada.
—Mañana luego de la donación iremos a ver a unos compañeros y dirás que estuviste estos días enferma, con gripe o que se yo.
—Está bien, Manuel.
—¿Ves como te complazco? Te dejé viajar. Así deberías complacerme tú cuando te necesito.
Dejé el tenedor con lentitud sobre el plato y lo miré incrédula.
—¿Hablas en serio? ¿Tú me dejaste?
—Cariño, acabas de llegar, no voy a discutir así que quita esa cara que pueden vernos y hablar. Anda, sonríe.
—Soy adulta —dije, sin embargo— yo decido viajar cuando me venga en gana y no tengo por qué pedirte permiso.
—Al trabajo si, Anahí —sonrió falsamente y me tomó de la barbilla acercándome a su cara— ahora toma tu celular y pública una foto feliz nuestra ¿quieres, querida?
No me quedó de otra que hacerlo. A regañadientes.
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anahiCena con mi amor!! 🙌 mi esposo!! te amo tanto @velascom_ contigo para siempre💏🙏💕 #celebrandoelamor #Chiapas
