Siempre Serás Tú.

25.

Lo hacía a propósito. No había explicación. Lo estaba haciendo jodidamente a propósito.

Una vez bajamos a la playa privada me senté sobre la arena quitándome la camiseta y colocándola a un lado. Anahí, en cambio, decidió darse un baño y, plenamente consiente de que la observaba, se deshizo lentamente de su pequeño vestido revelando el pequeñísimo bañador debajo. Se reacomodó el cabello sobre un hombro y despidiéndose de mi con la mano y una sonrisita caminó hasta el agua.

Su cuerpo.. Ese cuerpo era, cada vez, más sexy que nunca. Siempre me había gustado y nunca había tenido reparo en hacérselo saber. Así que estaba seguro que lo hacía a propósito.

En ese instante quise golpearme la cabeza con un caracol porque... ¿Por que demonios estoy pensando en el cuerpo de Anahí cuando estoy casado? Si estaba aquí era para ayudar a... mi amiga... a hacerla sentir mejor tras el engaño de su esposo y, aprovechando la ocasión, descansaría de mi trabajo mientras repasaba la situación de mi esposa. Debía recordar eso y olvidarme de lo malditamente bien que me la había pasado la noche anterior con Any.

Cuando ni siquiera había pensado en Diana.

Desvíe la mirada del cuerpo mojado de Anahí saliendo del agua, pero de un lado y del otro no había otra cosa más interesante. Ni modo, Poncho, tocará contar granitos de arena.

-¿No entrarás al agua? Está divina.

Divina. Si.

-Nop. Más tarde, quizá.

-Vale. Tomaré sol un rato.

Por mi visión periférica pude ver que extendía su toalla en la arena y se sentaba sobre ella, se puso sus gafas de sol y se acomodó estirándose sobre ella.

-Yo.. Creo que olvidé mi móvil dentro y debo hacer un llamado. Nos vemos en un rato.

Sin esperar recibir respuesta me levante como un resorte y -casi- corrí a la casa. Una vez dentro decidí marcarle a Diana. No había contestado sus mensajes en México porque no tenía respuesta alguna para ella. Y seguía sin tenerlas. Pero quería saber que tal estaba Dani.

-¿Hola?

-Hey, hermosa.. ¿que tal estás?

-Bien -respondió algo tajante.

-Me parece bien. Ehm.. ¿Dani que tal está?

-Bien.

-Diana... -resoplé- ¿sigues enojada?

-¿Tú que crees? Si no he recibido una respuesta tuya ni siquiera para saber que has recibido mis mensajes.

-Diana -suspiré con cansancio- lo siento. He estado ocupado y a decir verdad no quería comenzar una pelea por mensajes. No es la manera de abordar ese tema.

-Nunca será la manera, entonces.

-De frente lo será.

-Te tomas con mucha delicadeza el tema de Anahí ¿no crees?

Resoplé, de nuevo, en respuesta.

-Y tú estás exagerando demasiado el tema de Anahí ¿no crees?

-No creo que sea exageración.

-¡Lo es! -exclamé más alto de lo que pretendía, suspiré al no oír respuesta en Diana y continué calmadamente- cariño, eres tú mi esposa, eres tú con quién estoy y eres tú mi familia ¿por que sigues con eso?

-Creo habértelo aclarado en varios mensajes.

Tomé el puente de la nariz con con mis dedos tratando de no acabar con la poca paciencia que tenía.