Capítulo 28.

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Este fin de semana no lo he podido disfrutar al 100% como otros, ya que el lunes tenemos junta directiva y es importante tener el balance de la empresa al día y sin errores. James me ofreció su ayuda pero se que él también tiene trabajo.

Estamos sentados en la mesa para cenar, la comida fue preparada por Alex y la verdad con ella en la cocina no sé sabe que esperar, a ver Alex es la mejor en su trabajo pero la cocina con es lo suyo. Recuerdo los primeros días en la residencia juntas, casi nos mata. Me dijo que era una experta y no vi problema en que cocinara, pero las cosas se salieron de control y terminamos pidiendo pizza y mucho jabón para limpiar la cocina.

Solo estamos Alex, Harry y yo. No puedo evitar reír viendo las caras que pone Harry al ver la comida. Se supone que son unas increíbles pastas pero siendo honesta no se ven tan mal como las últimas.

Después de las mejoradas pastas estoy descansando en mi habitación viendo un reality de supervivencia, James me manda un mensaje aunque estoy más que segura que fue enviado por Lucy, ya que la foto muestra a James dormido en el sofá.

Esta semana no ha sido nada tranquila y parece que todos se han puesto de acuerdo para ponerme más y más trabajos. Gracias a Dios tengo la ayuda de Jess pero no ha sido suficiente, y no es que me este quejando del trabajo de Jess porque sería una completa mentirosa, Jess hace todo lo que puede y mucho más. Estos últimos días he salido muy temprano y he llegado muy tarde, ayer por ejemplo llegue casi a las diez de la noche.

– Debes descansar – me reclama Alex

– Es lo que más quiero pero aún no he terminado – me fulmina con la mirada y entra decidida a mi habitación.

– Me importa una mierda si has o no terminado lo que sea que estés haciendo – dice cerrando mi Mac –. A dormir – me ordena.

– Alex déjame por lo menos guardar lo que estaba haciendo – ruego.

– No – sentencia –. Nadie va a borrar tu tarea.

– Por favor – hago un puchero.

– Dos minutos – dice mirando el reloj que no tiene.

Abro el ordenador y guardo los archivos, quería terminar con algunos documentos pero la oficial Alex no creo que me deje. Se sienta en el borde de mi cama y no deja de mirarme.

– Rápido Woods, no eres la única que quiere ir a dormir – dice y sin más se acomoda en mi cama.

– Se esta apagando – respondo.

– Hoy Harry no estas – se queja –. ¿Puedo dormir aquí?

– Ya estas grandecita – pone una mano en su pecho fingiendo dolor ante mis palabras.

– ¿Me estás diciendo vieja?

– Si – empezamos a reír –. Muévete ese es mi lado.

– No – dice segura –. Siempre duermes del otro lado.

– Venga Alex quiero dormir de ese lado – digo señalando el lado donde esta acostada.

– ¿Por qué? – pregunta pero rápidamente hace una "o" –. No me digas que de este lado duerme Hardy.

– Si – digo un poco apenada –. Así que muévete – digo segura.

– Ya – dice levantando sus manos a modo de paz.

Hablamos un poco de la mierda de semana que tengo, y al parecer la de ella no parece estar mejor que la mía. Después de casi una hora de charlas y risas siento que mi cuerpo no resiste un minuto más despierta.

Sin LimitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora