Capítulo 29

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Después de mi gran caída y mi loco ataque de risa, logre convencer a James de que se quedara, si yo se soy rara, se que debería estar furiosa y mandar a James al mismísimo infierno pero es que al verlo debajo de mi riéndose y quejándose me hizo olvidar de toda la mierda de semana por la que pase.

Pero lo mejor de todo es que me ha pedido perdón por no haberse puesto en contacto conmigo, y yo toda borracha las acepte.

Se ve muy relajado sentado en el sofá con nosotros, tiene su brazo por encima de mis hombros y tiene la pierna cruzada haciéndolo ver muy masculino, muy James. En su mano libre tiene una limonada sin alcohol, y además pidió una para mi igual. Aunque no se ha tomado ni una gota de alcohol James está muy a gustos riéndose con las ocurrencias de Liam y su amigo.

– ¿Cómo sabias que estaba aquí? – pregunto solo para que el me escuche

– Alex me mandó un mensaje – dice dejando su limonada en la mesa –. Pero aquí entre nos, no creo que hubiera sido Alex.

– Gracias – le digo acercándome a su oído para que pueda escuchar claro.

– ¿Por qué exactamente? – me dime poniendo un mechos rebelde de mi cabello detrás de mi oreja.

– Por estar aquí, por haber amortiguado mi súper caída – el me sonríe –. Por todo.

– Pues siendo asi – se acerca más a mi –. Gracias.

– ¿Por qué exactamente? – lo imito.

– Por dejarme estar a tu lado – sus labios están cada vez mas cerca de los míos –. Por todo – dice alzando los hombros y cortando por completo las distancias.

Sus labios son suaves y tiene sabor a limón, se que los he besado muchas veces pero no me deja de sorprender lo bien que hace su trabajo. Puedo escuchar como los chicos nos silban y James empieza a reírse en mis labios.

– ¿Bailamos? – me pregunta James.

Me ofrece su mano y me lleva hasta el centro del lugar, no se mucho de música en español pero la que esta sonando es un poco movida. James pone un mano en la parte baja de mi cintura y con la otra me toma la mano, no se que va hacer pero tiene un sonrisa de la que no puedo evitar reírme.

– ¿Sabes lo que haces? – le pregunto y el niega.

– No – dice aun con la sonrisa en su rostro –. No soy un experto en esta música pero podemos improvisar.

Empieza a moverse de un lado para el otro y no lo hace tan mal, al parecer no es la primera vez que baila este tipo de música, la mía tampoco pero no soy muy buena. Pega su cuerpo al mío y hace rápidos movimientos que van a ritmo con la música, me da un par de vueltas y no puedo evitar reír al ver que no somos tan malos.

Cuando la música termina empieza otra canción pero de un género totalmente diferente algo más "sexual", es una música lenta pero con un ritmo cautivador. James mira a su alrededor y después de unos segundo me mira, pone ambas manos alrededor de mi cintura y me dice al oído solo sígueme, su voz ronca hace que una electricidad recorra todo mi cuerpo.

La voz delgada de un hombre está inundando el lugar, James guía el baile. Miro por un lado a una pareja bailando y leo rápidamente lo que quiere hacer James. Con suaves movimientos vamos mejorando.

No puedo entender la canción por dos razones, la primera porque estoy muy concentrada en poder bailar bien, y la segunda porque no he practicado mucho mi español. Algunas palabras como boca, besito, y noche, son de las pocas palabras que puedo comprender. Con forme la canción avanza James y yo mejoramos, nuestro cuerpos están muy unidos y su cadera se mueve de una forma increíble.

Sin LimitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora