Cap. #32

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— ¡HIKARI! — gritaron Yui y ambos maestros.

— L-La aplastó — afirmó Laito con asco. Todo se quedo en silencio unos instantes, la rubia no podía escuchar ni siquiera él latir de su corazón, este se había detenido en el momento en que la mano impactó y no se escuchó más nada de la castaña. A Hikari no le habría dado tiempo de apartarse también, y es que un segundo antes de que la nube de tierra se levantara, pudieron ver la gigante mano del espectro justo encima de ella. Yui no respiraba y un par de lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos "Por favor... Por favor... Por favor" repetía una y otra vez en su cabeza, rogando que su hermana estuviera bien, pidiéndole con fuerza a cada una de las deidades dentro de su fe que no le haya pasado nada.

De a poco la tierra se dispersó, Yui se levantó preparándose a lo que sea que tuviese que ver, con las manos entrelazadas fuertemente. La risa de aquella criatura surgió de nuevo, burlona y triunfante pero breve, de la nada se detuvo y su rostro cambio por completo.

— ¿Eh?  — El polvo se termino de dispersar, descubriendo algo que de verdad fue inesperado. Hikari estaba hincada en el suelo con una sola rodilla y ambas manos extendidas hacia arriba, entre ella y la mano de la bestia había una especie de escudo de luz, muy parecido a cuando Kannon o Kottan abren un portal para ir al templo. Ambos estaban en un duelo de fuerza, la chica luchaba para no ser aplastada, pero la fuerza del espectro era arrolladora, sentía que estaba intentando levantar toneladas y sus piernas de ella comenzaban a temblar, aun así, ella no se rendiría.

— ¡Hikar- — Yui intento ir en su ayuda pero Kannon se le adelanto y en un segundo ya estaba con ella.

Ugh~ H-hola ¿Que te trae por aquí? — Bromeó la chica sin dejar de forcejear.

— No es momento de bromas Hikari ¿Como es que hiciste esto? —  Entonces el puso sus manos sobre aquella barrera luminosa y junto a su aprendís comenzaron a empujar con todas sus fuerzas.

— No lo se, s-salió de la nada — Respondió ella.

— ¡Jaja! no crean que una estúpida barrera va a detenerme — Dijo el espectro burlándose de ambos y poniendo todo su peso sobre ellos, haciéndolos retroceder mientras sus pies se enterraban en en suelo.

— ¡Ah. No vamos a durar mucho Chi si seguimos así! — Sentenció la castaña al ver como sus piernas temblaban.

— ¡Tu solo aguanta! — Fue lo único que le pudo responder el pelinegro, poniendo todas sus fuerzas.

Cerca de ellos se encontraban todos los demás, tiesos viendo la escena, más que todo los Sakamaki que comenzaban a sentirse dentro de un muy horroroso sueño.

— ¡Yui! — se acercó Kottan —Debemos cortar su cabeza — Ordenó tomando con firmeza su espada.

— ¿C-Cortar su cabeza?  Pe-pero — Balbuceo ella. 

— Créeme si hubiese otra manera de que todo esto acabe, no te pediría tal cosa — Entonces giró a verla — Pero ellos no van resistir mucho más y no puedo hacerlo solo... Además tu ya le cortaste la mano, hacer esto no es tan diferente.

Yui tomó nuevamente la espada en sus manos y asintió decidida a confiar en su maestro

— Para cortar su cabeza primero deben hacerlo caer — se escuchó la voz de Reiji. La rubia y el peliblanco se miraron mutuamente y asintieron al mismo tiempo, ya estando de acuerdo a lo que iban hacer.
Aprovechando a que el espectro estaba concentrado en matar a aquellos que sostenían la barrera, lograrían llegar a él, debían moverse rápido. 

— ¡Ahora! — armada con su espada, Yui se acercó a uno de los pies de la criatura y como si de una mantequilla se tratase, corto la extremidad con un solo movimiento. Otro rugido se hizo presente, aun más fuerte que el anterior.

— ¡MALDITA HUMANA...MI PIERNA~!

En ese momento perdió el equilibrio, se tambaleó hacia atrás Dándole la oportunidad a Kannon y Hikari. La barrera desapareció y con sus últimas fuerzas, ambos saltaron hacia la herida criatura y al mismo tiempo dieron un gancho hacia arriba, haciéndolo caer de espaldas, moribundo e indefenso. 

— ¡Yes! — Exclamo la norteamericana haciendo un puño triunfante. Ambos maestros y alumnas se acercaron a el rostro de la criatura, quien permanecía con un impactado, pues jamás habría imaginado que las cosas resultaría de esta manera. 

— ¿Que sucede grandote? ¿Ya no te quedaron ganas de fanfarronear? — Se burlo Kottan reposando la espada sobre su hombro.

— Ríete todo lo que quieras. El momento de la verdad se acerca, y tu al igual que todos en este asqueroso mundo llorarán de agonía — Sus risas ahora sonaban débiles y desgastadas.

— ¿De qué hablas? — Pregunto Kottan, pero el espectro solo siguió riendo — ¡Atiende cuando alguien te esta hablando! — Exigió clavando la espada en su cuerpo, haciéndolo quejarse por el dolor. 

— Los grandes señores están en camino,  y cuando crucen a este plano... — hizo una pausa para toser escupiendo algo de sangre, oscura y apestosa — nada... podrá detenerlos ¡NADA! ¡Jajajajajaja~! ¡y estas mocosas arderán JAJAJA, ARDE-  -— Kottan se arto y sin darle tiempo de seguir hablando separó su cabeza de su cuerpo de un solo movimiento de su espada. Cosa que a ambas jóvenes les dió nauseas y tuvieron que girar. Kannon miro de manera acusadoraba su compañero, como reclamándole lo que había hecho.

— ¿Qué? No dejaba de parlotear Se  excusó sacudiendo la espada, quitando la sangre de la hoja y envainandola de nuevo. Repentinamente Hikari comenzó a tambalearse.

— Hey ¿estas bien? — Pregunto Kannon viéndola extrañado. 

— Me siento sin... Fuerza~ — Estuvo a punto de caer, pero el pelinegro se apresuró, la tomo en sus brazos y la cargo en nupcias, parece que se había desmayado.

— ¿Hermana? — Pregunto preocupada la rubia. 

— Ella está bien, es normal que ya no tenga fuerzas después de crear aquella barrera a demás de mantenerla durante tanto — explico...  ¿Sonriendo? — solo debe descansar.

— ¿¡Que diablos a sido todo esto!? — al voltear los seis hermanos estaban allí, se veían molestos, confundidos y algo asustados.

Yui: — Pues...

¿¡Hermanas!? ♦❇Yui Komori❇♦ Una Nueva AmenazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora