Capítulo 14

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CAPITULO 14

-¿Estas segura que no quieres entrar un ratito?.

-Si tonta, además mi madre estará esperándome.

-Pues voy yo contigo y le decimos que te quedas en mi casa a dormir.

-Elena…

-Vale poco a poco, pero aun así me encantaría.

-Habrá tiempo para todo eso, pero de momento vamos a tomarnos las cosas con calma ¿va? – me cogía de las manos y las entrelazaba con las mías – será mejor que entre o vete tú a saber cómo estará mi madre preguntándose donde estará su querida hija.

-Sí, mis padres estarán igual.

Le di un pequeño beso en la mejilla y me di media vuelta para abrir la puerta. Pero me cogió de la mano haciendo que me girase para mirarla.

-¿No creerás que te vas a ir así? – pego mi cuerpo con el suyo, puso sus manos en los bolsillos traseros de mi pantalón atrayéndome más aun a ella, y seguido me beso. Al terminar aquel beso se acercó a mi oído – ahora sí, buenas noches pequeña.

***

Entre en casa, todo estaba en silencio, demasiado en silencio. Cerré la puerta lo más lentamente que pude para no hacer ruido y no despertar a nadie, eran las tantas de la mañana. Una luz que provenía del comedor se encendió, de ahí apareció mi madre.

-Rubén, ¿dónde te has metido?. No he sabido nada de ti en todo el día, y para colmo tienes el teléfono apagado. Tú padre y yo estábamos muy preocupados por si te había pasado algo.

-Que más da, déjame en paz solo quiero acostarme y dormir.

-No el señorito no se va a la cama sin responderme donde ha estado todo el día que ni tiempo tiene de avisar a sus padres.

-¡Rubén ven aquí ahora mismo!.

-¡Olvídame!.

-¿Qué son esas voces? – como si no fuéramos pocos ya, apareció mi padre frotándose los ojos.

-Tú hijo que no me quiere decir donde ha estado todo el santo día.

-Que me dejes en paz, pesada que eres.

-Eh ni se te ocurra hablarle así a tú madre, sube de inmediato a tu habitación, ya hablaremos contigo seriamente.

Hice caso a mi padre y subí los escalones de dos en dos. Me tire en la cama y comencé a darle golpes a la almohada.

No podía ser posible todo lo que había pasado hoy. Alicia enamorada de mí, quien lo iba a pensar.

Después de decírmelo se me echo encima mía para intentar besarme pero la frene a tiempo, y me fui corriendo de allí. Tuve que apagar el móvil porque no paraba de llamarme. Me pase todo el día andando sin un rumbo fijo, como si estuviese perdido sin saber a dónde ir.

Se me ocurrió ir a la casa de Erika, pero de camino que iba hacia allí, la vi salir con Elena. Últimamente está muy unida a su vecina nueva, y eso no me gusta porque se va alejando de mi cada vez más. Ya no estábamos tan unidos como antes, siento como cada vez su camino se aleja más del mío. No es la que era cuando está conmigo, ni se comporta igual. Siento que la pierdo.

Hoy no había ido por casualidad a su casa para invitarla a desayunar, quería invitarla salir, quería salir de la zona de amigos. Pero ella, esa chica nueva, ya lo dijo Ali no es de fiar, no la está quitando. Por culpa de ella está cambiando su forma de ser.

Recuperare a la Erika de la que estoy enamorado, y aclarare las cosas con Alicia. Después de todo esto las cosas no volverán a estar igual entre nosotros, pero tengo la necesidad  de contárselo y esperar a que me de una oportunidad, más bien que nos de una oportunidad a los dos de estar juntos. 

Ella nunca sera míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora