Capítulo 49.

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A James se le ocurrió la brillante idea de hacer de hacer wakeboarding cosa a la cual me opongo rotundamente, mi padre me obligo de pequeña hacer esquí sobre nieve y casi muero en el intento y esto es muy parecido pero en el agua. Estamos de camino a donde practicaremos como morir y aun no puedo creer de como James me convenció para hacer esta estupidez.

Un moreno alto será nuestro guía hacia el infierno, Lucy parecer no tenérmele miedo a estas cosas y es que yo antes no lo tenía todo fue culpa de mi padre y sus estúpidas vacaciones en Suiza.

– ¿Lista? – me pregunta James.

– NO – lo fulmino con la mirada –. Yo no quiero morir.

– Amor no vas a morir – ríe.

– No te burles de mi – le reclamo –. James yo me puedo quedar en la orilla esperando por ustedes.

– Sophie nada malo te va a pasar – pone sus manos sobre mi cintura –. Lo mínimo que te puede pasar es caer y tomar un poco de agua.

– Nada más – digo con sarcasmo.

– Pareces una niña pequeña haciendo berrinche – abro los ojos como platos –. Así que te pones el chaleco y te subes al bote.

Me pongo el chaleco y me subo furiosa al bote, la primera en practicar como ponerse pie en la tabla es Lucy yo por mi parte lo único que hago es rezar porque nadie muera hoy. Este par de hermanos parecen que hubieran sido diseñados para poner en riesgo su vida por gusto, cuando es mi turno para aprender como ponerme en pie siento que voy a morir y eso que el bote esta quiero.

– Tienes que tomar un buena posición justo como la que practicamos en tierra – siento que me esta hablando otro idioma porque no se de que posición habla –. Cuando tomes la cuerda tienes que relajar tus brazos.

– Dios mío – susurro.

– Cuando el bote comience la tabla hará esto – tira un poco de la cuerda y estoy parada sobre ella –. Pero eso no es lo que queremos, porque lo único que lograras es caer al agua por levantarte muy rápido.

Santo dios en que me he metido, James está detrás del instructor sonriendo con los brazos cruzados y yo aquí sufriendo.

– Tienes que lograr inclinar un poco la tabla para que ella solita vaya subiendo a la superficie – fulmino a James con la mirada cuando pongo mi cara de confusión.

El primero en ir va a ser el hombre que me tiene aquí, parece muy seguro de si mismo cuando se lanza al mar. Da la señal para que el bote comience andar y como si lo hubiera hecho mil veces antes se pone en pie. Lucy no para de ovacionar a su hermano mientras hace trucos que hacen que lo único que producen en mi son micro infartos.

Lucy ha pedido ser la siguiente y yo con mucho gusto acepte, prefiero posponer mi muerte y Lucy ha demostrado que le gusta la adrenalina. James se sienta a mi lado mientras ve a su hermanita. La pequeña no hace tantos trucos como lo hace Hardy pero no se le queda atrás porque no se ha caído ni una sola vez.

Tengo unas ganas inmensas de vomitar y todo por los malditos nervios que tengo, el instructor me ayuda a ponerme la tabla, estoy a punto de desmayarme lo juro. Cuando el bote le aleja lo suficiente el moreno da la señal para que sostenga bien la cuerda, el motor del bote ruje y yo me empiezo a mover. Tengo la mente el blanco y no me acuerdo de lo que dijo el instructor así que lo único que hago en caer de frente con el mundo.

– Esta me las pagas James Hardy – digo para mi.

Cuando logro ponerme otra vez en la que creo es la posición inicial el bote comienza a tomar rumbo y esta vez lo hago bien porque no me caigo. La sensación en sorprendente siento que estoy volando sobre el agua, aun me da un poco de miedo la idea de hacer trucos así que intento mantenerme en línea recta.

Sin LimitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora