¿¡Hermanas!? ♦❇Yui Komori❇♦ Una Nueva Amenaza

Cap. #15

Los días pasaron, y los 6 hermanos vampiros seguían el incrementado comportamiento extraño de la delicada rubia. Más que todos cierto pelirrojo que la a estado observando de cerca desde su extraña desaparición de tu hace unos días.

Ese día Yui estaba libre de deberes, así que se había ido hasta el lago nuevamente, para... Romper un poco las reglas.

— si ya lo se... Si, si fue muy difícil convencerlos de que estaba aquí en el lago cuando Kannon-san y Kottan-san nós llevaron.

Dijo Yui por el pequeño teléfono mientras hablaba con Hikari.

[Hikari: — pues si... ¿No te han llamado?]

— no.

[— jah... Esto parece un muy loco sueño]

— tienes razón. oye Hikari...

[— ¿si?]

— me he puesto a pensar desde aquel día ¿recuerdas lo que Kannon-san cuando le preguntamos del diario?

[—si... Dijo que no era de el ¿eso que tiene?]

— parecía saber más ¿no crees?

[ — ¿que tienes en mente?]

— pues... Y si tal vez, solo tal vez ¿el conozca a nuestros padres?

[— no había pensado en eso ¿te imaginas? ]

— eso nos ayudaría mucho, es decir, para saber algo de ellos.

La castaña guardo silencio al otro lado de la  línea.

[— t-tu crees que ellos esten... Ya sabes... ¿vivos? ]

Yui también se quedó callada y se comenzó a sentir un poco triste.

— no lo se...

La línea estaba en silencio total. 

[ — bueno hermana, yo me retiro...me están llamando abajo, adiós besos...]

La llamada finalizó, en tonces Yui posó el teléfono aun entre sus manos sobre sus piernas. Dio un suspiro desanimado y se encogió un poco. 

— ¿otra vez aquí? — Escucho u a voz detrás de ella y guardo el teléfono muy rápido.

Al darse la vuelta se encontró con Ayato, que la veía con una expresión extraña de preocupación.

— Ayato-kun hola — Dijo esbozando una sonrisa algo caída.

— es peligroso que estes aquí tu sola... Podrías caer al agua — respondió el pelirrojo sentándose a su lado, al ver que ella no respondía, aclaro su garganta y cambio de conversación —aah, estoy aburrido.

Ella lo miró confundida, el le devolvió la mirada y sonrío de pronto — tengo una idea, sígueme — Dijo levantándose.

— ¿eh, que vas a hacer? 

— ¡vamos!

Ayato la tomo por la mano y la llevo a la mansión, fueron a la habitación de el, luego dieron hacia la entrada principal, donde ya los esperaba un auto.

— ¿a donde vamos? — preguntó curiosa y el, como siempre, no le dijo nada.

Al subirse, el chofer los llevo a un lugar al parecer de comida, se bajaron de el y se fue.