CAPITULO 1
Otro largo día de invierno comienza. Está lloviendo, puedo oír la lluvia caer y chocar contra la ventana. Maldita noche no he podido pegar ojo, bueno durante estos meses no ha habido una noche que pueda dormir bien.
Miro el móvil y no hay nada ni whatsapp, mensajes, absolutamente nada. ¿Qué esperabas que alguien se iba a acordar de ti? me digo a mi misma. Que estúpida soy, como si le importase de verdad a alguien.
-¿Erika estas despierta? – Se escucha detrás de la puerta –Venga que vas a llegar tarde como de costumbre.
-¡Que si mamá! – Cuando se pone así de pesada es insoportable. Sera mejor que me levante y comience a prepararme.
Se levanta de la cama y va directa a la montaña de ropa que tiene en el escritorio. Si lo viese su madre la mataría. Coge una de sus sudaderas y una camiseta de vans. Su madre siempre le dice que donde va con esas camisetas de chico. No entiende que a ella le encanta. De repente la puerta de la habitación se abre.
-¡Pero qué haces imbécil! – Grita tapándose.
- Ha venido Rubén y Alicia, están en la puerta esperándote – Le dice un enano de ojos verdes y pelo oscuro.
- Vale, la próxima vez haz el favor de llamar a la puerta.
-¿O si no que? – La mira desafiándole.
-O si no – Erika sale corriendo detrás de él cuándo lo alcanza y lo tira al suelo – Ataque de cosquillas.
-No, por favor Erika para – Le dice su hermano aguantándose la risa.
-Pero se puede saber que hacéis los dos ahí tirados – los mira y se aleja de aquella escena que en el fondo tanto le gusta –David baja y desayuna – grita desde las escaleras.
-Vale mamá.
-Tira enano no vaya a enfadarse mamá – Ve como ese niño tan guapo baja las escaleras saltando. En el fondo lo quiere muchísimo.
Termina de vestirse y se dirige al baño a peinarse, pero algo extraño se refleja en el espejo del baño. No le da tiempo a girarse cuando algo la toca por detrás.
-¡Ay qué coño! – Se da la vuelta y ve a su queridísima amiga Alicia detrás de ella partiéndose de la risa.
-Como tardabas tanto en bajar he subido a ver si te habías caído por el váter.
-Que graciosa eres, pues me he llevado un buen susto que lo sepas – le sonríe tímidamente.
-¿Te queda mucho?
-No solo peinarme, ¿me esperas abajo?.
-Si bella dama – y sale del aquel baño no sin antes darle un beso en la mejilla.
Que tendrá esta chica para ponerme de esta manera. Se conocieron hace un año pero parece que fue ayer cuando se tropezó con esta preciosa chica de ojos verdes y pelo castaño. De piel blanca y no mucho más alta que ella.
Era el primer día de instituto después de un cortísimo verano, llegábamos tarde Rubén y yo. Cuando corriendo por el pasillo me choque con algo y caí al suelo.
-Ups que daño – Dijo Erika tocándose la cabeza.
-Lo siento mucho estaba en medio, lo siento.
-Venga os ayudo a levantaros – Rubén les tendió la mano a las dos chicas que había enfrente de él. Aquella chica de ojos verdes lo dejo sin palabras.
-Gracias – sonó a la vez.
-De nada, yo soy Rubén y esta es Erika ¿tú eres nueva verdad? nunca te he visto por aquí.
-Si me acabo de mudar y ando un poco perdida no encuentro mi clase, ¿vosotros me podríais decir donde esta 3ºC?.
-¡Es nuestra clase! – Grito Erika eufórica – Venga vamos que nos va a tocar los peores sitios.
Desde ese momento supe que algo en mi cambio y que a partir de ese instante todo cambiaria en mi vida.
