Ayato paso toda la noche pensando en posibles maneras de conseguir a esa chica Hikari, pero habían varias cosas cosas que no lo hacían posible. Pues no tenían ninguna pista de ella, ni número celular ni ningún tipo de información por el estilo. Pues ni con sus poderes se les haría fácil, al caer en cuenta, la vez que vino él no pudo percibir ningún aroma particular en la chica o por lo menos ninguno que pudiese recordar, todo se hacia cada vez más confuso, por mucho que no le gustara la idea, debía pedir ayuda sus hermanos.
Aun seguía siendo muy temprano, apenas y la Luz del día comenzaba a asomarse, y el cielo estaba aun de un celeste algo opaco. Al estar caminando por los pasillos y pasar por en frente de la habitación de la rubia, se dió cuenta que la luz de esta estaba encendida, con curiosidad tocó la puerta un par de veces, recibiendo como respuesta un total silencio que retumbaba en sus oídos, por lo que no intento tocar otra vez y solo entro a la habitación, encontrándose solo en la misma, la chica no estaba en ningún lado ¿En donde podía estar a esas horas de la mañana?
El chico camino por la habitación, mirando al rededor, entonces se acercó a la ventana y vio algo, que para este punto solo le parecía extraño. Yui estaba corriendo alrededor del jardín con el mismo atuendo que usaba la otra vez, arqueó una ceja y dirigió su mirada al escritorio de la chica, donde estaba una carpeta de ligas de color negro.
Esta carpeta contenía varios dibujos muy bien hechos, entre ellos, el dibujo de la rosa que había visto hacer a la rubia, tomo todas las páginas y se sentó en la cama viendo los dibujos, uno a uno, algunos eran de cosas comunes como un Jarrón, un árbol o flores, pero a medida de que los pasaba eran cada vez más extraños: Primero una mesa muy rara, una puerta, sombras y distintas bestias, horribles y grotescas, hechas a tal detalle que podía dar la impresión de que en cualquier momento podrían salir del papel, algo que literalmente hacia que se le revolviese el estómago.
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Horas más tarde...
— ¿Entonces, según tu teoría Ayato, esa chica, es la causante de todo lo que pasa? — pregunto Laito acomodando su sombrero mientras se apoyaba en una mesa.
Reiji: — Por más que me sorprenda decirlo, Ayato no esta en un error. Basándonos en las pocas pruebas que poseemos, en realidad suena muy coherente.
Kanato: — pero ¿Como vamos a conseguirla? Ni siquiera pudimos ver su rostro.
Ayato: — Aun no lo se, pero si queremos respuestas, debemos hacerlo.
Laito: — ¿Y que tal si te equivocas hermanito? Si resulta que ella es solo una simple chica ¿Que harás entonces? — Pregunto cruzando sus brazos, dibujando una sonrisa en su boca.
Reiji: — La respuesta es sencilla. Si Ayato se equivoca y la chica no tiene nada que ver. La mataremos — Menciono simple y sencillo, como si de botar la basura se tratase y es que las cosas para ellos eran así, su sadismo e desinterés sobre la vida de otros era algo innegable. Al estar en el lobby oyeron abrirse la puerta de la cocina.
— ya debió terminar de correr — Dijo Ayato viendo atento en esa dirección.
Laito: — ¿Bich-chan estaba corriendo?
Subaru: — ¿y ella desde cuando hace ejercicio? — como respuesta a su pregunta Ayato subió sus hombros. Se escuchó a la chica murmurar algo como si hablara con alguien. todos guardaron silencio intentando escuchar mejor lo que decía.
Para cuando la chica entro al lobby este ya estaba vacío, los chicos habían desaparecido. Así que lo más silencioso y rápido que pudo se fue a su habitación y se encerró en "lugar seguro" (el clóset) para seguir con hablando, Hikari la ha ir llamado.
— Muy bien, ya estoy segura aquí, podemos seguir hablando — Susurro la rubia mientras se acomodaba dentro del clóset.
[ — ¿Me puedes repetir por que debes esconderte para poder hablar por teléfono —] Pregunto su hermana del otro lado de la línea.
— Mm... Larga historia. Como sea ¿Que fue lo que sucedió ayer, Kannon-san te regaño mucho? — la chica del otro lado se tomo unos segundos para responder pues el recordar lo que su maestro había dicho de sus padres seguía doliendo un poco.
[— si, algo así — ] respondió sin más.
— Te dije que era una mala idea, espero que para la próxima me hagas caso — La regaño cariñosamente, la conversación se volvió en torno a aquella habitación de aquellos objetos, sin saber que del otro lado de la puerta de ese clóset, estaba Ayato, atento a los murmullos provenientes de allí.
Se quedo quieto unos acercando el rostro a la madera de la puerta, ahora los murmullos tenían sentido, algo así, pues entendía las palabras más la conversación no tenía ningún sentido, contó hasta tres en su cabeza tomando lentamente la manija de las puertas y luego, de un jalón las abrió de par en par tomando de sorpresa a Yui, quién dio un brinco.
— ¡Ayato-kun! — Exclamo con susto escondiendo el celular rápidamente, pero no lo suficiente como para evitar que el pelirrojo no lo viera.
— ¿Que crees que haces? — Pregunto enojado mientras la hacia levantarse tomándola del brazo con fuerza — ¿De donde sacaste eso? — arrebatando el pequeño celular de la mano de la chica y poniéndolo en su oreja.
[— ¿Yu-Yui, que sucede? —] se escuchó la voz preocupada de una chica. Cerró la tapa del celular cortando automáticamente la llamada.
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Con Hikari...
Estaba conversando con Yui tranquilamente, cuando del otro lado de la línea se escuchó un ruido que parece haber asustado a la rubia, después una voz masculina.
— ¿Yu-Yui, que sucede? — pregunto con preocupación sin respuesta, cosa que se convirtió en nervios, entonces se corto la llamada — ¿Yui, sigues alli? ¿¡Yui!?
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¿¡Hermanas!? ♦❇Yui Komori❇♦ Una Nueva Amenaza
FanfictionTodo comienza con Yui, quién se llevará la sorpresa más grande de su vida, tras enterarse de la existencia de....¿¡su hermana!?. Desde ese momento, sus vidas correrán peligro al ser perseguidas por un presunto clan que quiere atraparlas y eliminarl...