9' Sharon

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No sé ustedes pero yo como que odio el nombre de este Shot. 🙄

Cuando la pelirroja dio la vuelta al pasillo sus pies se quedaron pegados en el suelo y por un segundo creyó que se trataba de una broma pesada por pare de sus ojos. Sin embargo cuando parpadeó múltiples veces y notó que la imagen no se disolvía supo que la realidad se burlaba a carcajadas frente a ella.

No era la primera vez que veía escenas similares a aquella que se presentaba; de hecho había visto aquello tantas veces en diferentes misiones que sabía con exactitud cómo terminaría, los síntomas siempre eran los mismos al igual que el resultado sin importar de quien se tratara: las piernas de Sharon alrededor de su torso, las mejillas sonrosadas de Steve, las múltiples caricias en los muslos y los pequeños tirones de cabello eran una bofetada que se estampaba con fuerza en la mejilla de la rusa.

Después de admirar atónita la escena sin saber muy bien qué hacer, decidió –finalmente– que era inapropiado admirar la escena a hurtadillas de sus compañeros, por lo que con nerviosismo y torpeza se giró para comenzar a caminar con prisas hacia la salida. Naturalmente, y gracias a la velocidad con la que la pelirroja decidió abandonar, uno de los caros jarrones de cerámica cayó al suelo creando un gran estruendo que afortunadamente, para Natasha, hizo que ambos agentes se separaran con el corazón a mil por hora.

No obstante aunque en sus adentros Natasha haya agradecido que los besos indebidos se terminaran, maldijo en voz alta, puesto que gracias a su torpeza había logrado que la descubrieran. Gracias a eso en cuestión de segundos cuatro pares de ojos curiosos frente a ella la observaban, los azules tenían un brillo de remordimiento mientras que los castaños contenían más que solo una pizca de molestia.

Natasha no la culpaba, si a ella la hubiesen interrumpido en medio de una escena similar sería suficiente motivo para erradicar a esa persona de la faz de la Tierra, y más si se trataba de Rogers.

La rusa sin saber muy bien qué hacer les regaló una sonrisa nerviosa y se disculpó, posteriormente dijo que limpiaría el desastre que había hecho. Sharon, bastante molesta, se despidió de ambos de una forma cortante y se retiró lo más pronto que pudo, en cambio Steve permaneció absorto en sus pensamientos mientras Natasha se encontraba levantando los pequeños trozos de cerámica fina que estaban esparcidos por todo el suelo; no obstante después de un par de minutos Steve balbuceó un par de palabras y se agachó junto a la pelirroja decidido a ayudarla. Permanecieron en silencio por minutos que para ambos parecieron horas y cada vez que unos estaba dispuesto a pronunciar una palabra al final se arrepentían y lo único que salía de sus labios era un resoplido de lo que parecía frustración.

Finalmente, cuando casi hubieron terminado, Natasha levantó su vista y vio que el rubio la observaba con curiosidad. Por lo que sin pensarlo a la pelirroja se le escapó un «¿Qué?» con un tono de voz más coqueto de lo que esperaba.

—Nada. —negó Steve encogiéndose de hombros, Natasha nuevamente resopló.

—Siento haber interrumpido.

—Yo...

—Ustedes estaban... y yo solo llegué... y fue muy incómodo solo pensé en salir corriendo lo más pronto que pudiera, no pensaba interrumpirlos, en verdad.

A Steve se le escapó una suave risa.

—Sharon se molestó.

—Lo sé. Parecía querer asesinarme.

Volvió a reír.

—Lo siento —esta vez fue turno del rubio disculparse.

—¿Por qué? —preguntó admirando como Steve se ponía de pie con la pequeña bolsa llena de trozos de cerámica entre las manos. Él le tendió una mano para ayudarla a ponerse de pie lo que Natasha correspondió con una sonrisilla.

—Tú también parecías molesta.

—¿Yo?

—Sí tú.

—No estaba molesta. —atacó la pelirroja cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.

—Sí lo estás —repuso Steve— siempre que estas molesta cruzas tus brazos, frunces el ceño y finges que no lo estás.

La pelirroja se quedó sin palabras.

—En mi defensa —comenzó Natasha— me parece que te tomaste muy en serio eso de conseguir una cita.

Steve levantó una ceja sin entender muy bien lo que eso quería decir.

—Me parece que iban muy rápido. —aclaró Natasha.— dime cuánto llevan juntos, ¿una semana, un mes?

—En realidad 43 minutos.

Natasha hizo una mueca.

—Eso es incluso peor.

—Creí que eso querías. —contraatacó Steve mirándola— siempre me presentas chicas, o les das mi número, o me muestras fotos, y finalmente me atrae alguien que no eres tú y lo interrumpes.

—Pero hay mejores opciones que Sharon... espera, ¿qué?— se detuvo de inmediato al meditar lentamente las palabras de Rogers— ¿a qué te refieres con que no soy yo?

Steve rodó los ojos.

—Eso no importa ya. Ahora estoy con Sharon.

—¿Desde hace 43 minutos?

—Bueno en realidad aún no es oficial pero...

La pelirroja no dijo nada.

—¿Y Lillian? —finalmente preguntó.

—No me gusta Lillian, ni nadie más, —hizo una breve pausa— solo Sharon.

Irritada, Natasha bajó la mirada sin entender muy bien por qué.

—Gracias por ayudarme a levantar los pedazos. —dijo con tono brusco.

—Tú nunca me ayudaste a levantar los míos. —susurró Steve, ambos se miraron y caminaron en diferentes direcciones.

Lahorasad🤕

Romanogers little and big One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora