¿¡Hermanas!? ♦❇Yui Komori❇♦ Una Nueva Amenaza

Cap. #39

Kannon y Kottan esperaron en silencio alguna respuesta de parte de las mellizas, pero ella no sabían ni que hacer, por suerte aún recordaban como respirar. Hikari deslizó los dedos entre su cabello llevándolo hacia atrás, ya sabían la verdad, y aunque habían pensado que estaban listas para escucharla, la verdad es que tal vez no esperaban una bomba de esta magnitud. Los Sakamaki tampoco tenían palabras, pensar que aquella chica ordinaria venía de un pasado tan turbulento e increíble era algo que simplemente jamás habrían podido imaginar. 

— Ustedes... — Soltó Yui como un suspiro, casi inaudible. Cubriendo su boca con las manos — Ustedes... Los abandonaron — Susurró con un nudo en la garganta.

— ¡Si se hubiesen quedado con ellos, hubiesen podido vencer a esos monstruos y nuestros padres no habrían muerto! — gritó  Hikari con la voz quebrada y lágrimas que salían incontrolables de sus ojos — ¡pero por miedo se fueron y los dejaron a su suerte. Son unos cobardes!

Entonces Yui se levantó junto a la castaña con sus ojos igualmente inundados — Lo único que nos quedaba en este mundo éramos nosotras ¿Y aún así nos separaron? — Preguntó sintiendo como el aire escapaba de su cuerpo — ¿Como pudieron ser tan crueles? 

— fue una equivocación. Pero ya no había vuelta atrás — Se explicó el pelinegro para ser interrumpido por la chicas. 

— ¿¡QUE NO HABIA VUELTA ATRAS!? ¡No me jodas! — Vocifero la castaña. 

— ¡Esa era la única manera de que tuviesen una vida en paz! — Le respondió Kannon. Entonces la castaña solto una carcajada silenciosa.

— Y eso les salio muy bien ¿No? — Dijo con hiriente sarcasmo. 

— No importa lo que ocurrió en el pasado. Ahora las cosas se pusieron difíciles y ustedes debian saber esto para poder enfrentarlo. 

— ¿Deberemos enfrentar a esos malditos del "consejo"? — Pregunto haciendo comillas con los dedos, y al no recibir respuesta las lágrimas volvieron a salir. 

 — No... ¡No. Ya no puedo con todo esto! — Vocifero con el corazón latiendo muy muy rápido, sus emociones estaban al límite, sentía que se ahogaba por el agobio. 

— Ellos se han vuelto mas fuertes, y el sello que los mantenía encerrados se hacer mas débil. No puedes rendirte ahora — Dijo Kottan intentando tomar su brazo pero ella se hizo para atrás — El mundo pende de un hilo. No podemos hacerlo solos.  

— ¡Solo somos un par de adolecentes! Si ustedes no pueden hacerlo ¿¡ques es lo que esperan de nosotras!? — El silencio en medio de los gritos se hizo presente y la castaña salio corriendo de la habitación y Yui,  después de una triste mirada hacia sus maestros fue tras su hermana. 

— Oookey... Eso fue incómodo — Dijo Laito, recibiendo un codazo del trillizo menor. 

Ayato por fin entendía porque Yui se negaba a contarle lo que pasaba, y sabia que ella tenía razón, después de todo, si lo hubiese dicho seguramente no le habria creído. 

                                •| ⊱✿⊰ |•

Después de salir de aquel lugar, la castaña corrió un largo trayecto. Hasta alejarse un poco del templo sin importarle que pudiese pasar, ella solo quería alejarse y respirar. Dió un mal paso resbalando y callendo a gatas raspando sus rodillas. 

Sin levantarse comenzó a sollozar, el agobio era demasiado, ella detestaba llorar, aún más cuando se trataba de llorar enfrente de otros, desde que era una niña fue asi. Pero ahora era la única manera en la que podía desahogarse. Sus manos se hicieron puños y con fuerza golpearon la tierra ¿Salvar el mundo? El peso de algo tan grande comenzaba a caer sobre sus hombros y no estaba segura de poder cargarlo.