Capítulo 40.

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Los chicos suben justo cuando llega la comida, ellos entran al departamento con la mirada fija sobre James quien se ve muy serio. No se por qué lo hace, yo creo que es solo para intimidarlos pero se me hace algo muy tonto de su parte como si estuviera marcando su territorio.

– James ven ayúdame a poner la mesa – el me mira.

El sale de su momento de macho alfa y toma las cosas que necesitamos para la mesa. Alex entra a sala y mira confundida a los dos hombres que están sentados en el mueble.

– ¿De qué me perdí? – me pregunta.

– Ellos son Ryan y Adam – ella entiende de una vez quienes son.

– A ya se quiénes son – dice girando hacia ellos –. Ustedes son los que han estado cuidando de Sophie.

– Exacto – dice el rubio.

– ¿Ya sabes quién los envió? – me pregunta.

– Ese fui yo – dice James desde la mesa que esta arreglando.

– Me encanta esto – dice feliz Alex –. Nunca pensé en ver esto – pone una mano de emoción en su corazón –. Al gran Hardy poniendo la mesa donde voy a comer.

– Que graciosa – le dice James.

– No tarta mucho Harry – dice mientras saca algo de la nevera.

Harry llega a los cinco minutos, todos estamos sentados en la mesa. James está sentado a mi lado, al otro lado esta Alex junto a Harry, y bueno los chicos están sentados uno al lado de Harry y al otro de James. Al principio era algo incómodo porque nadie decía nada pero fue el mismo James quien rompió el hielo que había.

– ¿Adam tu cuántos años tienes? – pregunta Alex ya con confianza.

– Yo tengo 42 años señorita – responde casual.

– Alex, mi nombre es Alex – dice un poco frustrada –. ¿Y tu? – pregunta refriéndose a Ryan.

– 34 – dice serio.

– No entiendo – dice seria –. Ustedes parecen tener miedo a un hombre que es menor que ustedes – su mirada se posa en James.

– No es miedo – aclara James –. Es respeto.

– Así es – dice Adam –. El Sr. Hardy siempre ha sido muy directo con lo que quiere y nos esta pagando muy bien para que cumplamos sus órdenes.

– Si pero eso justifica que ustedes se comporten como robots – ahora soy yo la que interrumpe.

– Yo no los trato como robots – se defiende James.

– Esta es la primera vez que los veo comer – pongo mi punto sobre la mesa.

– Nosotros si comemos – dice Ryan –. A veces cuando usted esta en su oficina nos turnamos para comprar un poco de comida.

– Si vez amor ellos no mueren de hambre como tu pensabas – sentencia James.

– Esto esta muy bueno – dice entre risas Harry –. Parece una novela.

– Pues me alegra saber que ustedes si se alimentan – omito el comentario de Harry.

El resto de la cena fue tranquila, James se mostró interesado en saber cosas sobre los hombres que ahora están cuidando de mi. Ryan dijo que el quería ayudar a lavar los platos pero ellos son aquí los invitados así que literalmente los mande a sentarse en el sofá.

Mientras yo lavo los platos es James quien me ayuda a secarlos y dejarlos en su puesto.  Después de dejar la cocina impecable nos unimos a la tan interesante conversación. Adam está casado y tiene dos hijas, la más grande tiene 16 y la más pequeña tiene la edad de Lucy. Ryan por su lado está casado pero no tiene hijos, el único que no a mostrado mucho interés es James.

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