Siempre Serás Tú.

32.

Me desperté al sentir un suave movimiento a mi lado y como mi mano, que antes estaba en la cintura de Anahí, caía con cuidado en la cama. Entorné los ojos y lo primero que vi fue la espalda de Any y como ella se amarraba el cabello en una cola alta con una liga que tomó de la mesita de noche. Seguí cada uno de sus movimientos con un ojo. Como buscaba por el suelo nuestras prendas y las colocaba sobre una silla, luego se dirigía al armario, sacaba unas bragas y un camisón y entraba al baño. Aproveche ese momento para buscar mi móvil en el bolsillo de mis vaqueros que Anahí había colocado en la silla y lo encendí. Eran a penas las 10:35 de la noche.

Tenía varios WhatsApps de Diana que no quise revisar de momento, pero no por eso me sentí menos culpable. Y es que ¡joder! Sabía que la había cagado hasta el fondo.

Observé en mi dedo mi anillo de bodas y una opresión en el pecho me atacó. Le había sido infiel a mi esposa de la peor manera y ya sentía como el anillo quemaba mi dedo. Tanto querer olvidarme de todo y disfrutar el momento pero luego todo me daba una patada dolorosa en el culo.

Sentí ruidos en el baño y rápidamente me quité el anillo, lo metí en el bolsillo del vaquero y lo lancé a la silla. Me acosté y me arropé haciéndome el dormido. Anahí salió del baño y paseó por la estancia buscando algo. Noté que era su móvil cuando lo tomó de la mesa y lo encendió. Marcó unas teclas y se lo llevó a la oreja.

—Hola.. —susurró— si, estoy bien ¿y tú? —oyó lo que decían del otro lado mientras jugaba con una pelusa imaginaria en su camisón —no estoy susurrando, es que.. Me había dormido. —¿con quién mierda hablaba a estas horas? —¿Como está mi bebé? —aclaró mis dudas que sería con Neni o Tisha mientras regresaba a la cama y se sentaba dándome la espalda —Si, claro. Que escuche mi voz. —hizo una pausa— Hola, mi bebé ¿como te portas? ¿Te he dicho que te extraño cada segundo de mis días? —susurraba con voz tan tierna que me hizo sonreír— Me ha dicho la abu que no quieres dormi. Quizá si mami te canta una canción puedas descansar.

Giró su cabeza y yo cerré los ojos rápidamente haciéndome el dormido. La sentí acostarse a mi lado, acercarse a mi y depositar un beso tan tierno al costado de la comisura de mis labios que me hizo cortar la respiración. Afortunadamente se acostó dándome la espalda y pude soltar el aire que había retenido.

Eso hasta que suavemente comenzó a entonar una canción bastante conocida para mi.

—¿Como poder recuperar tu amor? ¿como sacar la tristeza de mi corazón? mi mundo solo gira por ti..

Tragué en seco a medida que mi corazón me golpeaba rápidamente el pecho al escuchar su suave y hermosa voz.

—¿Como sanar este profundo dolor? Siento correr por mis venas tu respiración.. Estoy tan conectada a ti..

Se sorbió la nariz y alzó un mano para apartarse las lágrimas que en algún momento habían comenzado a caer, pero aun así siguió cantando con la voz de apoco más frágil.

—¿Como calmar esta profunda obsesión? ¿Como le explico a mi alma que se terminó? Me estoy volviendo loco por ti.. Que hasta en mis sueños te veo.. Sin ti yo me muero..

La voz se le fue quebrando a medida que trataba de entonar esa estrofa tan especial para ambos y venían a mi miles de recuerdo de miles de conciertos. Su voz comenzó a cortarse aún más pero sin perder esa hermosa melodía.

—Y este corazón que robaste cuando te marchaste, tu te marchaste con mis besos, con mis besos y mis sueños..

Sentía un dolor en el pecho oírla de ese modo. Sentía también las enormes ganas de estrecharla en mis brazos y besarla. Y de mientras mis propias lágrimas me quemaban los ojos.