Entre las sombras (Alec Lightwood)

¿Quién eres?

(Perspectiva Alec)

Teníamos una misión sobre un caso de venta de sangre mundana a manos de demonios y debíamos irnos ya a seguir a nuestro objetivo, las armas estaban listas, pero aún quedaba que mi querida hermanita se preparase para salir.

-Isabelle, nos vamos- le dije acercándome a su habitación.

-Hola hermano- dijo reuniéndose conmigo mientras llevaba en la mano una peluca blanca al igual que toda su ropa.

-¿En serio?- pregunté mirando la peluca.

-¿Qué le voy a hacer?- dijo Izzy- a los demonios les van las rubias.

-Es verdad- dije- pero eso es blanco.

-Platino y Shakespeare no es lo que más les gusta- dijo Izzy- ¿vale Alec?

-Ya distraes bastante por ti misma- dije mientras llegábamos a la sala de controles en busca de Jace.

-¿Me estás diciendo que sea natural?- me preguntó Izzy sarcástica.

-Da igual, está bien, vámonos- dije bajando las escaleras para reunirnos con Jace.

-Ya estamos listos, Jace- dijo Izzy.

-Buena elección Izzy, a los demonios les van las rubias- dijo Jace.

-Te lo he dicho- dijo Izzy mirándome.

-Es platino- contesté para provocarla.

-Por algún motivo nuestros amigos demonios matan a mundanos y les extraen la sangre- dijo Jace.

-¿Para qué quieren sangre?- pregunté- ¿eso no es cosa de vampiros?

-No lo sé Alec, ¿vampiros vagos tal vez?- me respondió con su típico humor.

-La sangre tendrá algo de especial- opinó Izzy.

-¿Qué tiene de especial la sangre de mundano?- pregunté.

-Dadme una muestra y os diré exactamente lo que buscan- dijo Izzy.

-Tendremos más respuestas cuando sepamos para quién trabajan los demonios- dijo Jace dándonos un cuchillo serafín a cada uno.

-¿No crees que actúen por cuenta propia?- preguntó Izzy.

-No- sentencio Jace.

-Digamos que los cambiantes no son muy creativos- dije mientras nos dirigíamos a la salida.

-Este es el aspecto de nuestro objetivo- dijo Jace señalando uno de los monitores.

-Por ahora- señalo Izzy.

-Bien, pediré luz verde- dije refiriéndome a enviar un mensaje de fuego a la Clave.

-Venga Alec, para cuando envíes el mensaje, ya habremos matado a seis demonios- dijo Jace mientras llegábamos a la salida del instituto.

-Además es más divertido saltarse las reglas que seguirlas- dijo Izzy.

Rodé los ojos resignándome, con estos dos era imposible hacer las cosas como se debe, al menos las que no tenían tanta relevancia, solo espero que no ocurra nada que deba notificar a la Clave.

Llegamos a la calle Brooklyn Coal siguiendo a nuestro objetivo, me paré frete a un puesto de verduras tratando de pasar desapercibido para que el demonio no notase mi presencia, en ese momento él tenía la apariencia de un señor asiático algo mayor de 40 años, cuando se giró para comprobar si le seguían, di un salto sobrehumano gracias a la runa de agilidad y comencé a seguirlo por el tejado frente a Izzy.