¿¡Hermanas!? ♦❇Yui Komori❇♦ Una Nueva Amenaza

Cap. #8

Hikari: —¿Yui?—

Yui: —¿s-si?—

—dime que estas viendo lo que yo—

—S-si—

Los Sakamaki se miraron unos a otros algo alarmados por lo que estaba pasando, ya que no sabían que era en realidad. Las chicas querían dejar de mirar, pero no podían...La niña se rió un poco.

Niña: -juguemos a algo ¿si?-

Sin decir más, comenzó a correr alrededor de la mesa, ellas la seguían con la mirada, y los chicos veían como ellas miraban tras sus espaldas, dando la vuelta a todo el mesón, sintiendo un frío repentino que invadió toda la sala, que hizo que a todos se les pusiera la piel erizada.

Cuando la niña pasó por detrás de ambas, se voltearon lo más que pudieron, ella había desaparecido. Pero sus corazones todavía no dejaban de latir con fuerza. Hubo un momento en el que el ambiente alrededor de todos los presentes en ese momento se quedo en una tensión desesperante, que se rompió por un sonido encima de ellos, el sonido de un cristal chocando contra otro, y efectivamente eso era, todos miraron hacia arriba, el candelabro temblaba bruscamente al mismo tiempo que se movía en círculos, las luces comenzaron a parpadear y las puertas se cerraron, después de eso, el mismo comenzó a sacudirse de arriba a abajo, eso hizo que algunos cristales comenzarán a caer, todos se levantaron y dieron un paso atrás, excepto las chicas, que cuando lo intentaron, no pudieron mover las sillas, parecía como si estuviesen pegadas al suelo, no se movían ni un centímetro.

Ayato: -¿¡que hacen!? ¡quítense de ahí!-

Yui: -¡no podemos!-

-¿¡como que no pueden!?-

Hikari: -¡las sillas...No se mueven!-

Ayato se acercó a la silla de Yui e intentó moverla, pero como habían dicho anteriormente, no se movían.

Ayato: -¡Maldición, es verdad!-

El pelirrojo no podía hacer  que esta se moviera. Hikari intento subir sus piernas a la suya para salir por arriba, pero esta se deslizó más hacia adentro, golpeando su estómago con el borde de la madera del mesón, casi haciendo que vomitara, eso le dolió bastante, allí cayó en cuenta de que en verdad estaban en peligro.

Cada vez la silla iba presionándola contra el mesón, ella gritaba de el dolor, los huesos de su espalda y su estómago estaban siendo aplastados, hasta tal punto de oír los huesos de su espalda crujir.

Hikari: -¡Aaah...AH! ¡¡¡MALDICIÓN!!-

Su espalda seguí crujiendo, mientras desesperadamente intentaba salir de allí.

Yui: -¡Hikari!-

La castaña puso ambas manos en la el borde, y con todas sus fuerzas comenzó a empujarse hacia atrás, ahora batiéndose en un duelo de fuerza entre la cosa que la mantenía en esa posición y ella.

Hikari: -¡Soy fuerte, yo puedo!-

Dijo para sí misma mientras cerraba los ojos con fuerza, no se iba a dar por vencida, en un momento sintió como había logrado separarse un poco de del mesón, allí puso mucha más fuerza, soltando un inmenso grito de batalla, después de estar lo suficientemente separada de allí, puso sus pies en la borde y empezó a empujarse con sus piernas, de la nada ambas sillas, la de ella y la de Yui, pudieron por fin moverse, como si lo que las mantenía en el suelo hubiese decidido soltarlas, haciendo que Hikari cayera de espaldas, en ese momento se dio un fuerte golpe en la cabeza contra el piso, quedando algo aturdida por unos segundos.