El sol tenía pocas horas de haber aparecido, la mañana era bastante brillante y fresca, solo podía escucharse el canto de algunos pájaros.
En la habitación de las mellizas todo estaba en calma, ambas dormían profundamente en la cama de yui, pues la noche anterior se habían quedado despiertas platicando hasta altas horas de la madrugada.
La puerta se abrió de par en par y la luz fue encendida, pero las chicas ni siquiera parecieron notarlo. El azabache entró a la habitación y notablemente enojado dió un suspiro.
— ¿Acaso no saben que hora es, par de Holgazanas. Cómo es que todavía están en la cama? — Inquirió arreglando sus lentes — Despierten ahora — Ordenó para ser nuevamente ignorado. Entonces tomo la manta con las que se cubrían y se las arrebató.
La castaña frunció el ceño soltando un gruñido, toco su cuerpo intentando buscar la manta, pero se rindió y solo se abrazo a Yui.
— Mamá solo cinco minutos más... — balbuceó xescondiendo su rostro en el costado de su hermana.
— Esto es el colmo — Al ser ella quien estaba cerca del borde de la cama, no fue muy difícil para el vampiro hacerla caer.
— Mmf... Eres una mala persona ¿Sabias? — Le dijo tallando sus ojos, con demasiado sueño como para molestarse.
— ¿Qué sucede? — Preguntó la rubia incorporándose en la cama.
— Vístanse y bajen a la sala para comenzar con la limpieza, ya vamos atrasados — les informó dirigiéndose a la puerta.
— ¿Limpieza? — Preguntaron ambas y la puerta se cerró con fuerza, con pereza Hikari se dejo caer al piso.
Una vez que se quitaron las pijamas y lavaron sus dientes, bajaron hasta la sala donde todos los demás se encontraban, con con sus pijamas aun puestas.
— Reiji, son las nueve de la mañana: ¿Explícame de nuevo que es lo que hago despierto a esta hora? — Reclamó Ayato frotando sus ojos y con un bostezo.
— Si en serio este va a ser nuestro hospedaje hasta que toda esta situación se solución, me niego a convivir con la suciedad.
Confundidos, los demás dieron una ojeada a su alrededor, para darse cuenta de la ligera capa de polvo que cubría algunas superficies, como las escaleras, las ventanas y demás..
— ¿Limpieza? Pero ese es el trabajo de Bitch-chan, nosotros ayudamos con no estorbar.
— Por lástima ni para eso son utiles — Responde el azabache por lo bajo — Si todos contribuimos posiblemente acabemos antes del anochecer.
Todos se quedaron en silencio, sin animos de nada.
— Aunque a mi tampoco me guste la idea, Mamá Reiji tiene razón — Dijo la castaña mientras se estiraba, caminando a un lado — Pero por supuesto, no esperaría a que ustedes, inútiles, fuesen capaces de hacer algo tan simple.
El chico de lentes la miró de reojo y ella le respondió con un guiño, después de una mirada complice. Yui sonrió al darse cuenta de Li que su hermana tramaba.
— ¿Nos acaba de llamar "inútiles"? — Dubito Kanato con indignación.
— Sip — Cruzó los brazos con una sonrisa — apuesto a que jamás en sus vidas han tocado una escoba, pobres bebes mimados.
— ¿A sí?
— Apuesto que yui y yo podemos limpiar la casa mas rápido de lo que ustedes limpiar una habitación — Los retó, haciendo leves movimientos con su cuello.
— pues veremos quien lo logra antes— dijo remedando exageradamente el movimiento de cuello.
Tomaron las escobas rápidamente y comenzaron a limpiar con rudeza, mientras que las gemelas chocaban sus manos y expresaban victoria a sus espaldas.
— Normalmente yo tardo más tiempo en convencerles — Dijo el azabache.
— Sería mas difícil venderle audífonos a un sordo — Se burló — Bien nosotras nos vamos a encargar de lo nuestro, así que con permiso.
Con los brazos entrelazados se alejaron riendo suavemente. Cada quien se encargaba de su parte en la casa, aunque algunas de las tareas resultaban tediosas para los hermanos, que ciertamente no estaban acostumbrados a las labores hogareñas, estaban muy acostumbrados a que los sirvientes en casa o el azabache se encargaran de todo, todo el tiempo.
— ¡Ayato imbécil, tienes que barrer los escalones, no romper la escoba! — Reclamo el menor de todos mientras sostenía una pequeña pala para desperdicios.
— ¿A si? ¡Pues si es tan fácil ven y hazlo tú! — Contestó el mencionado, moviendo las escoba con fuerza de lado a lado en cada escalón, haciéndola chocar con los topes provocando un sonido de golpeteo irritante.
— ¡No, no te atrevas! — Se escuchó a una de las chicas gritar, pero por su tono divertido, los chicos no se alertaron. Yui se acercaba corriendo mientras miraba hacia atrás y se reía con energía, entonces vio al par de chicos y sin pensarlo se escudo detrás de ellos.
— ¿Que están haciendo? — Dubitó el chico mirando hacia sus espaldas — ¿No deberían estar limpiando?
— eso estábamos, pero entonces Hikari.. — Explico susurrando asustada.
— ¡Yui! Ven aquí — Se vió venir a la castaña caminando a pasos, sosteniendo un trapeador en sus manos como si fuese una lanza, este estaba cubierto por una asquerosa mezcla de polvo humedecido y telarañas. Fijó la mirada en los muchachos y soltó una risa malvada.
El pelirrojo tomó la escoba igual que la castaña — Aleja esa cosa sucia de mi, tengo una escoba y no me asusta usarla.
Hikari siguió avanzando sin prestar atención a la "amenaza" del chico, dibujado una sonrisa de gato. Comenzó a correr y los otros tres, más adelante intentando huir de ella.
El escándalo llegó a los oidos de los demás hermanos que curiosos se asomaron a ver que pasaba. Kanato sostenía un balde con agua jabonosa con la que limpiaban las ventanas, cuando Ayato, Subaru y Yui llegaron con ellos.
— ¿Ustedes están jugando mientras que nosotros trabajamos? ¡Eso no es justo! — Se quejó el de cabello lila haciendo un pequeño puchero.
— Dame eso — Ordenó el albino mientras le arrancaba el balde al mas bajo.
— ¿Que vas a hacer? — Preguntó la pequeña rubia con mala espina. En lo que Hikari apareció, fue empapada de pies a cabeza y se resbalo ayendo de pecho al piso. El agua se esparció por todo el suelo, todos comenzaron a caer como dominós.
— te vas arrepentir — A trompicones la melliza menor logro levantarse y alcanzo una manguera que estaba colgada allí.
— No lo hagas...
— ¡Ahogadse demonios chupa sangre, ahogadse con el poder del agua a presión! — Gritó apuntandolos con la manguera. Ayato intentó llegar a ella para quitarsela, pero antes de tocarla esta abrió el grifo y soltando una risa malvada , desatando un agigante chorro a presión que lo envío lejos.
Pero las cosas se descontrolaron cuando la presión de la manguera se hizo demasiada y se escapó de las manos de la jóven y comenzó a moverse hacia todos lados.
— ¡Corran!
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¿¡Hermanas!? ♦❇Yui Komori❇♦ Una Nueva Amenaza
FanfictionTodo comienza con Yui, quién se llevará la sorpresa más grande de su vida, tras enterarse de la existencia de....¿¡su hermana!?. Desde ese momento, sus vidas correrán peligro al ser perseguidas por un presunto clan que quiere atraparlas y eliminarl...