¿¡Hermanas!? ♦❇Yui Komori❇♦ Una Nueva Amenaza

Cap. #26

La puerta se abrió de un golpe. chicas se giraron inmediatamente viendo a ambos maestros cruzados de brazos mirandolas molestos.

— ho oh — Dijo la castaña con su cara en blanco.

— ¿Que hacen aquí? — Pregunto Kottan con la voz bastante profunda y con el rostro serio, como nunca antes lo habían visto.

— Fue idea mía, Yui no tiene nada que ver — Dijo la chica bajando la mirada. Ambos hombres se miraron, ya se lo habían imaginado. Kottan dió un pesado suspiro, llamo a la rubia y ambos salieron de la habitación, dejando a Kannon y a Hikari solos — Lo siento.  

— A tí no se te puede dar la espalda. Te dije que el lugar estaba prohibido — Dijo con resentimiento. 

— Ya dije que lo sentía — Cruzando los brazos y desviando la mirada orgullosa. 

— "Lo siento" irrespetas mi autoridad y lo único que tienes para decir es "lo siento" — La regaño alzando un poco la voz.

— ¡Pues no tendría que irrespetar tu autoridad si solo te dignaras a decirme la verdad! — le reclamo la chica alzando la voz también.

— ¿¡Quieres la verdad!? ¡Bien te la digo. Los espectros quieren martarlas a tí y a tu hermana, Justo como lo hicieron con sus padres. Ya lo dije! ¿¡Estas feliz!? — Soltó el hombre consumido por el estrés, sin siquiera medir sus palabras. Tan solo se dio cuenta de lo que había hecho cuando vio caer una lágrima por la mejilla de la castaña, ella mantenía los ojos bien abiertos, impactada por la confesión que había acabado de escuchar, tal vez era algo que no esperaba oir o mejor dicho, algo que ya se imaginaba más no quería comprobar.

— Me quiero ir a casa — Pidió bajando la cabeza con la misma expresión. Si bien es cierto antes estaba deseosa de saber la verdad, tal vez no estaba preparada para ella. Él pelinegro no reclamo nada, y solo abrió un portal manteniendo su rostro muy serio. 

La chica paso rápido por el portal encontrándose en la puerta de su casa, se seco el rastro que la lágrima había dejado en su rostro y entro como si nada hubiese pasado, subió rápido a su cuarto y se recostó sobre la cama mirando el techo, asimilando las cosas. No siguió llorando, eso no le gustaba, pues bien sabia que las lágrimas no solucionan los problemas. Se levantó después de un rato iluminó la habitación con la lámpara de lectura y saco el diario de sus padres de un cajón. rebuscando en las páginas con esmero, por alguna pista de lo que Kannon, pero solo conseguía lastimarse cada vez más. Las palabras escritas ya dejaban claro que ellos no estaban, pero hasta el momento la castaña no había querido aceptar la realidad. Ahora surgían nuevas preguntas ¿Por que los espectros habían asesinado a sus padres? ¿que tenían que ver ellos con esas bestias? Su mente inquieta comenzaba a provocarle un dolorosa migraña. Por más que busco en las páginas del diario, no encontró nada, debía tomar un respiro, estaba agotada, había sido un día bastante pesado.

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Con Yui.

Kannon entro al salón de entrenamiento con una mano cubriendo su rostro en forma de frustración y sin la castaña, eso a Yui le pareció  bastante extraño ¿Que había pasado con Hikari? Kottan se acercó a él para hablar y luego solo le dijeron que mejor volviera a casa y que el día siguientes no entrenarían.

Yui fue hasta la mansión con Kannon para las clases con los muchachos, como siempre estuvieron en silencio,  pero a diferencia del resto de la veces el pelinegro se veía muy estresado, una expresión con la que perduró en su rostro hasta el momento en que se se fue de la mansión.

No le dió muchas vueltas al asunto, lo mas seguro es que haya regañado a la castaña para luego mandarla a casa. Tomó un relajante baño salió para ponerse ropa cómoda. Apenas y se logró a poner la ropa interior y un short, cuando estaba apunto de ponerse la camisa se detuvo en seco en frente de un espejo de cuerpo completo quedando algo sorprendida por su apariencia; ella siempre había sido una chica delgada, pero ahora su cuerpo estaba diferente, en buena forma y con algo más de curvas — esto no me molesta — Bromeo consigo misma. Agotada del día que había tenido, se recostó en la cama y sin darse cuenta se quedo dormida, sintiendose en paz consigo misma después de tantas noche de frustración.

En otro lado de la mansión, un cansado pelirrojo daba vueltas intentando dormir ¿Hasta cuando el insomnio lo mantendría despierto noche enteras? Se preguntaba con molestia. Inconscientemente, en su cabeza comenzaba a atar algunos cabos sueltos y había cosas que no cuadraban, por ejemplo: que su padre permitiera la intromisión de un humano en "su casa" o las extrañas clases especiales a las que ya hace todo un mes había estado asistiendo la rubia; tantas cosas inexplicables que pasaron al comienzo; aquella horrenda sensación de terror que lo invadió la última vez que quiso tomar de la sangre de Yui o aquel comportamiento tan inusual que ha ir observado noches atrás, tantas preguntas sin respuesta solo le hacian llegar a algo.

"¿Cuando comenzó todo esto?"

Rápidamente encontró la respuesta, desde aquel día en que la encontró bajo la lluvia viendo a la nada: fue el momento en el que inicio toda esta locura. Luego apareció esa persona, esa tal "Hikari" y todo se volvió un descontrol. Como lo que pasó durante aquella cena y las extrañas presencias que por momentos invadían la mansión.

Estaba claro ¿Como es que nadie lo había podido ver antes? Era ella, esa chica debía ser la clave de todo. Ahora estaba seguro, si quería darle fin a todo este suspenso, debía encontrar la solución por si mismo. Sea como sea debía encontrar a esa chica.

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¡Y hasta aquí el capitulo de hoy!  Espero que les haya gustado chic@s.

¡Que emoción... ya hemos llegado a los 1.04K! Por eso!